Galicia celebra su Día Nacional desbordada de peregrinos y con los contagios disparados

Dos años después y con una pandemia de por medio, este domingo Galicia vuelve a celebrar su día grande. El 25 de Xullo, oficialmente Día Nacional de Galicia, quizás sea una de las fechas más concurridas en el calendario gallego. Las programaciones políticas, institucionales y religiosas convergen en el mismo día. Los nacionalistas e independentistas festejan el Día da Patria Galega, y el resto del arco político, el Día Nacional: el PP se limita a los actos institucionales de la Xunta, mientras el Partido Socialista realiza una ofrenda en la estatua de Castelao, intelectual exiliado y figura de referencia del galleguismo y el nacionalismo, en su localidad natal de Rianxo (A Coruña).

No solo de política vive el 25 de xullo. Si, como es el caso de este 2021, cae en domingo, entonces el Vaticano declara el Ano Santo. En la catedral hay misa y algunos representantes de la cosa pública se encomiendan a Santiago y le piden intercesión. Y en Santiago de Compostela, que concentra la mayor parte de las reivindicaciones y festividades, son además las fiestas patronales, el Apóstol. Este año las restricciones debido al coronavirus son menores que el anterior, pero la ciudad, como el resto de Galicia ha llegado esta semana a sus cifras récord de contagio durante la quinta ola.

La Fiestas del Apóstol de este año están especialmente marcadas por el Ano Santo Xacobeo. El hito religioso reunirá en la capital gallega al Jefe del Estado, Felipe VI, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, además de otros altos cargos políticos y eclesiásticos. Además, miles de personas transitarán por las calles de la ciudad y asistirán a los conciertos de los festejos. El riesgo sanitario no está descartado. El propio alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, admitía esta semana que la evolución de la pandemia después de las celebraciones podría ser negativa y no descartaba el aumento de las restricciones como consecuencia del festejo.

Aunque las fiestas comenzaron este sábado con el tradicional espectáculo pirotécnico por el que el Ayuntamiento de Santiago pagó 269.355 euros, será durante el domingo cuando se oficie la misa en la catedral, el Rey Felipe VI haga su ofrenda al Apóstol y se ponga a funcionar el botafumeiro. Todo en el marco de dos semanas llenas de actividades culturales y con una gran afluencia de peregrinos. Turistas llamados por las campañas de promoción de la Xunta y que han llenado hasta los topes albergues que, a causa de la pandemia, cuentan con menos de la mitad de su capacidad habitual.

Las concentraciones del Día da Patria

Al margen de las celebraciones institucionales y religiosas, la izquierda política gallega no ha faltado a su fecha señalada. El Bloque Nacionalista Galego ha vuelto a convocar a las 12.00 horas en la Alameda de la capital su tradicional manifestación del Día da Patria, que terminará en la Praza da Quintana, donde intervendrá su líder, Ana Pontón. Lo hará después del parón de 2020 por culpa del coronavirus. Entonces, deslocalizaron su marcha y la conviertieron en actos simultaneos en las siete ciudades gallegas. En la víspera, el sábado, 24 de julio, el presidente de Esquerra Republicana de Catalunya, Oriol Junqueras, participará en un acto junto a Pontón. Los nacionalistas gallegos han enfocado su campaña para el Día da Patria hacia la necesidad de seguir ampliando su base militante y su influencia social.

Por su parte, el PSdG acudirá a Rianxo para conmemorar la memoria de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao, histórico intelectual nacionalista, teórico, escritor y dibujante, muerto en el exilio argentino en 1950. El eje central del mensaje de los socialistas gallegos para el Día da Patria se centrará en el cuarenta aniversario del Estatuto de Autonomía de Galicia. Durante esta semana, el líder del PSdG, Gonzalo Caballero, ha querido destacar el “compromiso galleguista y federalista” de su partido y ha declarado sus intenciones de tratar de reformar el estatuto para “ganar más derechos para los gallegos y las gallegas del siglo XXI”.