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Arte y tecnología, juntos contra la reforma energética

Una de las piezas que componen la obra 'Prótesis discursiva (Una conversación alquímica)'

Laura Albor

Imagina que entras en una gran sala donde varias voces te envuelven y cuestionan la difícil relación que viven en nuestros días la investigación científica y la política. Mientras lo hacen, un torrente de imágenes sugiere el duro impacto que el hombre ha tenido sobre el planeta a lo largo del último siglo. Con esta descripción, tal vez pienses que acabas de entrar en una conferencia de Greenpeace o de alguna asociación científica. Sin embargo, se trata de la de una instalación artística titulada 'Prótesis discursiva (Una conversación alquímica)', elaborada por David Ferrando Giraut y que desde el pasado junio, y hasta el próximo 14 de septiembre, se exhibe en el Centro de Arte y Creación Industrial LABoral de Oviedo.

De hecho, el proyecto ha sido ganador de la segunda edición de la Beca DKV Seguros_Álvarez Margaride, que persigue apoyar a jóvenes creadores que utilicen las nuevas tecnologías, en su visión más amplia. “En un momento como el actual, en el que todos sabemos lo difícil que resulta poder llevar a cabo este tipo de proyectos dado el clima económico y la poca consideración a nivel estatal hacia el arte contemporáneo, el apoyo de instituciones como LABoral a jóvenes creadores y proyectos de carácter experimental es crucial para el desarrollo de la escena del arte contemporáneo en España”, asegura el creador, que hace ocho años decidió emigrar a Londres.

El germen del proyectó comenzó cuando, tras la reforma de la Ley Enérgetica en nuestro país, Giraut decidió grabar varias entrevistas a un grupo heterogéneo de personas (ecologistas, abogados, economistas, geólogos...) que daban su opinión sobre las difíciles relaciones que se establecen a menudo entre la naturaleza, la política, la ciencia, la investigación... Posteriormente, el artista tomó varios fragmentos de estas grabaciones para reproducirlos a través cuatro altavoces que evocan los elementos de la naturaleza y envuelven al espectador. Éste, a su vez, asiste a una gran proyección mural de una colección de objetos contemporáneos junto a utensilios provenientes de momentos históricos y civilizaciones diversas.

“Me preocupa mucho un cierto tipo de percepción fragmentada de la realidad que supone una de las bases psico-políticas del mundo contemporáneo, y las consecuencias de dicha fragmentación a todos los niveles”, afirma Giraut. “Cuestiones como el hecho de que todos llevemos en el bolsillo un teléfono móvil con componentes que han sido obtenidos mediante sistemas de corrupción y esclavismo, y que esto no parezca importarnos mucho porque el objeto se nos presenta alienado de su origen. O que, a pesar de todos los estudios y evidencias referentes al cambio climático, se tomen decisiones políticas que parecen abstraerse por completo de esta realidad, como si se tratase de dos realidades estancas, inconexas, sin relación e influencia mutua entre ellas. Me interesa dar visibilidad a este tipo de procesos”.

Como complemento a la instalación, encontramos otra llamada 'Amanecer' en la que una imagen digital que evoca a un hombre 'pre-Sapiens' (con un cómico parecido con el ministro José Manuel Soria, todo hay que decirlo) que recita de forma cada vez más acelerada un listado de invenciones cruciales de la humanidad, hasta que llega un momento en el que la lista se va haciendo tan atropellada que el sistema informático no es capaz de procesarla correctamente.

Dejando hablar a los elementos

El título de la obra proviene de una noción que el filósofo, sociólogo e historiador de la ciencia Bruno Latour utiliza para referirse a los procesos e infraestructuras mediante los cuales los investigadores logran “dar voz” a los elementos no humanos que, a pesar de formar parte fundamental de nuestra existencia, carecen de lenguaje.

En este caso, Latour consigue dar voz a la naturaleza a través de una instalación compuesta de vídeo, sonido y animación. “Son soportes muy ricos y flexibles que, de manera muy general, permiten integrar información diversa y articularla temporalmente. Esto parece adecuado para tratar una realidad contemporánea cuyos procesos resultan en muchos casos difíciles de visualizar y comprender”, subraya.

Asimismo, el artista que evolucionó de la pintura a la fotografía y de ahí al vídeo, admite que internet y las nuevas tecnologías han influido enormemente en sus últimos trabajos. “No sólo la investigación, sino la recopilación de material a través de internet, ha sido parte esencial del proyecto. En los dos últimos, la imagen generada digitalmente está sustituyendo a la imagen grabada. Esto es algo que hace poco tiempo no hubiese previsto, pero tampoco es ninguna novedad el hecho de que, a lo largo de la historia, cuestiones de tipo técnico han sido tan influyentes en el arte de cada época como el pensamiento filosófico del momento. Y estos dos niveles tienden a entrelazarse cada vez más”, reflexiona.

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