121 niños españoles participan en campamentos terapéuticos este verano
Desde 1994 más de 18.000 niños enfermos de cáncer y otras patologías graves han podido olvidar su circunstancia durante unos días en el campamento de Barrestown [Irlanda]. Allí, el director, Fin Breatnach asegura que lo principal es “divertirse con seriedad y es como si el hospital fuera el que acudiera a ellos en forma de diversión”.
Este campamento está situado en un castillo a 45 kilómetros de Dublín, fue creado por Paul Newman, trasladando a Europa la cadena de campamentos 'Hole in the wall', que él mismo ideó hace 20 años y que en América tiene un gran éxito.
Las claves del programa son la risa, la alegría y la energía que se respira durante esos diez días de convivencia, que hace que los niños se olviden de que están enfermos y cuando vuelvan a sus vidas se sientan más capaces y fuertes. El objetivo más importante es potenciar la autoestima y redescubrir la seguridad, la independencia, la confianza y la esperanza.
La responsable de la selección de los niños que participan, Tracey O'Dwyer, explica lo que ellos conocen como recreo terapéutico, que consiste en que, gracias a las múltiples actividades que se desarrollan en el castillo “el niño se atreve a algo que creía que le estaba vedado y cuando lo logra, reflexiona sobre ello, lo que le lleva a descubrir, por sí mismo, que sus limitaciones son superables”.
Los pequeños están siempre atendidos por voluntarios y personal sanitario con experiencia en oncología pediátrica, que están con los niños en todo momento. Asimismo, todas las áreas de actividad están diseñadas cuidadosamente dando prioridad a la accesibilidad y seguridad, para que todos los allí presentes puedan disfrutar de la totalidad de los juegos.
Este proyecto presta una especial atención a las familias, pues “los padres de los niños enfermos tienen un sufrimiento añadido, al sentirse culpables de proteger tanto al niño negándole así la niñez”, asegura Breatnach. Por ello, también hay campamentos dirigidos a las familias para ayudarles a superarlo y para que puedan compartir unos días junto a sus hijos, lejos del hospital, saliendo de la rutina y disfrutando de una vida normal, que muchos de ellos no pueden tener.
Barretstown fue el primer campamento 'Hole in the wall' en Europa, pero con el paso de los años se han ido fundado en otras ciudades, como Italia, Francia, Hungría y Reino Unido. En este emplazamiento, este año han participado 1.900 niños de entre 7 y 17 años, procedentes de 20 países y de 100 hospitales europeos. España cada año se compromete más con esta iniciativa, y en 2009 disfrutaron de este campamento un total de 121 niños españoles y desde la organización esperan que ese número siga creciendo.
El mantenimiento anual del campus asciende a los 5 millones de euros, pero los participantes no tienen que pagar nada. La estancia allí es totalmente gratis y también el transporte de ida y vuelta. Los gastos se financian con contribuciones desinteresadas de fundaciones y particulares, así como la colaboración de voluntarios que participen en el programa.
Su gran labor con los pequeños ha hecho que sean mundialmente conocidos, y recientemente la Asociación Española contra el Cáncer ha presentado la candidatura de esta cadena de campamentos para el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia.
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