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El pleno del Parlament balear ha tumbado este martes la proposición de ley que había presentado Vox para blindar el español en la escuela, segregando para ello a los alumnos en función de la lengua con la que las familias decidieran que estudiasen sus hijos y arrinconando, de facto, la enseñanza del catalán en los colegios de las islas. El PP, tal como anunció inmediatamente después de que los de Santiago Abascal registraran su iniciativa, ha votado en contra de la misma al considerar que su aplicación supondría, en la práctica, “cargarse” el Decreto de Mínimos, uno de los pilares de la política lingüística en el archipiélago que, que desde su aprobación en 1997, garantiza en al menos un 50% el uso del catalán en la enseñanza.
La gestión del modelo educativo y lingüístico es una de las principales líneas de fractura entre PP y Vox en Balears. Mientras el PP apuesta por mantener por ley el actual sistema de enseñanza bilingüe, Vox exige un cambio que desmonte el marco normativo autonómico en materia lingüística. Las divergencias en torno a este asunto han puesto a prueba en varias ocasiones la estabilidad del pacto suscrito entre ambos a inicios de legislatura y también la del propio Ejecutivo de Marga Prohens.
Este martes, tanto los conservadores como los grupos de izquierda han votado en contra de la PL de la extrema derecha, que buscaba “revertir la imposición del catalán en la enseñanza”, a pesar de que el conocimiento y el uso de la lengua propia de las islas -tal como la reconocen el Estatut d'Autonomia y la Ley de Normalización Lingüística-, han sufrido un importante retroceso en las últimas décadas como consecuencia, principalmente, del imparable crecimiento demográfico producido desde los sesenta, cuando residían en Balears 400.000 personas -una cifra que en la actualidad se eleva a los 1,2 millones de habitantes-. No en vano, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 94,1% de la población residente en las islas habla bien el castellano, porcentaje que desciende al 59,5% en el caso del catalán.
Tanto PSIB-PSOE como Més per Mallorca, Més per Menorca y Unides Podem han acusado a Vox de promover una iniciativa que “busca confrontar a la sociedad balear y poner en riesgo el consenso lingüístico alcanzado en las últimas décadas”. Los grupos progresistas han defendido el actual modelo educativo como “una herramienta de cohesión y de igualdad de oportunidades” y han recordado que la inmersión parcial en catalán ha permitido que los alumnos de las islas salgan de la escuela dominando las dos lenguas oficiales. En el caso del castellano, ha subrayado la diputada de Més per Mallorca Maria Ramon, con niveles “muy superiores respecto a algunas Comunidades Autónomas monolingües”.
“Esta iniciativa nace del chantaje permanente que Vox lleva a cabo contra los derechos básicos, la colectividad y la identidad. En definitiva, contra nuestro pueblo. Y en esta ocasión contra la educación. Quieren convertir la lengua catalana en una lengua secundaria en las escuelas”, ha recriminado la parlamentaria ecosoberanista, quien ha ensalzado el modelo bilingüe que se aplica en Balears, que, ha incidido, ha permitido que “nuestros niños, vengan de donde vengan, aprendan a hablar, escribir y vivir en catalán y en castellano, que puedan convivir sin segregación, sin guetos lingüísticos, sin diferencias entre quién tiene el catalán como lengua familiar y quién no. Y esto es lo que ha hecho fuerte nuestro sistema educativo y lo que Vox quiere romper”. “Porque” -ha aseverado-, no nos engañemos: cuando Vox habla de libertad lingüística en realidad habla de fragmentación. Cuando dicen que quieren igualdad para las dos lenguas, lo que hacen es colocar el castellano como lengua de poder y relegar el catalán a un papel decorativo“.
En esta línea, ha celebrado el voto en contra del PP, aunque ha asegurado no fiarse: “Hemos visto esta misma historia demasiadas veces. Primero dicen que no comparten el fondo. Después hablan de diálogo y equilibrio, y al final acaban cediendo ante las exigencias de Vox para mantener la mayoría. Este es el patrón constante de esta legislatura: ceder, callar y claudicar. Por eso no nos bastan las palabras: queremos hechos, compromisos y valentía”.
