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Bensmail desmiente su vinculación con Lamari, uno de los suicidas de Leganés

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Uno de los principales acusados en el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional contra la célula islamista desarticulada en el seno de la 'operación Nova', Abdelkrim Bensmail, declaró hoy ante el juez para negar cualquier relación con el supuesto líder de esta red terrorista autodenominada como 'Mártires por Marruecos' y se desvinculó de nuevo de su relación con uno de los autores del 11-M que se suicidó en Leganés, Alekema Lamari, causa por la que ya declaró como testigo en el macroproceso judicial en torno a los atentados del 11 de marzo en Madrid. Bensmail, nacido en Argelia, estaba unido con Lamari por la militancia que ambos compartieron en el pasado en las filas del Grupo Islámico Armado (GIA), razón por la que fue condenado a nueve años de cárcel en 2001. Fue cuando cumplía condena por esta causa en la cárcel asturiana de Villabona cuando fue de nuevo detenido en el curso de la 'operación Nova'.

En el momento del arresto en su celda de la cárcel de Gijón, Bensmail actuó de forma agresiva, según el escrito del fiscal, gritando frases como “te tengo que matar, antes o después te tengo que matar”, “Bush Aznar y Garzón asesinos y terroristas”, “no me va a juzgar ningún terrorista, matadme ya estoy preparado para morir” o “ahora pensáis que esto es un triunfo, pero nosotros os haremos pagar y nuestra será la victoria”.

Según el Ministerio Público, llegó incluso a golpear a un policía, extremo que negó el acusado reconociendo que “hubo problemas” en el arresto, pero se consideró “una persona respetuosa”. Durante el registro practicado en su celda de Villabona, las Fuerzas de Seguridad incautaron además un nota manuscrita del preso con el nombre del etarra Henri Parot y otra con la fórmula de la cloratita.

Bensmail se defendió reiterando que él no estuvo presente durante ese registro y añadió que se enteró de la existencia de estas notas manuscritas cuando las vio publicadas en un medio comunicación. “No estuve presente en el registro, me encerraron el pasillo y cuando llegué estaba todo por el suelo, esas notas no son mías, no sabía que existían”, dijo el preso, quien se desvinculó así de su posible relación con el miembro de ETA, así como de su intención de llevar a cabo atentados terroristas.

GIROS POSTALES DE LAMARI

Asimismo afirmó no haber tenido ningún tipo de relación con Lamari en los años previos al 11-M ya que según explicó no volvió a saber nada de él desde el juicio como integrantes del GIA en 1997. “No le volví a ver ni a él ni a los demás” dijo Bensmail, quien, sin embargo, a preguntas del fiscal, Pedro Rubira, reconoció haber recibido durante su estancia en la cárcel varios giros postales del suicida de Leganés con cantidades aproximadas a los 150 euros acompañadas de cartas en las que se podían leer frases como “aguanta hermano”.

No obstante, Bensmail matizó que se encontraba incomunicado y que recibía correspondencia de mucha gente por lo que no podría asegurar que esos giros postales fuesen realmente de Lamari.

Por su parte, en relación a su procesamiento por su presunta integración en la 'Operación Nova', Bensmail negó la mayor y aseguró que no conoce al presunto líder de la célula, Mohamed Achraf, y que jamás escuchó hablar del nombre de 'Mártires por Marruecos', nombre con el que se conocía al grupo.

El fiscal solicita una pena de 11 años de prisión para Bensmail por un delito de integración en organización terrorista. Le acusa de haber mantenido correspondencia desde la cárcel con otros integrantes de la célula islamista repartidos por distintos centros penitenciarios. El preso admitió haber escrito numerosas cartas desde prisión aunque alegó que esta actividad epistolar se debía a un deseo de comunicarse con alguien debido a su estado de aislamiento en la cárcel.

“ESCRIBÍA PARA NO ABURRIRME”

“Yo mandé cartas a mucha gente, estuve mucho tiempo en aislamiento y escribí a mucha gente por no aburrirme, escribía cosas que se me ocurrían, análisis de actualidad...”, explicó, al tiempo que añadió que en su correo “no hay ninguna cosa rara, por que está intervenido desde 1997”. En este sentido, admitió haberse carteado con otro de los procesados, Hoari Jera e incluso con los autores del atentado contra el World Trade Centre de Nueva York de 1993, no obstante, hizo en hincapié en que en sus misivas “nunca” introdujo “llamadas a la guerra santa”.

Durante la octava sesión del juicio, celebrada hoy en la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, también declararon otros cuatro procesados para los que el fiscal pide una pena de 11 años de cárcel por un delito de integración en organización terrorista. Se trata de Soubi Kunic, Bachir Belhakem, Mohamed Amine Akli y Abdelmaid Sahouane.

Este último fue de los pocos procesados en admitir que conocía a Mohamed Achraf, aunque matizó que era cliente de la carnicería que regentaba en Pamplona. También sabía que el presunto líder de la célula islamista compartía piso con otras cinco personas. Asimismo, Sahouane también reconoció conocer al confidente del CNI, Ismail Latrech.

Por su parte, el fiscal preguntó al acusado Mohamed Amine Akli por una nota que le fue intervenida en la que aparecía el nombre y el número de teléfono del etarra Iñaki Rekalde. Amine Akli admitió que los policías extrajeron esa nota de su bolsillo, pero añadió que desconocía cómo había llegado ahí.

La rueda de comparecencias de los acusados estaba previsto que finalizase esta tarde con el interrogatorio al propio Achraf, no obstante la intervención del presunto cabecilla de la célula ha sido trasladada al lunes debido a que su abogado defensor será intervenido quirúrgicamente, según informó el presidente del tribunal, Alfonso Guevara.

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