Los 12 momentos clave del 2016 para la ciencia
1. La OMS declara que el zika emergencia sanitaria de carácter internacional
1 de febrero
En términos de salud, el año 2016 se recordará por un virus poco conocido que tuvo un impacto de primera magnitud. Suena extrañamente familiar, pero los grandes titulares no fueron esta vez para el ébola, sino para el zika: un virus que se propaga por picaduras de mosquitos y que está directamente relacionado con un aumento radical de malformaciones cerebrales entre los niños, especialmente en Brasil.
Cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que el cúmulo de casos de microcefalia y otros desórdenes neurológicos constituían una emergencia sanitaria de carácter global, se organizó un verdadero zafarrancho de combate para que la comunidad internacional interviniera. El anuncio desató una oleada de inversiones en sistemas de control de los mosquitos y en investigaciones sobre el virus y sus devastadoras consecuencias sanitarias, lo cual permitió que instituciones como el London School of Hygiene and Tropical Medicine, que ya lo investigaban, redoblaran sus esfuerzos.
En mi opinión, la respuesta demostró que la comunidad internacional había aprendido importantes lecciones de la crisis del ébola y que estaba decidida a actuar con más rapidez para impedir que la situación se le escapara de las manos. Ahora tenemos potenciales vacunas en desarrollo y un mayor conocimiento del virus; pero estamos lejos de comprenderlo y controlarlo, y ya hay informes de transmisión del zika en 75 países.
Profesor Peter Piot, director del London School of Hygiene and Tropical Medicine.
2. SpaceX da un gran paso adelante hacia el cohete espacial totalmente reutilizable
8 de abril
Fue un éxito increíble para SpaceX. El primer proyecto de uno de sus cohetes Falcon 9 logró llevar una carga a la Estación Espacial Internacional, dar media vuelta, liberarse de la ingente cantidad de energía cinética que acumula cuando sus motores principales están encendidos, volver a la Tierra y aterrizar verticalmente, con precisión absoluta, en una barcaza automatizada de aspecto minúsculo que se encontraba en algún lugar del océano Atlántico.
Hay muchas razones para estar enamorados de ese momento: la audacia denistrada, el rugido incontrolable de alegría que se extendió por la sala de control, la posibilidad de que se produzca un cambio más que bienvenido en el mundo de la exploración espacial y hasta el hecho de que la barcaza se llamara Of Course I Still Love You, en honor a una de las naves inteligentes de una de las novelas de ciencia ficción del gran Iain M. Banks. Pero, sobre todo, porque Arthur C. Clarke dijo una vez que cualquier tecnología suficientemente avanzada sería indistinguible de la magia. Y lo que pasó el 8 de abril con el vuelo 23 del Falcon 9 se parece mucho, en mi opinión, a la magia.
Kevin Fong, director de proyectos del Centre for Altitude Space and Extreme Environment Medicine.
3. Portugal se abasteció completamente de energías renovables durante cuatro días
7-11 de mayo
Desde mi punto de vista, el momento culminante del año 2016 en términos de ingeniería se produjo a principios de mayo, cuando el Gobierno de Portugal anunció que las energías renovables habían cubierto las necesidades eléctricas del país durante cuatro días seguidos. La sustitución de los combustibles fósiles por energías renovables es el mayor desafío científico de nuestra era.
El carbón del siglo XIX y el petróleo del XX nos dieron un mundo moderno de energía barata, comida en abundancia, bienes de consumo y vacaciones al sol; pero si queremos detener el cambio climático y permitir que nuestros hijos puedan disfrutar de las mismas cosas, nos tenemos que liberar de los combustibles fósiles. Parece inimaginable, parece imposible, pero los imposibles se le dan muy bien a la ingeniería. La hazaña portuguesa da a los gobiernos y a las compañías energéticas un ejemplo real de lo que se puede hacer, de cómo se puede hacer y de por qué deben invertir en energía solar, eólica, marina y otras tecnologías renovables.
Mark Miodownik, profesor de Materiales y Sociedad de la University College London (UCL).
