Chris Sidoti, veterano jurista australiano, es uno de los tres expertos de la Comisión de Investigación Independiente designada por Naciones Unidas en 2021 para investigar crímenes y violaciones en Palestina e Israel. El último informe de esta Comisión ha acaparado la atención internacional porque concluye que “Israel comete genocidio en Gaza desde octubre de 2023”, con actos que cumplen cuatro de las cinco características propias de genocidio.
En concreto, la investigación enumera “asesinatos, daños corporales y mentales graves, infligir deliberadamente condiciones de vida calculadas para provocar la destrucción y la imposición de medidas destinadas a impedir nacimientos”, e indica que estos crímenes han sido impulsados “con la intención específica de destruir, total o parcialmente, a los palestinos en Gaza”.
En entrevista telefónica con elDiario.es, desde Ginebra, Chris Sidoti destaca que estas conclusiones podrán ser usadas en los tribunales internacionales, y recuerda que los Estados “tienen la obligación legal de actuar” con todas las medidas posibles para prevenir y detener el genocidio.
¿Por qué concluyen que Israel comete genocidio? ¿Qué metodología han llevado a cabo y qué fuentes de información han consultado?
Esta conclusión es el resultado de varias investigaciones realizadas por nuestra Comisión en los últimos dos años. Hemos recogido la mayor cantidad de pruebas posibles, hemos hablado con personas que han podido salir de Gaza, como médicos evacuados, personal sanitario, trabajadores humanitarios que han sido testigos directos, oficiales de Naciones Unidas que han estado en Gaza, etc.
Tenemos, literalmente, miles de pruebas digitales, vídeos y fotografías. Disponemos, además, de imágenes por satélite. Y, todo ello, a pesar de que las autoridades israelíes no han cooperado en absoluto, no han proporcionado ninguna información respondiendo a nuestras solicitudes y no nos han permitido entrar en Gaza. Aun así, hemos tenido acceso a una enorme cantidad de información de primera mano.
Los países también deben retirar de sus embajadas en Israel a sus agregados militares y sus oficinas comerciales en el país
¿Qué le ha sorprendido más en esta investigación?
Solo puedo hablar de mi propia opinión. Lo que me sorprendió más fue el hecho de que hay dos millones de personas que no pueden escapar.
Los bombardeos israelíes han estado sucediendo durante dos años. El hambre de la población lleva produciéndose, con diferentes niveles de intensidad, durante dos años. Y dos millones de personas no pueden hacer nada más que sufrir los bombardeos y el hambre.
Por eso la situación en Gaza no tiene paralelismos, no hay una situación como esta. Con la guerra de Ucrania, la más reciente, millones de personas ucranianas pudieron irse a Polonia, a Alemania y a otras partes de Europa, y escapar así de la violencia. En la guerra de Siria, en 2015, millones de personas pudieron huir a Turquía o a Líbano y después a Europa.
En el informe indican que hay un genocidio desde octubre de 2023. ¿Por qué?
Porque ha sido continuo. Fue presentado como una respuesta a lo ocurrido el 7 de octubre, pero es tan total, tan destructiva y tan integral -y durante dos años seguidos- que no puede ser atribuida simplemente a una respuesta al 7 de octubre, hay otra agenda en marcha aquí: la agenda del genocidio, desde 2023.
Por cierto, sobre lo ocurrido el 7 de octubre presentamos en junio de 2024 el informe más exhaustivo, más incluso que el realizado por el Gobierno israelí.
Desde la orden cautelar de la Corte de La Haya de enero de 2024, si no antes, los Estados están obligados por ley a actuar, no solo a usar palabras bonitas, sino a actuar
La Convención sobre Genocidio exige a los países “prevenir y sancionar”. ¿Han cumplido los Estados?
En enero de 2024 las órdenes de la Corte Internacional de Justicia informaron a los países del mundo de que había un riesgo “plausible” de genocidio en Gaza. A partir de entonces, si no antes, los Estados quedaron obligados por ley a actuar, no a usar solo palabras bonitas, sino a actuar.
Algunos lo hicieron, pero muchos no. Y esa la mayor preocupación que tenemos. No esperamos que el Gobierno de Netanyahu cambie su política, por eso el propósito de nuestro informe es, más que nada, convencer a otros países de que deben actuar para prevenir más genocidio, de acuerdo con sus obligaciones bajo la ley internacional.
¿Qué medidas deberían haberse adoptado ya, cuál es la obligación legal de los Estados en estos momentos?
