Casado atribuye a la labor de Feijóo que las cifras del paro en Galicia sean mejores que las del resto de España
El diagnóstico sobre las cifras del paro de Pablo Casado se esforzó en adaptarse al contexto. El presidente del PP, de visita en Ourense, feudo de Manuel Baltar, separó los números de Galicia y del resto de España. Los primeros se deben “a una Administración que lo está haciendo bien”, la de Alberto Núñez Feijóo. Los segundos, “muy malos”, lo llevaron a condenar “el triunfalismo del Gobierno”, que aseguró no entender. En su tercer viaje a Galicia en campaña electoral, Casado estuvo en la empresa Transportes Aníbal Blanco en San Cibrao das Viñas (Ourense) y después se desplazó a una bodega en la Ribeira Sacra. Feijóo, mientras tanto, presidía en Santiago el Consello da Xunta.
“Las cifras del paro son muy malas, las peores de la última década”, afirmó Pablo Casado, “no entiendo el triunfalismo del Gobierno cuando hay 3.800.000 parados, sin contar 1.800.000 que están en ERTE”. Sobre esta última herramienta, insistió en la idea de su partido de que debe extenderese “más allá de diciembre en los sectores más afectados”. Pero la situación del desempleo cambia al referirse a Galicia. “Vemos que la comunidad gallega ha triplicado los afiliados a la Seguridad Social respecto a la media española”, dijo, “y eso se debe a que hay una administración que lo está haciendo bien”.
En Galicia la caída del paro en junio ha sido de un 3,36%, solo Asturias ha tenido un mejor comportamiento con un 3,42%. Aún así, el sindicato nacionalista CIG avisa de que se trata de un descenso “muy inferior al habitual en este período en los últimos años”, que sitúa entre un 8 y un 11%. “El año pasado bajó únicamente un 4,63% y la bajada fue de más de un punto porcentual respecto a la registrada ahora”, añade la central sindical.
Pablo Casado también aprovechó que se encontraba en una fábrica relacionada con el sector automovilístico para afear al Gobierno central la demora en las ayudas al mismo. “Que las medidas anunciadas lleguen cuanto antes”, pidió, “y que el ejecutivo deje de dar bandazos. Primero demonizó el diésel y después la gasolina, pero esta industria necesita un impulso”. Lo hizo debido a los que calificó de “cifras gravísimas” de venta de vehículos en una industria, la automovilística, “clave para Ourense y para Galicia”.
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