4. Se descubren nuevas reservas de helio
28 de junio
Puede resultar extraño que alguien se emocione con el descubrimiento de nuevas reservas de helio, teniendo en cuenta que es el segundo elemento más abundante del universo; pero, en junio de este año, un proyecto conjunto de universidades y empresas descubrió una reserva enorme en Tanzania gracias a una técnica nueva de exploración.
El helio es un átomo arreactivo muy pequeño, lo cual hace que sea espectacularmente útil para enfriar imanes (por ejemplo, de escáners IRM) y como atmósfera inerte para la fabricación de chips semiconductores. Es una herramienta esencial para el mundo moderno. Por desgracia, su pequeño tamaño implica que se pierde fácilmente en la atmósfera y siempre dependemos de que se descubran reservas subterráneos.
Además, las reservas son tan limitadas que el descubrimiento es una gran noticia: significa que no nos quedaremos sin la ayuda de este minúsculo caballo de tiro a medida que surjan nuevas ideas y la sociedad presione para que se pongan en práctica.
Helen Czerski, investigadora del Departamento de Ingeniería Mecánica de la UCL.
5. Se confirma el descubrimiento de un planeta habitable cercano
24 de agosto
Durante los últimos años, hemos descubierto que muchas estrellas —quizá la mayoría— tienen séquitos de planetas que orbitan a su alrededor, como en el caso del sol. El firmamento se ha vuelto mucho más interesante. Pero nosotros estamos especialmente interesados en encontrar 'gemelos' de la Tierra, es decir, planetas del mismo tamaño que estén en órbitas de la 'zona habitable', donde las temperaturas no son tan altas como para que el agua hierva ni tan frías como para que permanezca congelada.
Se calcula que la Vía Láctea tiene miles de millones de planetas que encajan en esa descripción. Este año ha estado lleno de emociones. Hemos sabido que puede haber más planetas en la órbita de estrellas por débiles y pequeñas que sean. La estrella más cercana, Próxima Centauri, tiene un planeta no mucho más grande que el nuestro: su año sólo dura 11 días, pero se encuentra en la zona habitable porque Próxima Centauri es una enana roja cien veces menos potente que el Sol. Y también hemos descubierto que una estrella similar situada a unos 40 años luz podría tener tres planetas en su zona habitable.
Por supuesto, el hecho de que sean habitables no significa necesariamente que estén habitados. Necesitamos telescopios que analicen la débil luz de dichos planetas y busquen pruebas de la existencia de bioesferas. Los nuevos descubrimientos estimulan la búsqueda de vida avanzada, incluso inteligente. Aunque aún estamos lejos de encontrarla.
Martin Rees, astrónomo de la Royal Households of the United Kingdom.
6. El ancestro común cambia de imagen
25 de julio
El árbol de la vida se redefinió en abril y ahora parece una explosión en cuyo centro se encuentra una entidad a la que llamamos Luca: el ancestro común universal (last universal common ancestor). Nuestra presencia en esta gran panorámica de la vida no es tan importante como para justificar una etiqueta, dado que casi todas las ramas de dicho árbol corresponden a una clase de bacterias.
Sorprendentemente, muchas de dichas células están por descubrir, no se parecen a las demás y sólo sabemos de su existencia porque hemos encontrado su ADN. Luca no es el origen de la vida, sino el punto del que se derivó toda la vida. Y cambió radicalmente de imagen en julio de este año gracias a un bioquímico de Düsseldorf, Bill Martin. Tras rastrear secuencias de ADN en ramas de otras criaturas unicelulares, elaboró una lista de 355 genes que nos dicen dónde vivía Luca: en gaseosos e hidrotermales conductos ricos en metales de las profundidades de un antiguo lecho oceánico, es decir, en la raíz de la vida en la Tierra.
Adam Rutherford, genetista y locutor de Inside Science (BBC Radio 4).
