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A bordo del primer Cercanías de Vitoria 20.970 días después del final del trayecto del último “trenico” de proximidad

El billete del "tren inaugural" del Cercanías de Vitoria

Iker Rioja Andueza

Vitoria —

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A las 8.25 de la mañana de este viernes, un tren de Renfe de la serie 447 ha partido de la 'republicana' estación central de Vitoria, que fue inaugurada en 1934. La expectación era máxima, aunque el volumen de pasajeros con billetes comprados muy reducido, casi inexistente. 20.970 días después de la clausura del conocido como Vasco-Navarro, el “trenico” de proximidad que unía la capital de Álava con sus pueblos y también con Gipuzkoa y con Navarra, las autoridades han inaugurado un nuevo servicio de Cercanías.

“Es un día para celebrar”, ha solemnizado el lehendakari, Imanol Pradales, antes de recibir un gran billete de papel de manos de una trabajadora de la operadora estatal y tomar asiento, contra la marcha, en el trayecto inaugural de una línea que se inicia en Alsasua, en Navarra, y termina en Miranda de Ebro, en la provincia de Burgos.

El lehendakari, Imanol Pradales, en su discurso previo a subir al tren

El Gobierno vasco asumió el 1 de enero la transferencia de Cercanías. Aunque los trenes siguen siendo de Renfe -y así será durante años-, el nuevo controlador del servicio es la Administración autónomica. Con el cambio de 2024 a 2025, Euskadi pasó a gestionar cuatro líneas en el área metropolitana de Bilbao, una de ellas de vía estrecha de la antigua FEVE, y el servicio en Donostia. Desde hace lustros, con un operador autonómico llamado Euskotren, el Gobierno vasco también gestiona otras Cercanías de vía estrecha. Ni Renfe ni Euskotren ofrecían rutas de proximidad en Vitoria o en Álava, con la excepción de las paradas en Amurrio y Llodio, al norte del territorio, de camino a la ciudad vizcaína de Orduña, un enclave en Álava.

La consejera de Movilidad vasca, Susana García Chueca, prometió para “primavera” un gesto con Vitoria y la puesta en marcha de este servicio. El estreno ha llegado cuando la primavera ofrece ya temperaturas de verano -por encima de los 30 grados- pero a tiempo, en todo caso, de que la oposición no le vuelva a afear retrasos. Mediante acuerdos con las comunidades autónomas de Navarra y Castilla y León, la línea con eje en Vitoria llega en un extremo a las dos estaciones de Alsasua y en el otro a Miranda de Ebro, de 40.000 habitantes e histórico nudo ferroviario. En el medio, el servicio surca también el enclave de Treviño, bajo jurisdicción de Burgos.

Pantalla de salidas y llegadas en la estación de Vitoria

El de Vitoria es un Cercanías 'sui generis'. Ni siquiera se comercializa como tal, al menos de momento. En la pantalla electrónica del vestíbulo de la estación aparecía rotulado como “Regional Express”. En realidad es un refuerzo de las frecuencias y servicios de la ruta de Media Distancia ya existente. Son “137 circulaciones” semanales, lo que implica un 48% más de las preexistentes. Además, se baja el precio “hasta en un 30%”. Un desplazamiento de Vitoria a Miranda de Ebro, por ejemplo, supone 3,80 euros. Es también 'sui generis' porque no hay tornos ni canceladoras. Sí revisores y un llamamiento a la responsabilidad de los usuarios frente a la tentación de la picaresca.

Se había dicho que ni siquiera iban a ser trenes de Cercanías, que tienen una imagen corporativa propia dentro de la flota de Renfe. Pero, al menos en la inauguración, las autoridades sí han ido en 447 de este servicio y en otro andén de Vitoria esperaba un convoy similar igualmente rotulado. El primer tren ha partido de Alsasua a las 7.06 horas. Según ha contado Euskadi Irratia, una docena de viajeros han estrenado el servicio.

