Las fuerzas prorrusas que combaten en Mariúpol han comenzado esta mañana el asalto a la planta metalúrgica de Azovstal, el último foco de resistencia, según el Kremlin, de las fuerzas ucranianas en la ciudad, asediada desde los primeros días de guerra.
“Por lo que sé, algunos grupos de asalto, seleccionados especialmente para esa misión, ya han comenzado su labor, con la ayuda de aviación y artillería de la Federación de Rusia”, ha afirmado el portavoz de las milicias de la república popular de Donetsk, Eduard Basurin.
Según Basurin, que ha sido entrevistado por la televisión pública rusa, las fuerzas prorrusas controlan todos los barrios residenciales de Mariúpol y ha confiado en que las fuerzas ucranianas atrincheradas en Azovstal se entreguen próximamente.
Rusia dio el fin de semana un ultimátum a los defensores de Mariúpol para que entregaran las armas a cambio de la preservación de sus vidas, pero las fuerzas ucranianas rechazaron rendirse y prometieron combatir hasta el final.
Según las autoridades ucranianas, junto con militares en la acería de Azovstal hay cerca de un millar de civiles, entre ellos mujeres y niños, y unos 100.000 habitantes se encuentran en otras zonas de la ciudad portuaria. Moscú, mientras tanto, rechaza que en la fábrica haya civiles refugiados y asegura que sus ataques están dirigidos solo contra grupos armados ucranianos.
Con información de EFE.