El canciller alemán, Olaf Scholz, ha responsabilizado este miércoles a Rusia de los retrasos producidos para el transporte de la turbina que reclama Gazprom para el gasoducto Nord Stream y que, según Moscú, impiden que pueda funcionar a pleno rendimiento.
La turbina esta “preparada para ser transportada”, ha afirmado Scholz, en una visita a la planta de la compañía Siemen Energy de Mühlheim (oeste de Alemania), donde se encuentra el motor. Según el mandatario, para que la turbina llegue a su destino “solo es preciso que Gazprom la pida”, algo que no ha ocurrido, mientras que por parte alemana y de otros países implicados se dispone ya de todos los permisos pertinentes para el transporte.
Desde Moscú, se sigue insistiendo en que la reducción de suministros se debe a los “problemas técnicos” derivados de la falta de esa pieza, algo que, según Scholz, “no responde a la verdad”.
Gazprom suspendió completamente los suministros durante diez días, en julio, argumentando que eran necesarias tareas de mantenimiento y la falta de una turbina.
Finalmente se reanudaron los suministros, pero reducidos a un 20% de la capacidad del gasoducto, ya que Moscú sigue insistiendo en los “problemas técnicos”.
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