Feijóo admite que un paciente murió en un centro médico sin atención y apela a los hijos de Iglesias y Montero para defenderse

El pasado 4 de agosto un paciente que había acudido al Punto de Atención Continuada (PAC) de A Estrada -a unos 30 kilómetros de Santiago- para ser atendido de una indisposición murió sin haber recibido atención médica porque el único equipo médico disponible ese día en ese centro de salud había tenido que salir para atender otra emergencia. El propio Servizo Galego de Saúde (Sergas) admitió horas después los hechos que ya había hecho públicos la familia del fallecido y también lo ha hecho este miércoles en el Parlamento el presidente de la Xunta, que además ha constatado que la inspección sanitaria tiene en marcha una investigación para “esclarecer si ha habido algún problema en la atención como consecuencia de la organización del PAC de A Estrada”.

El acuerdo en torno a cuáles fueron los hechos es total, pero no así en lo referido a sus causas. En la primera sesión de control tras el inicio del 'curso político' Alberto Núñez Feijóo ha tenido que enfrentarse a que dos de los tres portavoces de la oposición, Luís Villares (En Marea) y Ana Pontón (BNG), le pidan explicaciones por lo que consideran una consecuencia directa de los “recortes”, una “vergüenza” que “no puede volver a suceder”, para lo que exigen garantizar los PAC tengan siempre dos equipos médicos disponibles.

Tras “lamentar profundamente lo sucedido”, el jefe del Gobierno gallego ha dicho no aceptar la “manipulación” que, desde su punto de vista, ambos grupos hacen del suceso. Lo ha hecho en una serie de respuestas en las que ha recurrido a la intensa atención sanitaria que han necesitado tras nacer prematuramente los hijos de Pablo Iglesias e Irene Montero, secretario general y portavoz parlamentaria de Podemos.

“Ahora que en su partido saben mucho de cómo se atiende a la gente en los hospitales, incluso a los prematuros”, replicó a Villares, En Marea debería tener en cuenta los “logros” de la “atención sanitaria” en el Sergas, que por ejemplo destina “hasta 100 personas a atender a un bebé prematuro cuando hay una necesidad”. En este sentido, Feijóo amagó con “leer” la carta que Iglesias y Montero divulgaron para agradecer el trato dado a los bebés en la sanidad pública, toda vez que a su juicio muestra que Iglesias “tiene algo más de cerebro que usted”. Esa expresión le valió el apercibimento del presidente de la Cámara, el también popular Miguel Santalices.

“Un poco de respeto por los hechos”, reclamó Feijóo al portavoz de En Marea antes de relatar la circunstancia a la que el propio Villares ya había aludido: cuando el paciente falleció, “el personal estaba regresando” de atender un traslado urgente a que había tenido que acudir a petición del 061 y de la Guardia Civil, detalló. Mientras, como marca el “protocolo”, el propio 061 “coordina la atención” en el PAC, que según Feijóo ese sábado tenía un solo equipo porque un segundo médico, “previamente contactado”, “entendió que estaba destinado a otro PAC”. El Sergas, relató, “inmediatamente intentó contratar a otro médico” pero “no lo consiguió hasta el día siguiente”. Pero “ustedes -reprochó- vienen a manipular, deteriorando la sanidad pública”.

Más allá de lamentar “su falta de elegancia al hablar de niños prematuros”, Luís Villares ha instado a centrar el debate en que “es inmoral que el Sergas no tenga recursos humanos suficientes al servicio de la ciudadanía” para atender servicios como los PAC. “Pero es que además es ilegal”, advirtió, ya que “existe una orden” del Sergas desde el año 2008 que regula los planes funcionales de los PAC, documentos que incluyen “criterios para la cobertura de las ausencias imprevisibles” del personal. “El PAC de A Estrada tenía este documento aprobado y preveía que tenía que haber dos equipos médicos, pero había sólo uno”, resolvió.

Tanto Villares como Pontón han finalizado sus preguntas lanzando propuestas como la garantía de un “mínimo de dos equipos” en los PAC que, según En Marea y BNG, permitirían evitar la repetición de lo sucedido y han exigido aclarar estos hechos mediante una comisión de investigación. El presidente gallego ha obviado tanto las propuestas como la petición; la inspección sanitaria tiene sus pesquisas en marcha y la familia del enfermo, “toda la razón al exigir justicia”. “Lo que no estoy dispuesto es a decir cosas que son mentira y a manipular la realidad” como, cree, hizo la oposición en este caso.