Un superviviente del terremoto de Italia: “Cuando se disipó el polvo vi a mis tres amigos muertos”

“Estaba paseando con un grupo de amigos cuando, de repente, se produjo un estruendo y nos encontramos rodeados de polvo y en el pánico mas absoluto”. Así comienza su relato Francesco Morelli, uno de los supervivientes del seísmo que asoló su pueblo, Pescara del Tronto.

Tras el terremoto, Morelli, de 17 años, ha buscado refugio como tantos otros desplazados en el campamento de Arquata del Tronto. Desde allí recuerda emocionado cómo vio morir a tres de sus amigos.

Estábamos paseando y, de repente, nos encontramos rodeados de polvo, explica. Una vez desapareció el polvo se veía con más claridad y me percaté de que tres de mis amigos, más pequeños, de 14 años, y que se habían quedado atrás durante el paseo yacían muertos bajo grandes cascotes.

“Vi a gente corriendo por todos los lados y a mis tres amigos muertos”, relata mientras apura un bocadillo repartido por los voluntarios que asisten a los damnificados.

Morelli aún desconoce de dónde sacó la frialdad suficiente para afrontar esta situación pero afirma que rápidamente comenzó a ayudar a personas atrapadas. “Fui con algunos amigos a rescatar y ayudar a otras personas dentro de las casas, a buscar gente bajo los escombros. Había fugas de gas y gente muerta en todos lo sitios. Fue una pesadilla”, rememora.

A pesar de la tragedia, esta noche ha logrado conciliar el sueño durante tres horas, interrumpidas por el recuerdo de su amiga Arianna, que falleció en el desastre. “La veo a ella que me saluda, que me pide que la ayude y me desea buenas noches”, confiesa el joven, quien acto seguido se funde en un abrazo con otro amigo entre las tiendas de campaña de Arquata.