El índice de precios de consumo (IPC) se situó en julio en Extremadura en el 3,2 % interanual, el tercero más alto de España, donde el encarecimiento de la electricidad y de los carburantes y lubricantes aupó el IPC al 2,7 %, cuatro décimas más que el mes anterior.
El pasado julio, la tasa de inflación en la comunidad extremeña registró un descenso mensual del 0,4 %, mientras que en lo que va de año acumula un aumento del 2,1 %, según los datos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Por grupos, los alimentos y bebidas no alcohólicas se han incrementado un 3,2 % en el último año, si bien la mayor subida en Extremadura corresponde a la vivienda, un 12,1 %, seguida de bebidas alcohólicas y tabaco (4 %), hoteles, bares y restaurantes (3,9 %) y otros (3,2 %).
También subieron los precios en vestido y calzado (2,8 %), medicina (1,9 %), enseñanza (1,9 %), menaje (0,9 %), ocio y cultura (0,6 %) y comunicaciones (0,5 %), mientras que sólo bajaron en transporte (-0,3 %).
Extremadura, por encima de la media nacional
El IPC extremeño, cinco décimas por encima de la media nacional y otras tantas más respecto a junio, coloca a la región como la tercera comunidad autónoma con mayor tasa anual. En el conjunto de España, la inflación interanual fue del 2,7 %, y la subyacente (que excluye energía y alimentos frescos) avanzó una décima, hasta el 2,3 %.
El INE confirma que la inflación de los alimentos se moderó en julio una décima, hasta el 2,7 %. La aceleración de la inflación se debe principalmente al grupo de la vivienda, cuya tasa anual subió 2,5 puntos, hasta el 6,7 %, por la subida de los precios de la electricidad frente a la bajada registrada en julio de 2024.
En segundo lugar, el transporte elevó su tasa anual hasta el 0,2 %, un punto más que en junio, debido al encarecimiento de carburantes y lubricantes para vehículos personales. También influyó el aumento del transporte combinado de pasajeros y el transporte aéreo, que se había mantenido estable un año antes.
La inflación encadena así dos meses consecutivos al alza —junio (2,3 %) y julio (2,7 %)—, dejando atrás la tendencia descendente de marzo (2,3 %), abril (2,2 %) y mayo (2,2 %). Aun así, sigue lejos del mínimo de septiembre de 2024 (1,5 %).
Aceite de oliva a la baja y huevos al alza
En el último año, el aceite de oliva redujo su precio un 44,3 %, y también se abarató respecto al mes anterior (-3,1 %). Por el contrario, los huevos se encarecieron un 18,3 % en doce meses.
Otros descensos interanuales destacaron en el azúcar (-19,7 %), el yogur (-2,6 %), los productos a base de cereales (-2,2 %) y la pizza y quiche (-1,2 %).
En el lado opuesto, los mayores incrementos interanuales en alimentos correspondieron al chocolate (21,6 %), otros aceites comestibles (20,4 %), café (19,8 %), carne de vacuno (15,1 %), carne de ovino y caprino (11,7 %) y cacao y chocolate en polvo (11,3 %).
Fuera del ámbito alimentario, lo que más se encareció en un año fue el transporte combinado de pasajeros (26,8 %), la joyería y bisutería (22,9 %), la electricidad (17,3 %), la recogida de basura (14,3 %) y los vuelos internacionales (13,6 %). Las mayores bajadas se dieron en combustibles líquidos (-9,6 %), ordenadores personales (-9,4 %), equipos de telefonía móvil (-8,8 %) y gasolina (-7,8 %).
Variación mensual
En comparación con junio, los precios de consumo bajaron un 0,1 %, rompiendo una racha de nueve meses en terreno positivo que comenzó tras la caída del 0,6 % registrada en septiembre de 2024. El grupo con mayor repercusión negativa fue vestido y calzado, por las rebajas de verano, mientras que el transporte (por el encarecimiento de carburantes y lubricantes) y ocio y cultura (por la subida de paquetes turísticos) registraron impacto positivo.
Todas las comunidades autónomas presentaron tasas anuales positivas en julio, con los valores más altos en Baleares (3,5 %) y Comunidad Valenciana (3,2 %), y el más bajo en Murcia (2 %).
En julio, la tasa de variación anual del Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) fue del 2,7 %, cuatro décimas más que en junio, con una caída mensual del 0,3 %.
El Ministerio de Economía, Comercio y Empresa destaca que la evolución de la inflación “es compatible con un fuerte dinamismo de la economía española, que se mantiene como motor de crecimiento entre los principales países europeos”. Según el departamento, “la estabilidad de los precios, el récord en creación de puestos de trabajo y las subidas de los salarios están permitiendo a las familias recuperar de forma progresiva su poder adquisitivo”, agregan las mismas fuentes.