Asciende a 506 el número de muertos por las inundaciones de Río de Janeiro
El estado brasileño de Río de Janeiro se sigue viendo azotado por las fuertes lluvias que han dejado un desolador balance: 506 víctimas mortales y miles de afectados por las inundaciones y desplazamientos de tierra que han provocado las precipitaciones.
Por el momento, el Instituto de Medicina Legal ya ha identificado un total de 470 cadáveres. La ciudad de Friburgo reúne el mayor número de víctimas identificadas: 225. En Teresópolis son apenas dos menos, mientras que en Petrópolis esta cifra baja a los 39. En Sumidouro ya se ha puesto nombre y apellidos a 19 cuerpos. La Policía Civil tiene dificultades para enviar la lista con los nombres.
Datos del gobierno carioca establecen que hay más de 5.000 familias que han perdido sus hogares en la Región Serrana: 2.500 en Teresópolis y 3.000 repartidos por igual entre Petrópolis y Teresópolis, informa el diario brasileño O Globo.
Por su parte, el vicegobernador y secretario de Obras de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezao, vaticinó el jueves por la mañana que el balance de muertos en el área montañosa podría aumentar considerablemente a lo largo del día.
“Estamos preocupados porque ha vuelto a llover, hay otras ciudades aisladas. Bom Jardim está aislada porque se han caído tres puentes [...] Estamos llevando maquinaria para retirar los escombros en varias partes de la ciudad”, declaró Pezao, que no dudó en calificar la situación como “desoladora”.
Mientras, la presidenta del país, Dilma Rousseff, sobrevoló ayer las zonas afectadas por las fuertes precipitaciones en la zona montañosa del estado de Río de Janeiro.
Rousseff pudo comprobar, primero, la situación la zona montañosa, a unos 100 kilómetros de Río de Janeiro, que ha quedado devastada por aguaceros que han caído en los últimos tres días antes de llegar a la localidad de Nova Friburgo, una de las más afectadas por el temporal.
“Vamos a emprender acciones firmes”, ha dicho Rousseff al llegar Nova Friburgo, según ha informado la Agencia Brasil. La mandataria arribó al campo de fútbol acompañada de seis de sus ministros y del gobernador de Río, Sergio Cabral.
Durante su recorrido, Rousseff ha visitado las calles y plazas que quedaron anegadas por las aguas y ha conversado con varios de los damnificados. También ha estado en la zona donde cuatro bomberos murieron tras desplomarse un edificio durante las labores de rescate.
La mayor parte de Nova Friburgo continúan sin electricidad, gas y agua potable, mientras que las redes telefónicas
funcionan a medias lo que ha dificultado las comunicaciones. Los accesos por tierra a ese municipio se encuentran prácticamente bloqueado por las inundaciones y los escombros que han quedado en las carreteras tras los aludes.
Esta es la primera crisis que tiene que afrontar Rousseff desde que asumió la Presidencia el pasado 1 de enero y uno de los más grandes desafíos de su primer año de gobierno debido a las millonarias pérdidas que ha dejado el temporal.
El Gobierno ha destinado hasta el momento 780 millones de reales (unos 349 millones de euros) para paliar la emergencia en la zona montañosa de Río de Janeiro y en otros estados como Minas Gerais y Sao Paulo, donde miles de personas han quedado damnificadas.
Las Fuerzas Militares han enviado dos helicópteros y hospitales móviles para ayudar a las víctimas y colaborar en las labores de rescate que desarrollan los bomberos y funcionarios de Defensa Civil en las zonas afectadas.
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