El búmeran de Feijóo, sal en las heridas de PSdeG y BNG
Fue una constante durante la campaña electoral. “Al coger una papeleta del PP no cogen sólo una papeleta, cogen el recorte de las pensiones”, advertía el candidato del PSdeG, Pachi Vázquez, al tiempo que los recortes eran de “Feijóo y Rajoy”, que van “juntos”. Las elecciones del 21 de octubre eran una “doble oportunidad”, alertaba el cabeza de cartel del BNG, Francisco Jorquera. Era necesario “frenar a Feijóo para que Rajoy ”no cuente con el aval que lo legitime para seguir aplicando brutales recortes“. Argumentos semejantes se escuchaban también en los actos electorales de AGE, desde el lema, Hai que paralos! hasta las llamadas a ”darle una patada en el culo a Feijóo y a Rajoy“. Pero las urnas dijeron lo que dijeron, que traducido a escaños quiere decir mayoría absoluta para el PP. Y Alberto Núñez Feijóo se reencontró con su jefe de filas mientras convertía los argumentos de la que será oposición en un búmeran ideal para el inicio de la legislatura.
Al contrario de lo sucedido tras su primera victoria, en 2009, Feijóo iniciará su segundo mandato sin “herencias recibidas” sobre las que apoyarse. No habrá lugar para la aparición de supuestos “agujeros” financieros que ensanchar o contraer y, por lo tanto, tampoco cabe “plan de choque” alguno con el que inaugurar la legislatura. Así, la posibilidad de aferrarse a los que fueron argumentos de campaña de los contrincantes le resulta especialmente útil al actual presidente en funciones, sobre todo para cargar contra PSdeG y BNG, ya que AGE, que se estrena en el Parlamento, tiene para sí otro argumento: no sólo ha pasado de cero a nueve escaños, sino que es la única fuerza que no se sentará en el Pazo del Hórreo después de perder más de cien mil votos.
“Nos echarán paladas de sal en las heridas”, advirtió el aún portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, al anunciar ante el Consello Nacional de la formación su intención de no repetir en el cargo. Precisamente a eso es a lo que se ha dedicado Feijóo en los últimos días, ya no desde el atril de los mítines del PP, sino desde el que está reservado para el jefe del Gobierno gallego. A Feijóo se le preguntó por sus equilibrios para desligarse de Rajoy durante la campaña y aseguró “mantener todo lo que dije”, aunque con matices. “Los gallegos avalaron las políticas de la Xunta y del PPdeG, nuestro programa electoral, hay pocas dudas al respeto”. Aunque hay un pero: “sí es cierto que la oposición formuló durante mucho tiempo que votar al señor Feijóo era avalar las políticas del señor Rajoy”, señaló.
En este contexto, y mientras PSdeG y BNG inician sus respectivas “reflexiones” internas y AGE organiza su aterrizaje en la Cámara, Feijóo da por supuesto que “para la oposición se estará avalando la política del señor Rajoy”, ya que este “es un análisis coherente con lo que se vino diciendo toda la campaña”. Esa, asegura, fue “toda la cuestión del PSdeG, de los distintos BNG y de Izquierda Unida”, de “todos los que se presentaron contra el PP”. “Si todo el mundo decía que votar al PP era avalar las políticas del PP en Madrid”, es “evidente que quedó avalado el señor Rajoy”. Pero, una vez lanzado el búmeran, vuelve a la pose presidencial. Esta, en cualquiera caso: “es una cuestión dialéctica en la que yo no entro”. Aquí está uno de los retos de la oposición gallega.
