La Diputación de Lugo rechaza la macrocelulosa proyectada por Altri con los votos de PSOE y BNG

Beatriz Muñoz

Santiago de Compostela —

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El pleno de la Diputación de Lugo se ha posicionado en contra de la planta que Altri proyecta instalar en la comarca da Ulloa tal y como está planteada, con un gran peso de la producción de celulosa -400.000 toneladas anuales de celulosa soluble frente a 200.000 de lyocell-. El PP se ha quedado solo con una moción que pedía apoyar esta industria y, enfrente, tanto el PSOE como el BNG lo han acusado de mentir y de presentar como un proyecto de fibras sostenibles algo que no lo es.

Antes del pleno, el presidente de la Diputación, José Tomé (PSOE), ya hizo unas declaraciones para aclarar su postura y la de su grupo: “Industria limpia sí, fibras textiles sí, celulosas no”. “No queremos un engaño ni le vamos a lavar la cara al PP”, dijo. Y replicó al argumento que varios miembros del PP han utilizado estos días de que en 2022 tanto PSdeG como BNG votaron a favor del proyecto en el Parlamento gallego. Entonces, manifestó Tomé, el plan se había presentado como una factoría de fibras textiles. Para crear otra celulosa, agregó, “ya está Ence”.

Lo que el Parlamento aprobó hace dos años por unanimidad fue una proposición no de ley que decía que se instaba a la Xunta a “dar prioridad al proceso de diseño de la primera fábrica de fibras textiles de España”. Con el proyecto en el trámite de exposición pública, los datos cambiaron la situación, según Tomé: “Amancio Ortega fue listo y ya escapó de ahí porque sabía información que nosotros no”. En el mismo sentido, el diputado socialista Pablo Rivera consideró que hay dos hipótesis para explicar la conducta del PP: “O los tomaron por tontos o son partícipes de un engaño colectivo”.

En representación del BNG Efrén Castro también se refirió a “la gran mentira del PP”. “Lo que no quiere la República Portuguesa en Galicia es estratégico”, protestó. La fábrica, tal y como está propuesta, “no cierra el ciclo económico ni es economía circular”, sino que haría en su mayor parte “fibra para exportar”, criticó. El perjuicio de esta “bomba ambiental” -como la está definiendo el BNG- sería para toda la comarca da Ulloa, pero también para la ría de Arousa, a donde va a desembocar el río Ulla.

El diputado del PP Antonio Ameijide insistió en que, para analizar el proyecto, es necesaria “cordura, seriedad y responsabilidad”. “Proyectos de este tipo pasan una sola vez en nuestra vida política”, dijo e insistió en que la planta produciría “fibra textil 100% biodegradable” a partir de “eucaliptos gallegos 100% certificados”. Es en estas ocasiones, según su interpretación, cuando se debe “mostrar el compromiso real con la creación de empleo”.

Sobre el empleo también acusaron BNG y PSOE al PP de mentir. Ameijide repitió las cifras de 2.500 puestos de trabajo en torno a la planta y los 4.000 durante la fase de construcción. La propia empresa señaló en una presentación ante los vecinos que serían en torno a 500 directos y unos 2.000 indirectos cuando esté en funcionamiento.