El PP defiende un modelo de “conjunción lingüística”
Por su parte, la portavoz adjunta del PP, Marga Durán, ha aseverado que la iniciativa de los de Abascal “colisiona frontalmente con los pilares fundamentales de nuestro sistema educativo” y quiere traspasar “líneas rojas que como partido no cruzaremos nunca”: el Estatut d'Autonomía, la Ley de normalización lingüística de 1986 -que “garantiza la convivencia entre las dos lenguas oficiales”-, el decreto de mínimos de la educación y la autonomía de centro, un principio, ha subrayado, que los populares consideran “intocable” porque “creemos en nuestros equipos docentes y en su capacidad de decidir cómo debe adaptarse el proyecto lingüístico y educativo a la realidad de cada centro educativo”. Durán ha apostillado que estas líneas rojas “no son caprichos”, sino “convicciones de fondo construidas a lo largo de años de diálogo, consenso y respeto institucional”.
La diputada popular ha pasado a explicar, acto seguido, la propia Proposición de Ley que este lunes presentó el PP para blindar por ley el español en los colegios de Balears sin quebrantar para ello las anteriores normas y principios. La formación quiere modificar la ley de educación “sin estridencias ni imposiciones” -como este lunes expuso su portavoz parlamentario, Sebastià Sagreras- con el objetivo de “blindar el modelo de conjunción lingüística de las islas”, además de dar difusión a las modalidades insulares de la lengua catalana reconocidas en el artículo 35 del Estatut. “Porque la educación no puede ser una herramienta para dividir, ni la lengua, una bandera para enfrentar. Queremos un sistema educativo que mire adelante, que forme ciudadanos preparados, críticos y competentes en las dos lenguas. Abiertos al mundo, pero también ciudadanos arraigados a nuestra tierra y orgullosos de su identidad”. En este sentido, ha aseverado que, a diferencia de la propuesta de Vox, la del PP “no altera el modelo educativo: lo refuerza”.
Críticas al PP por “facilitar estos disparates”
Mientras tanto, la diputada del PSIB Amanda Fernández, ha rechazado una propuesta, la de Vox, “plagada de barbaridades”. Una iniciativa impulsada, ha señalado, sin razones educativas ni pedagógicas, al tiempo que ha acusado al PP de “facilitar que estos disparates se hagan realidad”. La socialista ha lamentado, en este sentido, que la lengua haya sido moneda de cambio durante toda la legislatura. “[El PP] se lleva las manos a la cabeza ante las propuestas de Vox, pero impulsa medidas contra la lengua propia”, ha aseverado en referencia, entre otras medidas, a la flexibilización de los requisitos en los procesos de empleo público. Fernández ha rechazado igualmente la propuesta alternativa del PP y la ha equiparado con la los de Abascal: “Distintos perros con mismo collar”.
En esta línea, la diputada de Més per Menorca Joana Gomila ha criticado lo que ha considerado un “ataque directo a la lengua, la identidad y la autonomia de centro”. “Quieren convertir la educación en un campo de batalla ideológico con sus intentos de atacar el decreto de mínimos y la autonomía de centro”, ha aseverado la ecosoberanista, quien ha reprochado, asimismo, la intención del PP de blindar la vehicularidad del castellano vía modificación de la ley de Educación. “No son necesarias ni la reforma de Vox ni la del PP”, ha apuntado en este sentido.
En su opinión, la modificación que proponen los conservadores es “una excusa” para no apoyar la propuesta de la extrema derecha, acusándoles de decir una cosa y hacer la contraria, como con el plan de elección de lengua, que ha calificado “de segregador”. En varias ocasiones, el conseller de Educación y Universidades, Antoni Vera, ha respondido desde su escaño señalando que “el plan no segrega”, hasta el punto que el presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, ha tenido que pedir silencio. Finalmente, el diputado de Unides Podem, José María García, ha reiterado que la lengua que merece protección es el catalán y se ha referido a los beneficios sociales y laborales del dominio de las dos lenguas oficiales. El parlamentario ha instado a no ver la lengua de la escuela como una imposición, y ha advertido de que eliminar la preponderancia de la lengua propia en la educación liquidaría el proceso de normalización, que “aún no ha finalizado”.