Análisis La Tierra Media: Sombras de Mordor. Épico y dramático

En los tiempos que corren, la mayoría de las compañías ofrecen demasiados, remakes y más remakes de remakes, por lo que resulta de agradecer que otras como Monolith Studios se arriesgue y cree una nueva IP basada en una saga literaria con adaptaciones al cine como es el universo creado por Tolkien, “El señor de los añillos”. Hablamos cómo no, de La Tierra Media: Sombras de Mordor, un título que tras probarlo a fondo, tenemos que reconocer que sus desarrolladores han hecho muy bien los deberes.

Para todos los amantes de la Tierra Media y de las aventuras fantásticas entre Elfos, Hobbits y demás criaturas “Tolkianas” este juego supondrá una presentación en bandeja de plata. Hasta ahora es probable que ninguna otra adaptación al videojuego del Señor de los Anillos y derivados, tenga una visión tan espectacular y tan fiel a su esencia como La Tierra Media: Sombras de Mordor.

En la línea de la obra de Tolkien, se aprecia que los desarrolladores han respetado y mimado los orígenes del mundo de la Tierra Media para crear una nueva historia, situada “cronológicamente” entre lo que ocurre en “El Hobbit” y “El señor de los Anillos”, se trata de una obra que a pesar de contar con un marco narrativo inédito, no está exenta de épica y tragedia por los cuatro costados.

Desde el comienzo del juego, consiguen engancharnos con la dramática historia del protagonista, con el cual empatizamos desde el primer minuto, y cuya causa por la que lucha, pasa a ser también nuestra causa. A pesar de que el hecho de utilizar la típica historia de “malo mata a mujer e hijos del bueno que busca venganza” pueda parecer demasiado recurrente o facilona para muchos, bien es cierto que funciona, y en esta ocasión funciona especialmente bien.

Antes de continuar, os daremos unas pinceladas del contexto en el que se mueve el juego y sus personajes: Tras un periodo de paz y armonía en Mordor, Sauron renace de las cenizas para reconquistar las tierras que un día fueron suyas, y seguido por un ejército de Uruks y Orcos, derrocan la fortaleza de la Puerta Negra dejando tras de sí una sangrienta masacre y la esclavización del pueblo. Entre las víctimas de la maldad de Sauron y su ejército, se encuentran el propio Tailon, su mujer y su hijo. A pesar de sentir el filo de la espada sobre su garganta al igual que el resto de su familia, se le otorga el don de la inmortalidad quedándose atrapado entre los vivos y los muertos. Es por ello que Talion crea un vínculo especial con un espectro que le acompañará durante todo el juego y con el que se fusiona en según qué ocasiones y dependiendo de las necesidades. Se trata de Celebrimor, un personaje muy conocido por los seguidores de la saga “el Señor de los Anillos” por ser uno de los principales responsables de la forja de los anillos de poder.

La unión cuerpo físico-espectro da como resultado saltos dimensionales entre el mundo real y el mundo espectral con la simple acción de pulsar un botón del pad, así que será una de los primeros aspectos que llaman la atención tras unos segundos de juego, y que además dotan a este juego de una mayor riqueza y de una mayor complejidad. Poco a poco empezaremos a descubrir los diferentes usos que tiene esta misteriosa habilidad y que en ocasiones será inevitable para poder llevar a cabo ciertas misiones o acciones.

Mientras caminamos por el mundo con nuestro cuerpo físico, sin estar “poseídos” por el espíritu de Celebrimor, podremos correr, saltar, coger algunos objetos y pelear contra todos los enemigos a espadazo limpio. En cambio en el mundo espectral, podremos ver algunos detalles que se nos escapan en la visión “normal”, como las siluetas de nuestros enemigos a través de paredes y rocas, o teletransportarnos de una torre a otra tras haber realizado lo que en el juego denomina “activar la forja”.

Otro de los factores característicos de este juego es la obtención de habilidades y premios por nuestras acciones. En esta ocasión podremos optar por aplicar todas estas mejoras tanto en el plano corpóreo como en el espectral, consiguiendo así en un caso u otro, mejoras a nivel de luchador, habilidades físicas como “mayor velocidad” o mejora en escalar muro en el primer caso… Opor otra parte, habilidades más enfocadas a nuestro lado más “espiritual”. En cualquier caso todas estas habilidades no nos serán regaladas aleatoriamente y serán asignadas en función de ir cumpliendo una serie de misiones o consiguiendo algunos hitos meritorios durante los combates.

Estas asignaciones de habilidades y mejoras no se quedan solamente en los personajes. Y es que ya nos lo advirtieron en la presentación del juego hace unas semanas: Las espadas serán tratadas con especial mimo en La Tierra Media: Sombras de Mordor. Por ello tras vencer a los diversos capitanes enemigos, dejarán tras de sí unas runas que podremos recoger para engarzarlas a nuestras armas. De esta manera podremos mejorar nuestras armas de maneras inimaginables. Eso sí, estas runas, deberán ser “activadas” para poder hacer efectivas las mejoras y eso conlleva pagar con las monedas, denominadas Miran, que a su vez iremos consiguiendo a lo largo del juego .

