El pasado 8 de enero, después de que el Departamento de Educación del Gobierno vasco informara de que había retirado el concierto educativo del colegio privado concertado Scientia Bilbao San Pedro Ikastetxea debido a “irregularidades cometidas de manera continuada” y recolocara a sus 218 alumnos en distintos centros de Bilbao, los profesores se vieron obligados a acudir a un centro vacío. Vacío y cerrado, puesto que a la hora de la apertura, sobre las 08.30, no había nadie para abrir la puerta hasta media hora más tarde. “El jefe de recursos humanos, ante la pregunta de por qué el centro no estaba abierto a la hora que correspondía dijo que había obras en la calle y que eso hizo que se retrasase su llegada al centro. Desde la dirección pedagógica se nos dijo que la tarea del día sería recopilar los exámenes de los dos últimos cursos y que a las 11:00 nos juntaríamos para realizar un claustro”, aseguran los profesores afectados.
En el claustro, según indican, desde la dirección del colegio se les explicó que “no existe notificación oficial por parte del Gobierno vasco sobre la rescisión del concierto económico” y que, pese a que solo quedaba un alumno matriculado que además dejaría de estarlo “próximamente”, sus condiciones laborales “serán las mismas” hasta que no hubiera una notificación oficial de que el concierto económico se haya retirado. Solo anunciaron un cambio en dicha reunión, que, a partir del 9 de enero los profesores tendrán que seguir trabajando “de manera telemática cumpliendo con las tareas que se les indiquen”. “También mencionaron que tendremos que estar pendientes del email por si hubiese alguna modificación”, señalan a este periódico.
“Como se puede ver, lo vivido no hace más que ratificar que la situación que estamos viviendo es totalmente surrealista. La falta de empatía por parte de la empresa y el poco cuidado que se hace de todo el personal es notable. Estamos en una situación nunca vista en el ámbito educativo. El Gobierno vasco ha iniciado un proceso de rescisión del concierto educativo, puesto que así lo indicaron en la reunión mantenida el pasado 13 de diciembre, en la cual tomaron parte algunos representantes de la empresa, del Gobierno vasco y del consejo escolar del centro. Al mismo tiempo, ha iniciado un proceso de traslado del alumnado totalmente extraordinario. Sin embargo, la empresa sigue manteniendo que no existe ninguna comunicación oficial por escrito de que el convenio vaya a ser retirado ni cuándo se hará efectivo. Nos cuesta comprender esta situación y creemos que alguna de estas dos entidades no está siendo del todo sincera y que hay intereses cruzados que están totalmente fuera de nuestra comprensión”, critican los profesores.
Los trabajadores también denuncian la falta de pagos por parte de la empresa. “Nos encontramos en un colegio sin alumnado, con una empresa que no paga, un Gobierno vasco que ”aparentemente“ retirará el concierto, un centro que no abre sus puertas de manera habitual, teletrabajando, cumplimentando documentación sobre alumnado que ya no está en nuestro centro… Los trabajadores nos vemos abocados a la desesperación, pues no existe modo de comprender lo que se está haciendo con nosotros”, lamentan.
Después de detectar “reiteradas irregularidades en cuanto al cumplimiento del marco de la concertación” el Departamento de Educación del Gobierno vasco activó “el procedimiento de resolución de concierto educativo del centro”. Tras las vacaciones de Navidad ofreció a las familias la posibilidad de matricular a sus hijas e hijos en otros centros “de manera inmediata”. “El Departamento se ha reunido con representantes de las familias para trasladarles un mensaje de tranquilidad e informarles de que pondrá en marcha, con carácter inmediato, un protocolo de información y asistencia. Asimismo, se ha puesto en contacto con las familias para ofrecer una solución adaptada a cada caso, de manera ágil y sencilla. Las familias verán garantizado el derecho a una educación de calidad para sus hijas e hijos”, aseguraron desde el Departamento.
En total los 218 alumnos han sido distribuidos en centros concertados y públicos cercanos al Scientia Bilbao, ubicado en Campo Volantín. Sin embargo, el futuro de los profesores es incierto. Los docentes llevan meses denunciando impagos por parte del centro y confiesan que estos problemas surgieron cuando la empresa Scientia School asumió la gestión del centro, antes de ello, el colegio estaba gestionado por las Misioneras del Sagrado Corazón.
No se trata de la primera polémica de la empresa Scientia School con colegios de Euskadi. Este julio el colegio Scientia Karmelo de Donostia también cerró sus puertas despidiendo a los 40 profesores que trabajaban ahí. Desde el sindicato ELA denuncian que detrás del cierre del centro “se encuentran los intereses urbanísticos e inmobiliarios” de la empresa Scientia School, ya que “la idea es vender el edificio que alberga el colegio Karmelo y obtener grandes beneficios con dicha venta”.
El plan de la empresa en el caso del colegio Karmelo es vender el edificio al Departamento de Educación, que adquirirá el 70% del centro. Desde ELA sostienen “gracias a esta operación de compraventa, el fondo Scientia School recibirá 12,8 millones de euros por el 70% del edificio, frente a los cinco millones de euros que la empresa Scientia School adquirió hace 5 años”.
“Todo el edificio se ha valorado en 17 millones de euros, de forma que en un futuro cercano el Departamento de Educación se haría con la totalidad del mismo. Mientras tanto, Scientia School tiene alquilado el 30% del edificio, y de ahí seguirá recibiendo beneficios económicos. Por lo tanto, gracias a estas operaciones, Scientia obtendrá un beneficio de varios millones de euros”, informan desde el sindicato.
Scientia School cuenta con centros, además de hasta este año en Donostia y Bilbao, en Pontevedra, Getafe, Fuenlabrada y Denia. El pasado septiembre, los trabajadores del centro de Pontevedra denunciaron impagos y barajaron la posibilidad de llevar al centro a los tribunales, como informa el Faro de Vigo. El mismo periódico publicó también el pasado febrero que el grupo Scientia School cedió toda la empresa en preconcurso de acreedores. El preconcurso de acreedores es un procedimiento regulado en la Ley Concursal española que permite a una empresa o persona natural que se encuentra en situación de insolvencia (o prevé estarlo) negociar con sus acreedores y la posibilidad de alcanzar un plan de reestructuración. Este periódico ha tratado de ponerse en contacto con Scientia Bilbao, que al cierre de esta edición no ha respondido las cuestiones planteadas.
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