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Denuncian la “demolición encubierta” de las fachadas del Bellas Artes de Donostia, el cine más antiguo de España

Rubén Pereda

Vitoria —
1 de octubre de 2025 21:45 h

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La asociación Áncora, dedicada a la conservación del patrimonio cultural de Donostia, ha denunciado que, en una operación que se ha vendido como de restauración, se ha acometido una “demolición encubierta” de las fachadas del palacio Bellas Artes, el que fuera el cine más antiguo de toda España. En el futuro, el edificio acogerá un hotel de la cadena Hilton. “Primero se derribó su cúpula original, al poco de ser declarado monumento de Euskadi. Después se vació completamente su interior. Y finalmente, tras meses ocultos con lonas opacas, han sido derribadas sus fachadas, que estaban protegidas en el Plan Especial de Protección del Patrimonio Urbanístico Construido”, lamenta Áncora. Recuerda, además, que ha interpuesto una denuncia ante la Ertzaintza para que se investigue un presunto delito contra el patrimonio histórico.

“De todo el inmueble, únicamente sobreviven los sillares de piedra arenisca de la base”, resume la asociación en una nota difundida en los últimos días. Asegura que la ficha municipal que se había esbozado del edificio hablaba de una autorización para “el aumento de los huecos existentes”, pero siempre “sin el derribo de sus fachadas”. En octubre de 2024, Áncora ya elevó a la Ertzaintza una denuncia por unas obras que tildaba de “clandestinas”. Alertaba entonces de que algunas zonas de la envolvente protegida del cine, que habían estado ocultas durante meses tras una lona, se habían venido destruyendo “a martillazos”. “Presentar esta operación como un 'hito para la conservación del patrimonio' supone falsear la realidad: se trata de un arrasamiento casi total y de la pérdida irreparable de un edificio singular en la historia cultural de San Sebastián”, subraya Áncora.

Como en ocasiones anteriores, el Ayuntamiento, preguntado por este periódico, se ha limitado a señalar que no se pronuncia sobre los comunicados emitidos por Áncora y recalca que “todas las denuncias” similares, en los casos en que han llegado a los tribunales, “se han saldado a favor del Ayuntamiento”. “En el caso del Bellas Artes, también”, remachan.

Áncora denuncia, además, que estos trabajos se inscriben en un “patrón”. “Lejos de ser un ejemplo de conservación realizado 'con la máxima cautela patrimonial' tal como asegura la SADE, el caso del Bellas Artes confirma un patrón repetido en la ciudad: la sustitución del patrimonio por pastiches sin valor cultural (La Perla, Estación del Norte...). El palacio Bellas Artes ya no existe como tal. Lo que se mostrará a mediados de octubre no es su fachada restaurada, sino un decorado falso tras el cual se ha borrado una pieza irremplazable de la memoria cultural y arquitectónica donostiarra”, asevera.

Más de un siglo de historia

El edificio data de 1914. Según Áncora, “era el cinematógrafo más antiguo que se conservaba en España y uno de los pocos palacios del cine europeos anteriores a la Primera Guerra Mundial que habían sobrevivido”. Se alertó ya en 2021 que, en plena celebración del Festival de Cine de San Sebastián, se había sellado su “muerte anunciada”. “Hoy, prácticamente ha dejado de existir”, se queja la asociación en una nota difundida esta semana. La máquina del cinematógrafo la habían patentado los hermanos Auguste y Louis Lumière apenas un par de decenios antes, en 1895, pero no empezó a generalizarse hasta 1907. La construcción corrió a cargo de un dúo, el conformado por el arquitecto Ramón Cortázar Urruzola y el constructor Vicente Mendizábal Urretavizcaya.

Para esta construcción, la del palacio Bellas Artes, Cortázar apostó, de manera pionera, por el hormigón armado, con el que trataba de evitar el trágico destino al que se habían visto abocados otros edificios destinados a usos similares. “Los incendios con trágicas consecuencias se venían multiplicando, dada la inflamabilidad del celuloide y lo rudimentario de los primeros aparatos de proyección: solo en San Sebastián hubo que lamentar la quema del Cine Novedades en 1907 y la destrucción por causa del fuego del Teatro Circo en la calle Aldamar y el Palacio Bellas Artes de la calle Euskalerría, ambos en 1913”, recuerda en un informe de 2019 el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), una asociación no gubernamental ligada a las Naciones Unidas a través de la Unesco. De hecho, el palacio toma el nombre de esta última construcción, pasto de las llamas apenas un año antes de su inauguración. “Por su temprana cronología, este es —con toda probabilidad— el cinematógrafo más antiguo que se conserva en España, y uno de los escasos ejemplos anteriores a la Primera Guerra Mundial que aún subsisten en Europa”, incidía ICOMOS.

La pantalla del Bellas Artes se apagó para siempre el 11 de abril de 1982. El Orfeón donostiarra también había tenido su sede en el palacio desde prácticamente su construcción hasta 1977. Y, una vez apagada la pantalla, el edificio acogió también recitales de la Orquesta Sinfónica de Euskadi. Ya vacío, se sucedieron en torno a él varios rifirrafes, idas y venidas judiciales. Áncora ha luchado durante años contra el derribo del edificio. En 2013, hasta 10.000 donostiarras aportaron su firma para tratar de detenerlo.

elDiario.es/Euskadi

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