La más inmediata es que se debe prevenir el acceso de Israel a cualquier producto que necesite para continuar los ataques. Hay países que han impuesto vetos al comercio de armas, pero en la mayoría de los casos son prohibiciones pequeñas, estrechamente definidas.
Es necesario prohibir no solo el comercio de armas y municiones, sino de cualquier producto que pueda ser usado con fines militares. Esto significa que hay que vetar el comercio de drones, de material de doble uso o de tecnología de vigilancia.
También es preciso prestar atención al comercio en ambas direcciones, venta y compra. Muchos países compran tecnología de vigilancia o de seguridad a Israel, porque es de alto estándar. Al hacerlo, están proporcionando fondos a empresas de tecnología israelíes para que desarrollen tecnología nueva.
Esa tecnología israelí está siendo usada ampliamente en Gaza y en Cisjordania, y el desarrollo de mucha de esa tecnología ha sido financiado con esos fondos adquiridos a través de las ventas a otros países, que compran e importan ese material de Israel. Por eso el veto debe afectar en ambas direcciones.
Los Estados deben vetar el comercio de armamento y también de drones, de productos de doble uso y de tecnología de vigilancia con Israel
¿Y en el ámbito diplomático?
La segunda cuestión está relacionada con eso, con diferentes aspectos de las relaciones diplomáticas. Muchos países todavía mantienen agregados militares en sus embajadas en Israel y tienen oficinas comerciales en Israel. Este tipo de contactos diplomáticos, cualquier asunto relacionado con el comercio y lo militar, deben ser retirados.
En tercer lugar, hay que tomar medidas ante otros aspectos de las relaciones comerciales que, de alguna manera, pueden apoyar las actividades militares en Gaza o facilitar el establecimiento de asentamientos, o la continuación de la ocupación. Aquí me refiero, particularmente, a cualquier acción que proporcione fondos que faciliten que estos asentamientos sean más rentables o, al menos, más sostenibles.
Por tanto, existen cuestiones sobre todos los aspectos de la relación entre los Estados e Israel que deben examinarse, y cualquier cosa que contribuya de alguna manera a la continuación de la ocupación, o a la violencia en Gaza, debe identificarse y suspenderse.
El desarrollo de mucha tecnología israelí usada en Cisjordania y Gaza es financiado con el dinero de los países que compran esa tecnología, por eso es importante el veto a las compras
El informe indica que los líderes políticos y militares israelíes son agentes del Estado de Israel, por lo que el Estado de Israel es responsable de genocidio.
El liderazgo militar y el liderazgo político son responsables. Nuestro informe dice que el genocidio es atribuible al Estado de Israel. No es solo una cuestión de individuos, aunque los que dan las órdenes y los que las ejecutan son responsables del genocidio.
Al indicar que el Estado de Israel tiene responsabilidad, estamos diciendo que los que están en las posiciones de mando en el Estado israelí tienen responsabilidad internacional, que puede ser enfocada en los tribunales internacionales o en los tribunales nacionales.
¿Cómo es posible diferenciar en este momento el comercio que contribuye a la ocupación cuando muchas decisiones que impulsan la ocupación se toman en Tel Aviv -por las autoridades israelíes- y cuando hay empresas que, aunque no estén en los asentamientos, facilitan o tienen vínculos con ellos?
La Corte de La Haya ha indicado, como dices, que los asentamientos son ilegales y que los Estados no deben ayudar o asistir a la ocupación. Es responsabilidad del Estado de Israel distinguir entre los productos procedentes de los asentamientos y los producidos en el Estado de Israel. Si Israel no permite hacer esa distinción, entonces las sanciones comerciales contra Israel están justificadas.
Es decir, si un Estado no puede determinar si un producto está hecho en un asentamiento o en el Estado de Israel, tiene derecho a prohibir el comercio de ese producto. En muchos aspectos, Israel no solo no distingue, sino que intenta encubrir las huellas de los asentamientos. Por ejemplo, intenta decir que los productos de los asentamientos están hechos en Israel, y estampa el sello “made in Israel”.
Ante la imposibilidad de distinguir, ¿hay obligación legal de suspender temporalmente las relaciones comerciales con Israel en general?
La responsabilidad de facilitar la distinción corresponde a Israel, no a los Estados que están comerciando. Así que, si Israel no permite hacer esa distinción, entonces las prohibiciones más amplias al comercio [con Israel] están justificadas en la ley, por supuesto.
El coste del daño supera los 100.000 millones; los israelíes deben saber que Israel y futuras generaciones de israelíes pueden estar pagando durante mucho tiempo, la ley obliga
También hacen mención en el informe a la reparación. ¿Cómo es posible ofrecer reparación a los palestinos en este momento?
