Partido Socialista y BNG acuerdan investir alcaldes progresistas para cerrar el paso al PP en los ayuntamientos gallegos

Daniel Salgado

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Partido Socialista y BNG sumarán sus votos para hacer efectivas mayorías alternativas al PP en los ayuntamientos gallegos. Así lo han acordado este lunes las cúpulas de ambas formaciones, reunidas en Santiago de Compostela. “Se cumplirá la voluntad expresada por los ciudadanos y se constituirán gobiernos locales de progreso”, aseguró el responsable de organización del PSdeG, José Manuel Lage Tuñas. “Siempre se apoyarán alcaldes o alcaldesas alternativos al Partido Popular”, sintetizó la responsable de política municipal de los nacionalistas, Carme Da Silva. Los plenos de investidura serán el 17 de junio y darán lugar, calculan, a unas 100 alcaldías socialistas y a unas 40 del Bloque, de un total de 313 municipios, entre ellas las correspondientes a buena parte de las localidades más pobladas.

El pasado 28 de mayo, las candidaturas del PSdeG obtuvieron 420.377 votos, un 29,17%, y 1.010 concejales. El BNG, 248.676, 17,25%, y 590 ediles. Fue, junto a Bildu en Euskadi y a Más Madrid pero a nivel autonómico, una de las tres organizaciones del campo de la izquierda cuyo respaldo aumentó. El PP, 554.112, un 38,45%, 1.765 asientos en los plenos. La suma de la izquierda socialista y nacionalista sobrepasa ampliamente a la derecha. En 1999, con Xosé Manuel Beiras como líder del BNG y Emilio Pérez Touriño del PSdeG, ambos partidos establecieron una política de apoyo mutuo para conformar mayorías progresistas en el ámbito municipal. Aquello supuso un serio revés para la hegemonía de los conservadores, entonces dirigidos por Fraga Iribarne, y coaliciones de izquierda gobernaron los principales consistorios. Durante estos años, socialistas y nacionalistas han mantenido esta línea, lo que los llevó incluso a la Xunta de Galicia entre 2005 y 2009.

“El BNG se compromete a apoyar las candidaturas del PSOE y, por su parte, el PSOE apoyará las alcaldías en las que el BNG es la fuerza más votada”, ratificó Da Silva. Uno de esos casos es Santiago de Compostela, donde Goretti Sanmartín encabezó la lista más votada de la izquierda y superó al todavía alcalde socialista Xosé Sánchez Bugallo. La agrupación compostelana del PSOE ya ha anunciado que votará por su investidura, pero deja en el aire una posible entrada en su gabinete.

Otro punto conflictivo se encuentra en Ourense. Allí, el populista de derechas Gonzalo Pérez Jácome logró 10 actas y se convirtió en la fuerza más votada. Tras un primer mandato como alcalde plagado de polémicas, astracanadas y enfrentamiento con las demás fuerzas políticas -incluso con su inicialmente aliado PP-, reforzó su posición. El futuro de la corporación es una incógnita en la que también la diputación -en la que Baltar y el PP han vuelto a perder la mayoría absoluta- entra en la ecuación. Los dirigentes se han emplazado a nuevos encuentros para aclarar escenarios como el ourensano o el de la capital gallega. En todo caso, sintetizó Lage Tuñas, parten de que “las fuerzas situadas en la izquierda son mayoritarias”. La desaparición de Ciudadanos y la irrelevancia de la ultraderecha -Vox solo obtuvo un concejal en toda la comunidad- no permiten al Partido Popular una política propia de alianzas.