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Un choque de final impredecible entre la hermana de Milei y la vicepresidenta argentina

El presidente de Argentina, Javier Milei, acompañado de la vicepresidenta Victoria Villarruel, en una fotografía de archivo.

Mercedes López San Miguel

Buenos Aires —
25 de julio de 2024 22:18 h

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Amargo desencuentro dice un conocido tango y así podría describirse el estado de la relación entre la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, y la vicepresidenta Victoria Villarruel. La batalla interna en La Libertad Avanza (LLA) se ha avivado cuando Villarruel defendió una canción racista entonada por el jugador Enzo Fernández y apuntó a una Francia “colonialista e hipócrita”. En un desapego a sus habituales agravios, Javier Milei dijo que “Kari lo arregló” yendo raudamente a pedir disculpas al embajador francés.

El encono entre “el jefe” Karina Milei –así la llama su hermano– y Victoria Villarruel viene gestándose desde la campaña electoral. Lo novedoso es que esta vez, en las redes sociales y en medios de comunicación tradicionales ha habido tomas de posicionamientos de libertarios a favor y en contra de la actitud de Villarruel. El mismo presidente ultraderechista no ocultó su fastidio y dijo en una entrevista que “no se puede por una cuestión deportiva generar un quilombo institucional y diplomático”.

El comentario de la vicepresidenta sobre la reacción de Francia ante la canción xenófoba del jugador de la selección argentina cayó mal antes del viaje de los Milei a París. La vicepresidenta vio la oportunidad de sacar rédito político y mantuvo fijado su posteo en X: “Ningún país colonialista nos va a amedrentar por una canción de cancha ni por decir las verdades que no se quieren admitir. Basta de simular indignación, hipócritas”. 

“Karina vio que el tuit de Villarruel tenía alto impacto y no iba a dejarlo crecer. Para ella, nadie puede ni siquiera soñar con competir con su hermano. Por eso fue a la embajada de Francia, a mojarle la oreja a Villarruel, a disciplinarla”, señala a elDiario.es Juan Luis González, autor de El loco. La vida desconocida de Javier Milei y su irrupción en la política argentina.

El senador de LLA, Francisco Paoltroni, habló en una entrevista en la radio y dijo que la visita de Karina a la embajada “desautorizó” a Villarruel. “Son cosas que restan para los objetivos. Son mensajes innecesarios con los que se pierde energía y se dan muy malas señales a lo que venimos a resolver que es la economía”, remarcó.

Gastón Bosch, portavoz de la vicepresidenta, minimizó las diferencias entre la hermana presidencial y Villarruel y desmintió que esta última tenga una agenda propia, distinta a la del mandatario. “Es una apreciación periodística que hay diferencias entre ellas. Si el presidente dijo que en un 95% están de acuerdo y un 5% que no, es eso, evidentemente. No son cuestiones de fondo. Es normal que dos dirigentes del tamaño de Javier y Victoria se dividan las tareas, él viaja al exterior y ella viaja al interior de Argentina”, afirma a elDiario.es. 

Voces en el entorno de los hermanos Milei dicen que el mandatario “nunca se la agarra con los países, sino con los dirigentes”. Es decir, critica a Pedro Sánchez, a Lula da Silva, a Gustavo Petro, Andrés Manuel López Obrador, a los que llama “comunistas”, “cobardes” y “mentirosos”, entre otras cosas.

“Guerra a cielo abierto”

Juan González cree que hay cuestiones de larga data y explica cómo ve la relación entre ambas mujeres empoderadas en siete meses de Gobierno. “Karina Milei y Victoria Villarruel se detestan desde hace rato y esto tomó más forma cuando Karina comenzó a ganar poder. Es una guerra a cielo abierto. El día que Milei gana las elecciones no la nombra a Villarruel. Además, Karina es desconfiada y tiránica: cualquier enojo pasajero de Milei, Karina lo convierte en una cacería de brujas”. 

Karina Milei no dejó entrar a Villarruel a una reunión de gabinete el 28 de diciembre supuestamente por llegar tarde, pero habría sido porque la vicepresidenta había criticado el Decreto de Necesidad y Urgencia del mandatario. 

Milei no cumplió con lo que le había prometido a Villarruel: una influencia sobre las carteras de Seguridad y de Defensa. Ambos ministerios quedaron en manos de Patricia Bullrich y Luis Petri, respectivamente. 

En marzo, días antes de que se conmemoraran los 48 años del golpe de Estado en Argentina, Villarruel dio la única entrevista hasta ahora al canal TN. Fue severamente enfática con su posturas negacionistas. “En los 70 se combatió al terrorismo y ¿dónde están los que lo combatieron? Presos”, señaló. La vicepresidenta marcó su disgusto sobre la decisión presidencial de apartarla de las áreas de Seguridad y Defensa. “No me agradó”, fue su respuesta textual.

“Pobre jamoncito”

En ese reportaje habló de la relación con Karina Milei. “Las dos queremos lo mejor para Javier”, explicó Villarruel para enseguida agregar que en algunas cosas “somos bastante parecidas”. Con sonrisas al entrevistador, entonces agregó: “cuando se juntan dos del mismo polo, las cosas se recalientan y pueden explotar”. Y en el medio está Javier... ¡pobre jamoncito!

Otro momento que generó suspicacias fue cuando el 8 de julio Villarruel no fue a Tucumán a la firma del Pacto de Mayo con gobernadores provinciales porque estaba con gripe y al día siguiente apareció en el desfile militar del 9 de julio. Se la vio exultante a bordo de un tanque de guerra. “Villarruel sabía que la iban a dejar fuera de la foto en Tucumán –señala González–. Se queja de que no la incluyen en la discusión de los proyectos. Ella tiene bien en claro el vacío que deja Milei y por ese hueco acciona”. 

Visita a genocidas

Villarruel milita desde hace más de dos décadas en organizaciones promilitares y solía frecuentar las cárceles donde purgan penas. El 11 de julio, un grupo de diputados oficialistas, algunos cercanos a la vicepresidenta, hicieron una visita a militares condenados por violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura en Argentina, entre ellos, Alfredo Astiz. 

En los 90, Astiz fue condenado en ausencia a cadena perpetua en París por el secuestro y desaparición de las monjas francesas Léonie Duquet y Alice Domon. Eran tiempos de impunidad en Argentina, con vigencia de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida (fueron anuladas en 2003). En una carta titulada “¡Francia no olvida!”, familiares de franceses desaparecidos en Argentina denuncian la “intención” del actual de Gobierno de “liberar” al exoficial de la Armada. Para los diputados de LLA, el represor Astiz es un “excombatiente” en la lucha contra el marxismo. Este apoyo a genocidas complica el repentino cuidado diplomático de Javier Milei con Francia. 

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