7. El legado de una famosa neuropsicóloga, en duda
9 de agosto
En 1953, el paciente H.M. se sometió a una operación que le provocó amnesia. La neuropsicóloga Suzanne Corkin trabajó con él durante décadas y contribuyó a mejorar nuestra comprensión de los procesos relacionados con la memoria.
Corkin falleció este año y, poco después, el periodista Luke Dittrich publicó un libro donde afirmaba que Corkin ocultó descubrimientos inconvenientes, destruyó archivos y actuó de forma inmoral para obtener el consentimiento de H.M. (Henry G. Molaison). Con posterioridad, 200 profesionales dirigieron una carta al New York Times para protestar por lo que consideraban un “ataque injusto y parcial”. La institución de Corkin (el MIT) afirmó que no se había destruido nada y que las acusaciones sobre ocultamiento de pruebas encajaban con la típica costumbre científica de tirarse los trastos a la cabeza. Sin embargo, las sospechas sobre comportamiento poco ético se volvieron a avivar cuando Dittrick distribuyó una grabación donde la propia Corkin afirmaba haber destruido archivos.
En muchos sentidos, el debate sobre Corkin es tan normal como el del legado de cualquier científico; pero, estando tan cercana su muerte, las pasiones se han desatado tanto que no hay espacio para la fría reflexión. Indudablemente, el tiempo pondrá las cosas en su lugar.
Vaughan Bell, catedrático de la Facultad de Neurología de la UCL.
8. Los tiburones de Groenlandia son increíblemente longevos
11 de agosto
Nuestro dominio sobre el planeta es cada vez mayor, pero aún podemos aprender muchas cosas del resto de las especies. El descubrimiento de que los tiburones de Groenlandia son los vertebrados más longevos (pueden vivir 400 años) hace que, en comparación, nuestras frenéticas vidas palidezcan. Quizá deberíamos aprender algunos trucos de las aves fragata, que sólo duerme 40 minutos diarios durante sus vuelos transoceánicos sin escalas de hasta diez días de duración.
Sin embargo, el último informe de WWF Planet Report lo pone todo en una perspectiva de lo más sombría: en los últimos 40 años –es decir, en apenas la infancia de un tiburón groenlandés–, la población de vertebrados salvajes de la Tierra se ha reducido un 58%, y el futuro de muchas especies empieza a estar en duda.
Georgina Mace, profesora de Biodiversidad y Ecosistemas de la UCL.
9. El CO2 de la atmósfera terrestre sobrepasa las 400 partes por millón
28 de septiembre
En ciencias climáticas trabajamos con promedios de 30 años, así que 30 años son para nosotros un periodo de datos. Pues bien, hace cuatro periodos (en 1896), las concentraciones de CO en la atmósfera eran de 295 partes por millón (ppm). Svante Arrhenius fue el responsable de la primera previsión global de calentamiento y le agradaba la idea de que su helada Suecia se calentara un poco. En 1957, Charles Keeling empezó a medir las concentraciones de CO y descubrió que aumentaban rápidamente, a razón de 20 ppm por periodo. Para el año 2016, el CO había aumentado 85 ppm más, y ya estaban oficialmente en 400 partes por millón: el punto más alto en tres millones de años.
En el plioceno el planeta era más cálido y los niveles marinos, más altos. Desconocemos la rapidez del cambio que se produjo, pero sabemos que no nos queremos arriesgar a que el proceso se repita. Dentro de un periodo, en el año 2046, habremos quemado más de 3.000 billones de toneladas de carbón y estaremos a punto de llegar a un aumento de temperaturas de entre 1,5 y 2 grados centígrados, el objetivo del acuerdo de París. ¿Qué futuro queremos ver?
Tamsin Edwards, profesor de Ciencias Medioambientales de la Open University.
10. Un mal matrimonio puede llevar a una muerte precoz
1 de octubre
La próxima vez que estén a punto de discutir con su pareja, deténganse un momento y reflexionen sobre los resultados de un informe que se publicó en octubre. Los investigadores realizaron un extenso estudio longitudinal de las emociones que se desatan en el seno del matrimonio; analizaron los niveles de estrés de las parejas mientras mantenían conversaciones “difíciles”, y descubrieron que las que afrontan el estrés con emociones positivas como la risa tienden a vivir mejor y a seguir más tiempo juntas.
