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Asciende a 30 el número de muertos en la acampada de protesta en Sudán

Imágenes de cómo han quedado algunas zonas de la acampada de manifestantes en Jartúm después de los ataques de la Junta Militar.

EFE / eldiario.es

Al menos treinta personas han muerto y cientos han resultado heridas durante el desalojo de los manifestantes acampados desde hace dos meses a las puertas del cuartel general del Ejército de Sudán en la capital Jartum, según cifras del Comité Central de Médicos, un sindicato opositor.

“Aumenta la cifra de mártires de la matanza de la comandancia general (del Ejército) perpetrada por la junta militar hoy a más de 30 mártires, con la dificultad de contabilizar la cifra efectiva de los mártires porque las fuerzas de Apoyo Rápido y la Policía rodean los hospitales”, ha afirmado este lunes el Comité de Médicos en un comunicado en Facebook.

El Comité de Médicos también ha asegurado que las fuerzas de Apoyo Rápido han arrojado “muchos” cadáveres al río Nilo, que está ubicado a unos 500 metros del lugar de la acampada.

“Muchos mártires que se encontraban en la plaza fueron llevados por la fuerza de Apoyo Rápido y arrojados al Nilo, según testimonios de médicos y heridos”, ha afirmado el sindicato médico.

Asimismo, según el sindicato, varios médicos han sido golpeados y detenidos, lo que está dificultando la atención a los heridos.

El opositor Partido del Congreso ha documentado 24 víctimas mortales, entre ellos un niño, y ha informado en un comunicado de la identidad y de las circunstancias de la muerte de varios de ellos.

Según la nota, divulgada en las redes sociales, el número de víctimas puede aumentar porque muchos cadáveres continúan en la acampada opositora, que está rodeada por los militares.

Además, según el partido, 446 heridos han sido hospitalizados, número al que se suma un número indeterminado de heridos que han sido detenidos.

El Ejército ha irrumpido a tiros este lunes por la mañana en la acampada opositora, instalada desde el pasado 6 de abril -fecha que coincide con el último día del mes sagrado del Ramadán-, cinco días antes del derrocamiento del presidente Omar al Bashir.

La junta militar ha afirmado que los militares se enfrentaron a un grupo de delincuentes que se infiltró en la acampada generando una situación de caos.

Según la coalición opositora, entre las cinco y las seis de la mañana —misma hora en España— efectivos a las órdenes de la Junta Militar, que gobierna el país desde el derrocamiento del dictador Omar Al Bashir el pasado 11 de abril, han comenzado a desalojar la sentada pacífica. 

Las Fuerzas de la Libertad y el Cambio, plataforma que aglutina a la oposición, reaccionó al desalojo violento con la suspensión de las conversaciones con la junta militar.

La Junta Militar ha negado esta información, que considera falsa y “fabricada”, y pide a los manifestantes que regresen a la acampada. Según Shamsaldín Kabashi, portavoz de la cúpula militar, la violencia se ha desatado porque un grupo de “infractores” habría entrado en la acampada generando una situación de caos que ha obligado a intervenir a las fuerzas de seguridad. 

Uno de los manifestantes, Mohamed Haron, de 26 años, ha contado a Efe que efectivos de las Fuerzas de Apoyo Rápido se han desplegado esta mañana en los alrededores de la acampada y han cortado las calles principales. Serían las mismas fuerzas de seguridad que ya causaron la muerte de ocho personas a mediados de mayo en otro intento de desalojo en el que rompieron barricadas y dispararon contra manifestantes. 

Según el testigo, que se encontraba en el lugar de la sentada de protesta, esas fuerzas ha comenzado el desalojo con armas, porras y gases lacrimógenos. Haron destacó que pudo ver a varias personas muertas o heridas de bala en el pecho, el estómago y la cabeza. 

Con las negociaciones entre militares y sociedad civil en punto muerto, la tensión ha aumentado en la última semana, con dos días de huelga general convocados por la alianza opositora. Ambas partes acordaron que la transición en el país duraría tres años, al término de los que se convocarían elecciones democráticas. Durante este periodo Sudán sería gestionado por un consejo, que se encargaría de acometer las reformas necesarias para preparar las elecciones. Y es en la composición de este consejo en lo que no existe consenso.

Los militares quieren copar el máximo porcentaje de representación mientras que la oposición exige que al menos dos tercios del nuevo órgano sean copados por representantes civiles. Todavía no hay fecha fijada para que se reanuden las conversaciones. 

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