Es muy difícil proporcionar reparación, cuando el Estado de Israel controla por completo el área y lleva a cabo estas operaciones. Pero lo que la gente en Israel tiene que tener en mente es que el Estado israelí es responsable de estos crímenes, es responsable de la total destrucción de Gaza.
Y, como Estado perpetrador, solo Israel es responsable de las reparaciones. El coste del daño hasta el momento ha sido estimado en decenas de miles de millones de dólares, posiblemente incluso superior a los cien mil millones dólares.
El Estado de Israel y futuras generaciones de israelíes estarán pagando reparaciones durante mucho tiempo por el daño causado. La población israelí debe ser consciente de eso. Las reparaciones son una obligación legal internacional que los Estados perpetradores están obligados a cumplir. Por tanto, Israel puede estar pagando durante mucho tiempo el daño causado por su Gobierno.
Sobre la rendición de cuentas, ¿qué pueden hacer los países para garantizarla?
Todos los países tienen esa obligación. Las naciones firmantes del Estatuto de Roma, base del Tribunal Penal Internacional, son responsables de asegurarse de que Israel rinda cuentas. Pero además, bajo el derecho consuetudinario internacional, en particular la ley que rige los crímenes de guerra, de lesa humanidad y el genocidio, es una obligación común de cada nación.
Los Tribunales de La Haya son mecanismos, e Israel puede estar sujeto a ellos o no, pero todos los Estados son requeridos para garantizar esa rendición de cuentas, a través de tribunales nacionales o internacionales.
En muchos aspectos, Israel intenta encubrir la procedencia de los productos de los asentamientos, con el sello 'made in Israel'
¿Cómo ve el proceso en la Corte Internacional de Justicia en torno a la demanda por genocidio presentada por Sudáfrica contra Israel?
El caso está ahí, la decisión puede tardar dos o tres años. Una de las razones por las que impulsamos este informe es que nos pareció que la instrucción sobre el tema del genocidio no podía esperar hasta que la Corte diera su veredicto. Teníamos una obligación de informar ya, en base de nuestras investigaciones.
Usted ha dicho, con respecto a Israel, que acapara tanta atención porque no hay otro caso en el que Naciones Unidas haya estado tan involucrada desde el principio.
Sí. Naciones Unidas tiene una responsabilidad ante Israel y Palestina. La creación del Estado de Israel surgió de una resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas en 1947, la resolución 181. Esa es la base.
Esa resolución señaló que debería haber dos Estados, uno al lado del otro, un Estado judío y uno palestino. Ese fue el principio de la situación que, casi 80 años después, todavía persiste. Así que la organización que dio lugar al inicio de esta crisis tiene una obligación específica de seguir involucrándose.
No puede salirse de lo que ha hecho. Es totalmente justificable que Naciones Unidas dedique tanta atención a Palestina. Estuvo involucrada en crear el problema y debe estar involucrada en resolverlo.
Naciones Unidas estuvo involucrada en crear este problema y debe estar involucrada en resolverlo
En el Consejo de Seguridad hay un veto sistemático, el de EEUU, ante la cuestión palestina. Existen algunas propuestas para que se adopten más pasos en la Asamblea General de Naciones Unidas.
El Consejo de Seguridad es el organismo donde se pueden adoptar decisiones vinculantes, pero actualmente es totalmente disfuncional, siempre hay veto de EEUU en este asunto. No deberíamos esperar ninguna decisión o acción útil del Consejo de Seguridad en relación a Palestina.
Por eso hay tanto debate y tantas resoluciones en la Asamblea General, pero no son tan fuertes ni tan efectivas. Así que corresponde a los Estados asumir sus obligaciones legales internacionales.
¿Y qué puede hacerse en la Asamblea General, donde se aprobó en 1947 esa resolución para la creación de dos Estados que usted mencionaba antes?
La Asamblea emite opiniones sobre lo que debe hacerse, pero la capacidad para hacer no es mucha. No puede autorizar acción, solo expresar su opinión. Por eso digo que deben seguir impulsándose acciones en su seno, pero no es suficiente. Los Estados y los grupos de Estados deben ir más allá, para crear condiciones favorables en Naciones Unidas.
¿Obliga este genocidio, conocido en tiempo real, a plantear reformas, modificaciones o ampliaciones de la ley internacional o en el seno de la ONU?
Hemos hallado pruebas de genocidio, que es un crimen. Hemos dicho que la ley internacional requiere que los Estados actúen. La ley es buena, pero la implementación apenas existe. Hay que pasar de la retórica a la acción, por eso pedimos a los Estados que reconozcan su obligación y actúen.