Ramiro González y Maider Etxebarria

Las autoridades y los medios de comunicación, por el contrario, han optado por el de las 8.25 horas para el estreno. Antes, a las 8.00 horas, se ha realizado un pequeño acto institucional. Los invitados eran numerosos. El último en llegar ha sido el lehendakari, Pradales, que ha accedido a la estación tras bajarse de su Lexus oficial. Le esperaban la consejera García Chueca, muy feliz con el estreno, la alcaldesa de Vitoria, Maider Etxebarria, el diputado general de Álava, Ramiro González, el responsable de Adif, entidad estatal que es dueña de las estaciones y de las vías, Pedro Marco, que fue viceconsejero vasco del ramo, y Óscar Gómez, directivo de Renfe. También han sido invitados alcaldes y concejales de los pueblos con paradas.

Pradales, que ha aprovechado su alocución para condenar el asesinato de una niña en Bilbao ocurrido minutos antes, ha señalado que los servicios de Cercanías crean una “Euskadi cohesionada y territorialmente equilibrada”, una Euskadi “que no se construye a dos velocidades”. Para el lehendakari, este servicio que comporta una inversión de 4 millones anuales y 11,4 hasta 2027, muestra el compromiso del Gobierno vasco con Álava. García Chueca ha deseado que “el tren sea referente” para poder “competir con el vehículo privado de combustión”. La consejera se ha felicitado de que “Álava deje de ser una excepción” sin tren de proximidad.

Rótulos de la línea de Cercanías de Donostia

Pradales, de hecho, ha recordado el viejo “trenico” desaparecido en 1967 y su importancia para la economía y vertebración del territorio. Muchas de sus viejas estaciones siguen en pie y son visitables en bicicleta o caminando, aunque en Vitoria los restos son muy limitados. Ni alcaldesa ni diputado general han tomado la palabra.

A las 8.25 ha partido el Cercanías, según ha anunciado la megafonía. De él ha bajado medio centenar de pasajeros. No parecía subir ninguno que no fuera de la comitiva institucional inaugural, aunque un periodista ha asegurado haber encontrado a uno. Una joven guipuzcoana que escuchaba música en sus 'airpods' ha preguntado por el revuelo al verse rodeada de cámaras y periodistas en el andén a su llegada a la capital.

El tren 447 está hecho en Gipuzkoa, en CAF, y en realidad es de la línea de Cercanías de Donostia. Así lo atestiguaban, en su interior, las pegatinas con las rutas eran las de la línea que une Irún con Brinkola. Un operario de Renfe ha explicado que a primera hora este mismo tren, abarrotado, ha cubierto esa línea y que luego ha empalmado de Brinkola a Alsasua para iniciar la nueva ruta. Una revisora ha confirmado que en el viaje inaugural no parecía haber ningún pasajero. Por el tipo de escalones de los vagones, no parecen unidades accesibles para sillas de ruedas, carritos y otros elementos similares. Sí se prometió que era posible ir con la bicicleta.

Pradales, García Chueca, González y Etxebarria han compartido un grupo de cuatro asientos, con lehendakari y consejera contra la marcha. García Chueca no se separaba de su gran billete. Han tenido una charla distendida.

Mitxel Montes y Mikel Pérez de Santamaría

En doce minutos, aproximadamente, el tren ha llegado a su primera parada, Nanclares de la Oca. Entre los pasajeros viajaba muy contento el alcalde, Mitxel Montes, y el concejal Mikel Pérez de Santamaría, ambos del PSE-EE. “¡Por fin tenemos el tren de Cercanías!”, contaba Montes, que lo ve como “una gran oportunidad” para que los vecinos de la capital disfruten de las “piscinas, montes y rutas” que ofrece este municipio de unos 3.000 habitantes y que se hizo conocido por acoger la cárcel alavesa.

Eugenio Ocáriz, concejal de EH Bildu en Asparrena, al otro lado de la línea ha apuntado que “habría que poner más paradas”. En su caso, la estación está lejos del núcleo principal de población, Araia. Otro de los periodistas era originario de esa localidad y ha contado cómo ha ido languidenciendo en los últimos años el ferrocarril por la poca eficiencia de los servicios.

