Novagalicia desaparece del mapa: ni gallega, ni solvente, ni nada
“Gallega y solvente”. Así sería la entidad resultante de la fusión de las cajas y esos fueron los dos adjetivos de los que se valió Feijóo durante meses para justificar el proceso y alimentar las esperanzas sobre el mantenimiento de un sector financiero gallego que se esfuma. Y ahora de una vez por todas. Según diversas informaciones, Novagalicia está sentenciada. No hay marcha atrás. “Será vendida sí o sí”, aseguran fuentes del Banco de España, que echan abajo el plan de José María Castellano de mantenerla como entidad independiente a través de la búsqueda de inversores privados que mantuvieran así la raíz gallega del banco.
Más aún. Esos veinte inversores privados que pusieron 70 millones de euros perderán todo su dinero, a pesar de su malestar y sus protestas que incluso los llevaron a meditar una denuncia. Pero el Banco de España es inflexible y no ha atendido ninguna de sus peticiones, por lo que tendrán que decir adiós a su dinero para absorber las pérdidas mediante una reducción de capital que llegará antes de la inyección de ese rescate europeo de casi 5.500 millones de euros.
La venta de Novagalicia Banco será, además, inminente y antes del próximo verano y posiblemente en el primero trimestre de 2013. “NovaGalicia desaparecerá como entidad independiente, únicamente podrá mantenerse cómo filial propiedad 100% del comprador si este lo decide así y no la integra con su red y marca”, aseguran fuentes del Banco de España. Por tanto, el final de NGB no será diferente al de Catalunya Caja o antes al de Cajasur, CAM, Banco de Valencia o Unnim.
A pesar de su carácter fundamental en la economía gallega, el Banco de España no considera “sistémica” la entidad gallega, aunque sí Bankia, lo que explica que el banco madrileño no vaya a la subasta. Según apuntan varios medios económicos, las exigencias de la troika son claras y la Comisión Europa impone que el rescate bancario afecte lo menos posible a la competencia. Para la UE, una entidad que recibe 6.000 millones de euros y sigue compitiendo tiene que desaparecer, a no ser que sea considerada sistémica. Para Europa y para Madrid, NGB no es tan importante. La liquidarán para siempre.
La venta y desaparición de Novagalicia supone el fracaso económico y político de un país y deja en evidencia al presidente de la entidad, José María Castellano, y al propio Núñez Feijóo. El primero insistió una y otra vez en mantener la entidad en solitario y buscar inversores privados, pero para evitar la nacionalización que no pudo evitar había prometido 1.000 millones, para sólo conseguir 70. Ahora seguía con un empeño que ya no cree nadie. Que haya inversores privados con el 2,6% del capital tan sólo le creará un problema a él y un retraso en los tiempos del proceso.