A falta de la lanzadera de las Encartaciones, anunciada para los “próximos meses”, la gran novedad en las Cercanías de Renfe en Euskadi desde que el Gobierno vasco asumió la gestión del servicio el 1 de enero de 2025 ha sido la línea de Vitoria, con llegadas hasta Miranda de Ebro en el oeste y hasta Alsasua en el este. Sin embargo, es una “prueba”. De momento, el acuerdo para su puesta en marcha tiene fecha de caducidad, el 31 de diciembre de 2027, aunque con posibilidad de prórroga hasta 2031, según se desprende del documento firmado entre el secretario de Estado de Transportes, José Antonio Santano, la consejera vasca Susana García Chueca y el presidente de Renfe, Álvaro Fernández Heredia.
“El nuevo servicio se realizaría con carácter de prueba, por un período que comprendería desde la entrada en vigor del presente convenio hasta el 31 de diciembre de 2027”, se puede leer en el convenio, enviado por el Gobierno al Parlamento Vasco como respuesta a una solicitud de Amancay Villalba, de EH Bildu, y publicado este martes también en el Boletín Oficial del Estado (BOE). La fecha de 2027 es la misma en que expira el acuerdo por el cual Renfe es la operadora del servicio, primero bajo control del Estado y ahora de la comunidad autónoma tras una subrogación. La consejera García Chueca, en una rueda de prensa, no mostró desagrado ante la posibilidad de que Renfe continuase más allá de ese momento. En Catalunya Renfe también sigue operando las líneas de Rodalies años después de la transferencia, aunque con un nombre comercial e imagen corporativa diferenciados.
El servicio de Vitoria se puso en marcha el 30 de mayo. Se trata de un refuerzo de los servicios de Media Distancia que ya operaban en ese corredor. Ahora hay 137 circulaciones semanales, lo que implica un 48% más de las preexistentes. Además, se ha bajado el precio hasta en un 30%. El Gobierno vasco ha indicado este mismo miércoles que fueron 18.361 los viajeros en junio. Traducido, son 612 al día y 31,27 por tren, aunque la media en días laborables sube a 724, según el Gobierno vasco. El 50% tienen origen o destino en Vitoria. En contraste, en 2024, antes de la transferencia, se indicó que en la línea de Donostia montan cada jornada laborable una media de 22.802 personas. Y son 58.096 en las cuatro del área metropolitana de Bilbao, tres de ancho ibérico y una de vía estrecha.
García Chueca se ha felicitado de que “esto supone un incremento del 27,92% respecto al mismo período del año anterior”, cuando se montaron 14.353 en los servicios de Media Distancia. En 2023 fueron 14.227. Según la consejera, son números “muy positivos” “Son incrementos de personas viajeras que demuestran que se puede activar la demanda gracias a un servicio más barato y más adaptado a las necesidades de nuestro día a día, para ir a trabajar, a estudiar o a disfrutar de la cultura y el ocio”, ha señalado en un vídeo grabado en la propia estación de Vitoria. Pero ha añadido: “No nos conformamos con estos datos y vamos a seguir trabajando para tener un servicio mejor y más fácil de utilizar. Queremos que cada vez más personas en Álava se suban al tren como alternativa de transporte sostenible”.
Servicio deficitario en un 93%
El acuerdo entre los Gobiernos central y vasco plantea unos ingresos de apenas 154.000 euros por la venta de billetes en 2025. El coste total de explotación está estimado en 2.386.000 euros. El déficit previsto el primer año es del 93,55%. En 2026, el primer año completo, se alude a un 93,48% y, de cara a 2027, a un 93,35%. Dado la vuelta, la actividad no cubre ni el 7% de su coste.
El presupuesto total fijado para el período de “prueba” es de 9.597.000 euros. De ellos, 629.000 se cubrirían con los ingresos de los viajeros y el resto, 8.968.000 euros, los abonaría el Gobierno vasco a Renfe de sus propios recursos. “La Administración de la comunidad autónoma de Euskadi, a través del Departamento de Movilidad Sostenible, se compromete a financiar y abonar la compensación por el déficit de explotación que se origine por la prestación del nuevo servicio, incluyendo el beneficio razonable, de acuerdo con las condiciones establecidas en el contrato de prestación de servicios entre Renfe Viajeros y la Administración General del Estado”, se lee en el convenio. El dinero se reparte en 2.232.000 euros ya en 2025, 3.369.000 euros en 2026 y 3.367.000 euros en 2027. Todas las cantidades están expresadas sin IVA.
El presupuesto del Cercanías de Vitoria se desglosa en un 18,29% para gastos de personal, un 44,51% para “materiales y servicios” y el resto para conceptos como “energía de tracción”, “mantenimiento de trenes”, “seguridad”, “amortizaciones” y otros gastos. “En cuanto a distancia recorrida, el nuevo servicio supondría un montante de, aproximadamente, 182.900 kilómetros de tren al año”, se puede leer también en el acuerdo de la nueva línea. El convenio refleja que “para la prestación de este servicio se requiere una unidad eléctrica, que podrá ser de las series 447, 449, 470 o equivalente, dependiendo de la disponibilidad del material rodante”. El viaje inaugural, de hecho, fue en un 447 tomado prestado de la línea de Donostia (Irún-Brinkola).