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Masificación en las Cíes: “Hay días en los que la isla parece una feria”

Barco atracado en las islas Cíes este viernes 18 de agosto

Miguel Pardo

Lo que se venía advirtiendo -de manera más o menos pública- ha vuelto a saltar a las portadas en el puente de agosto. La masificación de las islas Cíes fue denunciada por el Parque Nacional de las Islas Atlánticas, que demandó a cuatro navieras ante la Dirección Xeral de Conservación de la Naturaleza por sobrepasar el límite diario de pasajeros, establecido en los 2.200 además de los 800 que puede acoger el cámping. Las compañías habrían transportado los días 3 y 5 de este mes unas 4.000 personas de más, por lo que se le abrieron seis expedientes. Pero la situación es reincidente, repetida durante los últimos años y en numerosos días de este verano. Trabajadores y habituales del archipiélago aseguran que la sobreexplotación es algo común. “El domingo 6, aquello parecía Samil (playa urbana de Vigo)”, cuenta un visitante. Este mismo viernes 18, entre las 9.15 y las 13 horas ya habían atracado más de cinco barcos y todavía quedaba por llegar uno “a reventar”. “La isla parece una feria; hay  muchos días que es así”, ratificaba una fuente desde la zona. Las imágenes de la misma jornada corroboran la percepción.

Trabajadores y habituales de las Cíes denuncian que la masificación en las islas y el exceso en los visitantes permitidos es habitual

Al director del Parque Nacional, José Antonio Fernández Bouzas, se le ha agotado la paciencia y ya ha solicitado en varias entrevistas “medidas ejemplarizantes”, incluso más allá de las multas, que supondrían retirarles temporalmente a las empresas las licencias para transportar pasajeros a las Cíes. Desde Medio Ambiente se ha advertido de las sanciones, que van de 6.000 a 12.000 euros para las navieras, pero que podrían aumentarse en el caso de aquellas que reinciden en no respetar los límites marcados.

Mar de Ons y Nabia fueron las empresas expedientadas el día 3 y también, sólo dos días después, por superar el número de viajeros en sus barcos. El sábado 5, a estos cuatro expedientes se le unieron dos más: la Tour Rías Baixas y la Cruceros Rías Baixas. Todas por transportar en total unas 4.000 personas de más como mínimo desde Baiona, Cangas y Vigo.

En las Cíes, están “tan acostumbrados como enfadados”. “Se nota mucho cuando hay gente de más; hace días que es exagerado porque se supera en millares de personas el número permitido, pero es muy habitual que en cualquier día del verano haya 500 o 600 personas de más en la isla”, explica un trabajador en la zona y con años de experiencia. Habla con turistas, compañeros y guardias. Todo cambió “desde 2009 o 2010”. “Se convirtió en un sitio muy turístico, salió en The Guardian... Y de la única empresa naviera que había se pasó a algunas más; desde ahí todo es bastante molesto”, insiste.

Las quejas son comunes: “Con 2.200 personas se puede estar, pero con 4.000 es una locura; hay colas no sólo para coger los barcos, sino para todo”. Visitantes más o menos habituales de las Cíes corroboran lo “molesto” que en algunos días es “esperar en fila para cualquier cosa”. En la isla hay tres restaurantes y hay jornadas en las que rebosan. “Y el agua, de pozos propios, es la que es, al igual que el número de servicios”, insisten las mismas fuentes.

Desde Parques Nacionales y desde las propias Cíes se advierte de que la problemática de la sobreexplotación no es sólo de impacto medioambiental sobre el ecosistema, sino también de recursos disponibles y de imagen hacia dentro y más hacia el exterior. Pero también de seguridad. “Esto es una isla y si pasa algo hay que desalojar a toda la gente de aquí”, cuentan.

En lo que sí coinciden todas las fuentes es que en los “días fuertes” del verano, el exceso de la capacidad permitida en las islas es sistemático. “La mayoría de veces que los guardias hacen el recuento, se sobrepasa el número permitido; los avisos y las denuncias salen de aquí hacia fuera, pero hay que preguntarse si llegan a donde tienen que llegar o se hace todo lo que se debe”, añaden. Este diario se puso en contacto con la Consellería de Medio Ambiente hace ya días para recoger información sobre la forma en la que se gestionan dichas denuncias pero todavía no ha recibido respuesta.

Desde dentro de las Cíes, las fuentes aclaran que “en los cuatro días posteriores al conocimiento de los expedientes, la situación se calmó, pero no tardó en volver la masificación”. ¿Y cómo puede ser tan habitual? Se apunta a uno de los motivos que facilita la llegada de más visitantes de los permitidos. La presencia habitual de unas 700 personas en el cámping durante el verano obliga a que las navieras tengan que reservar 300 billetes para aquellos que abandonan el recinto de acampada. “Son pasajes flotantes porque es gente que se puede ir a mediodía o a las cinco de la tarde; procuran enviarlos por la mañana y luego venden el resto; son billetes fluctuantes y siempre se acaban vendiendo de más”, explican.

El año pasado, se abrieron 14 expedientes a navieras por diferentes motivos y por lo menos uno de ellos acabó con una sanción de 12.000 euros a una de ellas por transportar personas de más. En 2015, hubo más expedientes después de que hubiesen sido casi un millar de billetes los que se habían vendido de más durante algunos días. Hace tres años, también hubo denuncias.

Pero la cosa no parece cambiar. Este viernes 18, desde las Cíes vuelven a llegar quejas de la “masificación” y de la llegada de embarcaciones “repletas”. Las mismas que manifestaron visitantes el domingo 6 de agosto, tan sólo un día después de la venta masiva del sábado por la que fueron expedientadas cuatro navieras. Se reclama contundencia, y en la isla hay quien reflexiona: “Vender tan sólo 600 billetes de más a 18,50 euros son más de 11.000 euros extras; si la multa más alta que pagaron las empresas fue de 12.000, ¿cómo no les va a compensar seguir vendiendo de más?”. “La islas no pueden pasar de ser un Parque Natural a ser Samil”, concluyen.

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