La Ertzaintza investiga si la muerte de un concejal de IU en Berango está vinculada con los crímenes de Bilbao

La Ertzaintza investiga si el fallecimiento en septiembre de 2021 del concejal de IU (Ezker Anitza) y de la coalición Elkarrekin Podemos-IU en Berango, localidad vizcaína de 7.000 habitantes, está relacionado con los crímenes presuntamente relacionados con un joven de 25 años que responde a las siglas N.D.M.B. y que se halla en prisión preventiva tras entregarse en una comisaría de Irún hace ahora una semana, según ha informado ETB y ha podido confirmar este periódico. Este sospechoso, aparentemente, conocía a sus víctimas a través de aplicaciones móviles para homosexuales y luego los drogaba y atacaba con fines económicos.

Se había considerado inicialmente que Koldo Martínez, que era el único representante electo de Elkarrekin Podemos-IU en la localidad vizcaína en 2019 y que ocupaba el cargo desde hace más de una década, murió por causas naturales. En las últimas horas, sin embargo, la Policía ha registrado una vivienda en Bilbao relacionada con él. Fuentes de su formación política confirman las sospechas, aunque apelan a la prudencia ante la falta de información oficial. Era también activista LGTBI+.

En un comunicado, IU ha expresado su “profunda preocupación”. “Si ya fue dura su despedida, más lo es en estas circunstancias tan dolorosas”, señalan. Y añaden: “Queremos mostrar nuestro más enérgico rechazo a estos asesinatos y mostrar nuestro apoyo y cercanía a la familia, amigos y personas cercanas. [...] Deseamos el pronto esclarecimiento de este caso”.

Los datos facilitados por el Departamento de Seguridad son que en este caso hay un asesinato confirmado y dos tentativas frustradas. Asimismo, hay tres muertes que habían sido certificadas como naturales que están ahora en revisión ante la posibilidad de que pudieran haber ingerido tóxicos inhibidores. La Ertzaintza y el juez de Bilbao José María Eguía mantienen el secreto de las actuaciones. El sospechoso se entregó al ver su imagen en los medios de comunicación y redes sociales y se ofreció a “colaborar”. Tras pasar unas 48 horas en dependencias policiales, pasó a disposición judicial. El magistrado ordenó su ingresó en prisión preventiva. Este joven ya no residía en Bilbao sino en Irún, donde tenía un trabajo y familia.