En principio, no está previsto que haya nuevos apeaderos. En ningún lugar. De hecho, en Vitoria solamente está la parada central. En Donostia hay media docena y en Bilbao también son varias. Incluso Amurrio y Llodio, con el servicio de Bilbao, ofrecen alternativas. El alcalde de Salvatierra-Agurain, Raúl López de Uralde, también de EH Bildu, ha demandado también un “esfuerzo” de buscar “sitios estratégicos” como los polígonos industriales para optimizar el servicio y reducir desplazamientos en coche. Además, ha pedido que se deje de pensar tanto en la alta velocidad, que solamente une capitales, y se “modernice” lo que ya existe.

Es más, la estación de Vitoria no tiene ni autobús urbano, ni BEI ni tranvía. A las 8.00 horas no había ningún taxi y ha llegado uno justamente cuando se acercaba Pradales, lo que ha enfadado a quienes habían dispuesto el protocolo para las fotografías. El aparcamiento de Renfe en Vitoria no pasa de medio centenar de plazas.

En el apeadero de Nanclares de la Oca volvía a estar el Lexus de Pradales. Y el Mercedes-Benz de González. Lehendakari y diputado general se han bajado los primeros. No han terminado el trayecto inaugural. Pradales tenía otro acto en la sede de la Presidencia, en Vitoria, a las 9.00 horas y no le sobraba el tiempo. Marco, de Adif, ha estado a punto de hacer que el lehendakari se saltara la parada comentándole un asunto relevante. Finalmente, han quedado en que habrá una llamada de alto nivel del Gobierno de España para darle más información.

Óscar Gómez, de Renfe, y Pedro Marco, de Adif

El propio Marco y Gómez, de Renfe, han ocupado los asientos libres de González y Pradales y han seguido la charla con la alcaldesa y la consejera. El tren ha parado sobre las 8.45 horas en La Puebla de Arganzón, la cabecera de Treviño, sin que hubiera nadie en los apeaderos. Finalmente, sobre las 8.49 horas la comitiva ha puesto pie a tierra sin incidencias en Manzanos, un pueblo de 181 habitantes en el término municipal de Ribera Baja.

Una directiva de Renfe se ha sorprendido de lo ancho del andén del pequeño pueblo, en el que no se movía ningún coche ni ningún vecino. La estación es antiquísima y se nota que lleva años en desuso. En la pequeña -minúscula- sala de espera olía a recién pintado. A buen seguro, se han hecho pequeños arreglos para el estreno. Pero la taquilla de Renfe, totalmente cerrada, mostraba una pegatina de 1997 y logotipos ya descatalogados, dando una pista temporal. Un reloj con otro escudo antiguo de Renfe marcaba las seis y parecía llevar años estancado en ese momento.

El tren de Renfe, a su llegada a Manzanos

En ese espacio se ha instalado, eso sí, una máquina ultramoderna de venta de billetes. Las instituciones no ven rentable tener personal en las pequeñas estaciones y han optado por un sistema en el que un operario de un 'call center' de Renfe en Madrid aparece en una videollamada y expide los pases casi mágicamente a través de una impresora. Cuando las autoridades han querido hacer la prueba, el sistema ha tardado unos minutos más de lo previsto. “¿Veis? No estaba preparado”, bromeaba alguien. Finalmente, un hombre ha aparecido al otro lado de la pantalla.

La consejera García Chueca, en la máquina de venta por videollamada

Se había prometido que el servicio era bilingüe, que también había atención total en euskera. Y los periodistas lo han querido probar. En la videollamada ha vuelto a aperecer el mismo vendedor de Renfe pero ha derivado la comunicación a una joven “de Hernani” que ha contado que atiende a pasajeros en lengua vasca desde la monolingüe capital de España. Las pantallas permiten valorar con una carita sonriente de color verde el trato recibido y ella y su compañero se han llevado una.

La expedición, con caritas sonrientes, ha regresado en autobús a Vitoria. No había tren de vuelta. El Gobierno vasco tiene pendiente renovar la imagen de marca de las Cercanías. En Catalunya, opera también Renfe pero lo hace como Rodalies bajo control de la Generalitat. Habrá “rebranding” pero, por el momento, se insiste en que son otras las prioridades, como que los usuarios empiecen a conocer la nueva línea de Alsasua a Miranda de Ebro con base en Vitoria. 20.970 días después, la capital vuelve a tener un tren de proximidad.

Vista general de la estación de Vitoria
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