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La primera alcaldesa del PSOE en el pueblo de Fraga: “La mayoría absoluta del PP venía enlazada a las mismas familias que en la dictadura”

Elba Veleiro, alcaldesa de Vilalba (Lugo) por el PSdeG, delante del Ayuntamiento

David Reinero

Elba Veleiro (Vilagarcía, 1955) es médica desde 1981 en el centro de salud de Vilalba, cabecera comarcal de la muy rural y envejecida Terra Cha lucense. Concejala por el PSdeG desde 2007, desde el pasado 15 de junio es además la primera alcaldesa, apoyada por la marea local Vilalba Aberta, de un ayuntamiento hasta ahora siempre gobernado por la derecha en el que en 1983 Alianza Popular llegó a obtener el 82% de los votos. En esta ocasión los socialistas superaron al PP con el 43% frente al 39% en un municipio simbólico para los populares, en el que un busto colocado en 1970 entre el Ayuntamiento y su casa natal recuerda que allí fue donde nació su fundador, Manuel Fraga.

La entrevista fue concertada antes de que hace una semana una mujer fuese asesinada en el municipio presuntamente por su exmarido, que se suicidó después, y la conversación tuvo lugar justo antes de una de las varias concentraciones que se celebraron en condena de ese hecho.

Otra mujer ha sido asesinada, ahora en Vilalba. ¿Que valoración hace la primera alcaldesa que tiene el ayuntamiento?

Nos sentimos todos impotentes porque una y otra vez, en cualquiera parte, en cualquier lugar, se produzcan víctimas por violencia machista. Y cuando toca en el propio municipio pues mucho más, porque aunque no tengas una relación directa conoces a las personas, las conoce el resto de los vecinos.

¿Qué puede hacer un ayuntamiento para erradicar el machismo?

Aquí la verdad es que llevamos muchos años trabajando en la prevención y el seguimiento de la violencia de género. Hace diez o doce años hicimos un protocolo insterinstitucional en el que colaboraban la Policía, la judicatura, la Guardia Civil, la Policía Local, los servicios sociales del Ayuntamiento y el centro de salud. Yo no estaba aún entonces en la política pero acudía como representante del centro de salud y funcionaba. Se hacían valoraciones, se aportaban nuevas ideas para mejorar las actuaciones. En los últimos años ya está mucho más formalizado y protocolizado por parte del Estado y de la Xunta, y con las distintas leyes de igualdad y contra la violencia de género. En este caso creo sinceramente que se cumplió el protocolo, hace poco relativamente que se había presentado la denuncia y se había dictado la orden de alejamiento, pero es imposible prestar atención las 24 horas a todas las mujeres que presentan una denuncia. Es materialmente imposible por medios materiales y humanos. Como sociedad es un fracaso y el punto que considero básico en el que hay que incidir es en la educación, la formación de las personas desde niños en igualdad de derechos y de deberes. Creo que es la única posibilidad de que se pueda llegar a un número cero de víctimas, esperemos que en un futuro lo más próximo posible.

Usted llegó hace poco más de un mes a la alcaldía tras 40 años de gobiernos democráticos de derechas. ¿En las municipales ganó el PSdeG o perdió el PP tras cuatro décadas de poder?

Creo que se mezclan las dos cosas. Por un lado creo que es una victoria del PSOE porque lleva muchos años, no sólo en la última legislatura, trabajando con seriedad y responsabilidad, haciendo su trabajo de oposición de fiscalización del gobierno y de propuesta de alternativas. Creo que el PP perdió en parte por eso, porque posiblemente era una mayoría absoluta la de los últimos 40 años de la democracia que venía enlazada prácticamente a las mismas familias, la misma línea de pensamiento, que los otros 40 anteriores de la dictadura. En estos últimos años se notaba una falta de actividad, de planificación. Vilalba es un ayuntamiento que no es que tenga muchos habitantes, pero es muy grande, tiene muchas parroquias, y es el centro de toda la Terra Cha, es un centro de servicios. No se puede permanecer sin hacer, sin mirar por la gente, porque la ciudadanía se da cuenta.