Por supuesto el plato fuerte viene a continuación, y es que en este título “los malos”, son más que simples personajes sin oficio ni beneficio. Todos ellos están organizados jerárquicamente y no sólo eso, sino que existirá una lucha de poder interna en la que incluso habrá asesinatos y traiciones por intentar ascender en la jerarquía. Todo está diseñado para que el juego vaya evolucionando y estas redes de intereses se vayan convirtiendo cada vez en más complejas cuantos más enemigos vayamos conociendo. Los enemigos tienen por lo tanto una motivación extra por hacer rodar nuestra cabeza, y es que en el trágico caso de morir en el juego, como así fue en alguna de las primeras luchas a la que nos enfrentamos, el enemigo ejecutor en cuestión, lo celebra de manera muy exaltada, consiguiendo incluso su ascenso por ello. Pero como decimos, muchas veces el desenlace es impredecible, porque esta muerte podría suponer un desafío por parte de un rango superior al soldado que acabó con nosotros, y finalmente este también acabaría con su vida. Las tramas entre los enemigos también son bastante complejas.

El hecho de poder ir conociendo a nuestros enemigos (y que ellos nos conozcan a nosotros) supone una ventaja a la hora de futuras contiendas, porque al igual que los propios enemigos demuestran una buena memoria al vernos (incluso hacen algún comentario desafiante), nosotros también podremos aprovechar la información que obtuvimos de la anterior batalla, de la que finalmente pudo escapar, para poder aprender de los errores.

Como decimos, las habilidades que iremos desvelando para Talion irán siendo cada vez más llamativas y útiles como por ejemplo, el “lavado de cerebro” en el que podremos utilizar a enemigos como aliados, dándose el caso de que lleguen a atacar a los de su propio bando; o las siempre interesantes posibilidades de interrogar y extorsionar.

En el aspecto jugable, bien es cierto que se pueden pasar unos minutos hasta que finalmente dominas todas las posibilidades disponibles para el personaje. Caminar y correr, aturdir, bloquear, atacar, transformar… Finalmente resulta sencillo y los diversos ataques se simplifican a un solo botón de la consola, eso sí, mejorados en combinaciones con otros botones en el momento y en el lugar correcto.

La espectacularidad de las combinaciones de movimientos no entran en juego desde las primeras batallas, lo más probable es que tras las primeras hordas de orcos nos liemos a machacar botones sin control, en algunos casos con relativo éxito. Pasadas unas cuantas batallas, y con los nervios y la emoción del momento más calmados, empezaremos a darnos cuenta de todas las posibles combinaciones, que en realidad resultarán bastante sencillas con la experiencia, y que darán como resultado impresionantes movimientos, desmembramientos y decapitaciones muy gore, pero muy gratificantes para quien está a los mandos de la consola.

Lejos queda por lo tanto este juego de ser tan solo un título en el que debermos ir caminando y matando orcos sin más. Este hecho favorece que los enemigos se acuerden de nosotros, así como que en según qué circunstancias será posible que nos interese eludir la batalla o pasar desapercibido gracias al “modo sigilo”. Afortunadamente en el modo sigilo podremos seguir siendo igual de mortíferos, pero por la espalda. Es posible que esta dinámica y la libertad que nos permite la elección del modo de afrontar los combates según nuestro estilo, sea uno más de los puntos atractivos de este juego.

El juego contará con 20 misiones principales repartidas a lo largo del gigantesco mapa por el que podremos vagar a nuestro antojo. Por el camino podremos encontrarnos con misiones secundarias que se suman a las principales como por ejemplo luchas de poderes, venganzas, y ajustes de cuentas, entre otros. Además si este juego tiene un atractivo adicional, este es el de poder explorar todos los rincones de los escenarios, que en la mayoría de las ocasiones ocultarán objetos que nos podrán ser útiles, en el preciso momento o un poco más adelante. Por lo tanto, jugar a Tierra Media: Las sombras de Mordor y ceñirnos exclusivamente a la historia puede resultar algo pobre.

El apartado gráfico está perfectamente a la altura del título y por supuesto de la nextGen. Texturas bien definidas, algunos efectos de luces bien logrados, partículas bastante espectaculares y un sistema de clima dinámico realmente espectacular.

Por otro lado los personajes tienen un gran trabajo de diseño detrás y todos los detalles están cuidados para dotarles de personalidad y carácter. Es probable que en ocasiones Celebrimor robe protagonismos al propio Talion dada la gran personalidad trabajada con este personaje. Todas sus animaciones son creíbles, y a pesar de no tratarse de lo mejor que hemos visto hasta ahora en materia gráfica, bien podríamos decir que rozan el sobresaliente.

La banda sonora invita a subir el volumen para integrarnos 100% en la batalla, los tambores, los cuernos, esas voces épicas… Todo provoca una subida de la adrenalina que impide mantener las posaderas pegadas al asiento. Además, el trabajo de doblaje ha sido otro de los puntos que nos ha sorprendido por su buena calidad y por su integración con las animaciones faciales, diseñadas originalmente para el inglés.

Resumiendo, pensamos que este juego puede ser un gran título para tanto fans como no-fans de la saga del creador y respetado JRR. Tolkien pero que al margen de esto, supone ponerse a la altura orgullosamente de otros títulos pertenecientes a su género. Los que esperábamos algo así tras su presentación oficial hemos confirmado las hipótesis: La Tierra Media: Sombras de Mordor prometía y se cumplieron todas las expectativas.

Lo mejor:

Lo peor: