Disney quiere que visites sus parques temáticos mediante la realidad virtual
Ya lo hemos dicho muchas veces; la realidad virtual quiere ser una tecnología aplicable a muchos campos más allá del puro ocio electrónico ofrecido por los videojuegos, poniendo el punto de mira en áreas tan dispares como la medicina, el diseño, la ingeniería o la arquitectura. Y por supuesto, teniendo en cuenta la ingente cantidad de dinero que están invirtiendo ciertas compañías por impulsarla, no nos extrañaría que se acabe aplicando a tantísimas otras áreas con demostrado tirón comercial como por ejemplo el turismo.
Así es, porque según afirma al medio GamesBeat un diseñador técnico de Disney, Bei Yang, por lo visto de aquí a un tiempo puede que no haga faltar tener que pasar todo un fin de semana fuera de casa con el jaleo que hacer la maleta, coger un avión y cargar con los niños para conocer Disneyland París, puesto que la compañía se está planteando el llevar sus parques temáticos a la realidad virtual como una forma más de “crear conexiones entre amigos y familiares”; algo que afirman poder hacer a través de muchos medios, incluyendo por supuesto una realidad virtual que empieza a estar hasta en la sopa. Y sí, esto incluye el poder disfrutar de las mismísimas atracciones desde el salón de nuestra casa gracias a un casco como Oculus Rift.
Montar en la Space Mountain, pasear por los alrededores del castillo de la Cenicienta o ver a personajes como Mickey, Pluto, Donald y compañía cobrando vida ante nosotros (aunque no se sabe si podremos abrazarles ‘virtualmente’) estará entonces al alcance de cualquiera. Y esto provoca una pregunta lógica, ¿no afectará a la afluencia de visitantes a los parques reales?
Pues según Yang parece que no. O al menos eso es lo que él piensa al comparar la experiencia de acudir a un parque de atracciones con la de ir al cine: por mucho que podamos ver una película en nuestro sofá, nunca es lo mismo que verla en una pantalla gigante con una pareja al lado dándose el lote, el niño de la cuarta fila berreando, la señora que no sabe silenciar el móvil y el jugador de la NBA que se te ha sentado justo enfrente levantándose cada dos por tres para ir al baño. Todas estas sensaciones, al igual que las que podemos vivir en los parques de Disney, son difícilmente replicables en nuestro hogar por mucha realidad virtual o no que tengamos a mano.