¿Pero por qué ahora y no antes este cambio?

Ya en 2015 quedamos a 20 votos de conseguir otro concejal para el PSOE que junto con el BNG y Vilalba Aberta quitaría la mayoría absoluta al PP. Entonces, tras tantos años, la gente pensaba que no era posible, nos lo decía por la calle, pero aquello fue abrir los ojos y ver que era posible, que 20 votos no es nada. En estos cuatro años además de seguir con la misma actitud de fiscalizar y proponer intentamos que se visualizase que si la gente quería cambio, no sólo tenía que decírnoslo sino decirlo con su voto.

Hablaba usted de las características de Vilalba, que como cabecera comarcal aún atrae juventud y nacimientos, pero al tiempo es un ayuntamiento rural envejecido y muy grande, con una treintena de parroquias. ¿Es viable seguir manteniendo los servicios en todas las parroquias? ¿Cómo se hace?

Es cierto que es una población envejecida y el Ayuntamiento, como administración más próxima a la ciudadanía, tiene la necesidad de aportar recursos en servicios sociales a una mayor demanda que en otros ayuntamientos. Eso supone una inversión fuerte en los presupuestos del Ayuntamiento. Creemos que los servicios sociales están bastante bien atendidos. Pero todo es mejorable. Ahora mismo tenemos un conflicto, que ya venía de atrás, en el servicio de ayuda en el hogar, que tiene 150 trabajadoras y más de 300 usuarios. Hay un conflicto laboral por diferencias entre el salario y lo establecido en el convenio y el Ayuntamiento como último prestador del servicio es el más interesado en que se llegue a una solución.

Usted es médica desde hace años en una cabecera de comarca rural y llega a la alcaldía cuando están aumentando las protestas ciudadanas y profesionales por la situación de la sanidad, especialmente fuera de las zonas más urbanas. ¿Qué puede hacer la Xunta y que puede hacer un ayuntamiento para mejorarlo?

El Ayuntamiento no tiene competencias, son del Servicio Gallego de Salud (Sergas), evidentemente. Yo llevo doce años en la oposición, siempre trabajé en el centro de salud y siempre procuré plantear aquí cuestiones que podían ser de ámbito local, como hacer ver las necesidades concretas sin utilizarlo políticamente. En la atención sanitaria a la población no debe haber partidismos nunca sino estar todos a una para pedir la mejor atención para las personas. Llevo 40 años de profesión, casi 39 aquí en Vilalba, me gusta mi profesión, y en otras etapas hubo también conflictos importantes. Lo que puedo aportar es la experiencia que tengo de las necesidades.

Lleva poco más de un mes al frente del Ayuntamiento. ¿Cuál fue la primera decisión política que tomó?

Las voy a poner en plural, las primeras decisiones, que lo fueron por inmediatez. [Tras la investidura el sábado 15 de junio] el 23 de junio, que era domingo, era la sardinada de San Juán y estaba sin organizar. Habían apalabrado con una empresa que iba a traer las sardinas, pero sin presupuesto, sin autorización de intervención, sin nada más. Eso, y hacernos cargo de las llaves del Auditorio y del Conservatorio, que no tienen servicio de consergería en este momento. La verdad es que la primera semana yo misma me cuestionaba. Yo pensaba que en un cambio de gobierno tan llamativo tendríamos que tomar decisiones complejas, difíciles, no sé, de más entidad. Y que nos pasásemos una semana pensando en unas sardinas y en unas llaves, de verdad...

