Feijóo anuncia por su cuenta el inicio de la vacunación contra el coronavirus en Galicia para la segunda semana de enero

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha anunciado por su cuenta que la vacunación contra la COVID-19 comenzará en Galicia a finales de la segunda semana de enero o principios de la tercera. Va un paso más allá de los dados hasta ahora por el Ministerio de Sanidad, que está coordinando todo lo relacionado con las vacunas. Su titular, Salvador Illa, se ha limitado hasta el momento a indicar que las primeras dosis llegarán a España antes del 10 de enero, pero no ha concretado en qué fechas se empezarán a suministrar.

En una entrevista concedida a Faro de Vigo, Feijóo se adelanta anunciando el comienzo de la campaña de vacunación y del colectivo que primero recibirá la inmunización: las personas mayores, con la atención puesta prioritariamente en las que viven en residencias.

La compra de las vacunas está centralizada en la Unión Europea, que las repartirá entre los estados miembro y estos, a su vez, dentro de su territorio. El ministro Illa señaló a principios de noviembre, durante una visita a Galicia, que España tenía ya cerrados contratos con fecha de entrega con tres laboratorios. La primera que estará disponible será la de Pfizer. No obstante, tiene todavía que terminar el proceso de evaluación del Comité de Medicamentos Humanos (CHMP). La Agencia Europea del Medicamento ha señalado para ello la fecha del 29 de diciembre. La de Moderna lo hará previsiblemente el 12 de enero.

Feijóo ha rechazado dar la cifra de las dosis que recibirá Galicia porque aún no es definitiva, pero ha avisado de que las que recibirá la comunidad en la segunda semana del próximo mes “no van a llegar para todos los mayores”. Sí podrían cubrir a los que están en residencias geriátricas. Ha aprovechado para pedir que se tenga en cuenta en el reparto el número de personas mayores que hay en cada comunidad porque son un colectivo “de riesgo”. El Gobierno gallego está analizando “cuáles son los colectivos prioritarios” y prevé aprobar en el Consello de la Xunta de la próxima semana el plan de vacunación.

Como ya había adelantado el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, Galicia organizará al personal de enfermería con el que ya cuenta para la campaña de vacunación contra el coronavirus. Habrá un equipo cuya “misión única durante semanas” será esta, ha indicado el jefe del Ejecutivo autonómico en la entrevista. Las vacunas estarán asignadas a cada receptor de forma individual porque hay que suministrar una segunda dosis a las seis semanas y el Gobierno gallego busca, así, garantizar que las reciben las personas a las que le corresponden.

A la pregunta de si los ancianos que viven en residencias se podrán vacunar ya en enero, Feijóo ha contestado que “en las primeras cuatro semanas” desde que se inicie la vacunación. En cuanto a la logística para una vacuna que exige una conservación a temperaturas muy bajas, asegura que el Gobierno gallego analiza dónde conservarla, cómo transportarla y cómo establecer horarios específicos para cada centro de mayores al que se acuda.

Desde que comenzó la pandemia se han registrado oficialmente 556 fallecimientos vinculados con residencias de mayores, casi el 43% del total de muertes en Galicia. Para defender su gestión en este campo, Feijóo recurre a la comparación con la media estatal, que cifra en el 56%, y concluye que la comunidad está “muy por debajo”. “Sí se ha protegido a los mayores”, ha defendido. Ha argumentado que “no es fácil” actuar cuando estas personas se infectan.

El presidente gallego ha avanzado que la Xunta va a constituir un grupo de trabajo con arquitectos, geriatras, personal asistencial y especialistas en cuidados para “diseñar mayores precauciones desde el punto de vista arquitectónico y de circuitos en las residencias”. Ha admitido que “tendrá que incrementarse” la ratio de personal sanitario “o con conocimientos sanitarios” en estos centros y ha respaldado la gestión en los centros que no son públicos: “Jamás diré que las residencias gestionadas por entidades sociales no tienen seguridad y profesionalidad”. Lo que hace falta, a su juicio, es que “los protocolos funcionen en las residencias concertadas, en las residencias de iniciativa social y en las residencias públicas” y que las ratios de personal “sean iguales en todas”.