Además, analizaron el uso de estrategias negativas como la ira y la indiferencia y llegaron a la conclusión de que tienen consecuencias sobre la salud: la ira causa problemas cardiovasculares y la indiferencia, complicaciones musculoesqueléticas, como el dolor de espalda.
Las consecuencias son más pronunciadas en los hombres y se mantienen con independencia del estilo de vida; pero, sorprendentemente, los investigadores descubrieron que no estaban presentes cuando se inició el estudio y que se desarrollaron a lo largo de 20 años. Es una extraordinaria demostración de los efectos que las emociones negativas tienen sobre la salud.
Sophie Scott, profesora de Neurociencia Cognitiva de la UCL.
11. El volumen de los hielos de Ártico y Antártico, en su nivel histórico más bajo
17 de noviembre
En 2016 llegó el largamente esperado El Niño, el aumento periódico de las aguas cálidas del Pacífico que lleva lluvias torrenciales a Centroamérica y Sudamérica y sequías a zonas de Asia y África. Las temperaturas del planeta se habían disparado y ya no se podía hablar de una “pausa”. Pero el descenso de los hielos árticos no batió ningún récord durante el verano.
Sin embargo, octubre se presentó con patrones climatológicos sin precedentes: vientos helados en Siberia que elevaron las temperaturas del Ártico hasta 20 grados centígrados por encima de lo normal y provocaron que algunas partes del Océano Ártico no se congelaran. Mientras tanto, los hielos del Océano Antártico se derritieron con más rapidez de lo habitual.
En mi opinión, la bomba llegó a finales de noviembre, cuando un bloguero holandés anunció que un estudio comparativo de los océanos Ártico y Antártico demostraba que la extensión otoñal de los hielos estaba 4 millones de kilómetros cuadrados (el tamaño de Europa occidental) por debajo de la media normal. Es un acontecimiento “Sigma 7”, es decir, uno donde sólo hay una posibilidad entre cien mil millones de que sea aleatorio. El hielo no miente. Si no nos lo empezamos a tomar en serio, nuestros hijos querrán saber por qué.
Andrea Sella, profesor de Materiales y Química Inorgánica de la UCL.
12. Un grupo de científicos modifica la fotosíntesis para mejorar el rendimiento de los cultivos
18 de noviembre
Producir comida suficiente para una población que no deja de crecer es un problema; sobre todo, con los graves efectos del cambio climático. Pero, si además se quiere conseguir sin usar métodos dañinos para el medio ambiente, el problema es más complejo que las negociaciones del Brexit.
Por suerte, un grupo de científicos de la Universidad de Illinois hizo un descubrimiento el mes pasado que podría ser el principio de una segunda revolución verde para la agricultura: mejoraron la eficacia de la fotosíntesis, el proceso mediante el cual las plantas convierten la luz del sol en la biomasa, que es la fuente de toda nuestra comida.
El grupo utilizó modelos matemáticos para demostrar que aumentar la velocidad de la adaptación de las hojas a la sombra puede mejorar radicalmente el rendimiento de los cultivos. Después, llevaron su teoría a la práctica por el procedimiento de estimular la expresión de los genes responsables, y consiguieron que la productividad creciera un 15%.
El estudio, publicado en la revista Science, es la culminación de varias décadas de esfuerzos destinados a comprender los 140 procesos de la fotosíntesis. Demuestra el valor de las colaboraciones interdisciplinares a largo plazo y ofrece pruebas para una nueva aproximación al crecimiento sostenible en términos de productividad agrícola, algo que podría mejorar la vida de millones de personas. Desde mi punto de vista, fue el descubrimiento científico más importante del año. O de la década.
Sue Hartley, directora del York Environmental Sustainability Institute (Universidad de York).
Traducido por Jesús Gómez