Después sí que tomamos decisiones como mantener cerrado el parque acuático mientras no se hicieran obras de seguridad en él. O la negociación para las Fiestas del San Ramón y la figura de las reinas y las damas. Desde el grupo socialista pensábamos que había que cambiar esa puesta en escena. No nos parece que la imagen de la mujer sea la más adecuada. Las reinas ya estaban elegidas con antelación y las respetamos pero las damas no y decidimos hacer un cambio, que en vez de que fueran damas, que representan a asociaciones o clubes, invitamos a que las entidades nombrasen un representante, hombre o mujer. Y tenemos la gran satisfacción de que, si otros años había siete u ocho damas, este año al final son 18 o 19 y seis son chicos. Nos parece que es un pequeñito paso. Y lo comentamos con los compañeros de Vilalba Aberta incluso antes de que entrasen a formar parte del gobierno local y les pareció bien.

El último alcalde del PP, Agustín Baamonde, que ya lo había ido entre 1990 y 2005, sustituyó a mitad del anterior mandato a Gerardo Criado, que había ganado las últimas convocatorias electorales. Ahora acaba de reabrirse una causa penal por prevaricación contra Criado por su gestión de varios contratos al frente del Ayuntamiento. ¿Cuánto tiene que ver eso con su relevo al frente del PP y con la victoria ahora del PSdeG?

Como alcaldesa no voy a hacer manifestaciones. Total respeto por la actividad judicial. Pedimos presunción de inocencia como para cualquier otra persona. El Ayuntamiento se implicará en la medida en que le sea demandado por parte de la judicatura aportar datos para la investigación, como no puede ser de otra manera.

Feijóo hizo campaña en Vilalba presentando a Fraga como ejemplo de “cordialidad” frente al “sectarismo” de otras formaciones. ¿Qué tipo de diálogo o cordialidad espera tener con la Xunta?

Pues espero que por responsabilidad tengan una relación respetuosa e incluso cordial. De hecho, la relación con mi antecesor, Agustín Baamonde, mi impresión, es de total cordialidad. Muchas veces bromeamos con que cuando tengamos que ir a la Diputación [de Lugo, que gobierna el PSdeG], vamos los dos a llamar a la puerta, y cuando tengamos que ir a la Xunta, vamos los dos. Espero que nos traten con equidad, que no nos den nada más y nada menos que lo que merece y le corresponde a Vilalba.

Cada cierto tiempo Vilalba vuelve a ser noticia por la desaparición más o menos prolongada del busto de Manuel Fraga. Se colocó en el centro de la alameda del pueblo en 1970 como homenaje a su figura durante el franquismo, no como presidente de la Xunta o por su posterior trayectoria en democracia. ¿Qué va a hacer con él?desaparición más o menos prolongada del busto de Manuel Fraga

Es un debate que ya se planteó la última vez que desapareció. Otras veces había aparecido pero de entonces no y se hizo una copia, así que se planteó ese debate. La postura del grupo socialista fue que como el busto había sido una donación en el año 70 del pueblo de Vilalba y posteriormente en la democracia había conseguido puestos de relevancia, la presidencia de la Xunta tantos años con mayoría absoluta, votado por los gallegos y las gallegas, que no era cuestión de obviar la trayectoria posterior de la persona en la democracia porque el busto fuese del año 70. Habría que abrir un debate tranquilo y buscar la mejor solución. Posiblemente lo mejor para equilibrar las dos situaciones, la predemocrática y la democrática, es que la Fundación Manuel Fraga está ubicada frente a donde está ahora el busto y esa sería una posible solución. Se verá. No es un tema prioritario para la ciudadanía y no seremos nosotros los que abramos de forma inmediata el debate. Seguro que se va a abrir, pero más adelante.

Y si vuelve a desaparecer, ¿volverá a colocar otro? La última vez costó 7.200 euros.La última vez costó 7.200 euros.

Esperemos que no vuelva a desaparecer (sonríe). Parece que este está mucho más atornillado. En ese momento se plantearía el tema y sí habría que tomar decisiones. El sentir del grupo socialista es que se hiciese un sondeo entre la población para ver qué solución parece la mejor. Personalmente, no volvería a gastar 7.000 euros. Creo que hay que ser un poco serios. Espero que no desaparezca pero sería una cuestión menor, hay problemas muchísimo más graves. No me va a quitar el sueño.

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