El derribo de la presa de Valdecaballeros no afecta al suministro a poblaciones, asegura CHG

El derribo de la presa de la central nuclear de Valdecaballeros (Badajoz) no repercutirá en el abastecimiento de agua de las dos poblaciones cercanas, Castilblanco y Valdecaballeros, ha asegurado el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), Samuel Moraleda.  

Un derribo contra el que va a recurrir la Junta por entender que sí se puede perjudicar ese suministro, y además la demolición supone ya en sí un impacto ambiental.

La central de Valdecaballeros nunca llegó a funcionar tras la declaración de moratoria nuclear de 1984. 

No obstante en los años ochenta, cuando se pensaba aún en hacerla, se otorgó una concesión mediante orden ministerial, según ha informado a la agencia Efe el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico.  

En el año 2021, Endesa -que era la titular del derecho- renunció a la concesión y automáticamente el organismo de cuenca (CHG) tiene encomendada la tramitación de la extinción de la misma, según Moraleda. 

La extinción de la concesión ya se ha tramitado y ha finalizado con la resolución que publicó la Dirección General de Agua (DGA), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, el pasado 14 de marzo. 

En la resolución de la DGA se acuerda la demolición de las obras, ya que cuando se extingue una concesión hay que restituir el Dominio Público Hidráulico. Por lo tanto, esa restitución “conlleva la demolición de la presa”. 

Según el presidente de Confederación Guadiana esta tramitación ha contado con todos los informes favorables de la abogacía del Estado y del Consejo de Estado.  

La extinción de la concesión se ha hecho a instancia de la titular y la demolición tiene que correr a cargo del titular de la concesión, como establece la legislación de aguas, ha señalado Moraleda.  

De todas formas, es una resolución que se puede recurrir. 

Estaba previsto que la central de Valdecaballeros albergara dos reactores de 950 megavatios cada uno, pero tras la mortatoria nuclear se paralizaron las obras, cuando casi se había finalizado la construcción del reactor 1, mientras el otro se paró cuando ya estaba construida la estructura de hormigón.