De desconocidos a una familia muy numerosa en el transcurso de una cena de Nochebuena

En el mismo local que albergó la iniciativa el pasado año, 45 personas volverán a sentarse alrededor de una mesa para festejar la Nochebuena. La mayor de las participantes tiene 86 años, la menor dos, como especifica Magdalena Pérez, presidenta del Teléfono de la Esperanza, organizadora del programa A tu lado, que tiene el objetivo de vencer la soledad en esta especial fecha. Entre medio, hay personas de 27 años, de 35, de 50, de 60... pone en valor para recalcar que la soledad no deseada “no entiende de edades, ni de sexos, ni de condición social”.

Como detallan desde el Teléfono de la Esperanza, en esta cena “hay más hombres que mujeres”, un aspecto que les ha llamado la atención ya que el porcentaje de llamadas al teléfono suele dividirse entre un 60 % mujeres y un 40% hombres. “Hace unos años el porcentaje de hombres que llamaban, que pedían ayuda o se mostraban vulnerables era mucho más bajo y ahora se va incrementando, lo cual está muy bien”, comenta Pérez sobre una caza vez mayor apertura a mostrar emociones y necesidades.

La iniciativa es posible un año más gracias a la colaboración de la promotora inmobiliaria Samaniego -que cede el espacio-, el grupo de cocineros Eurotoques La Rioja, el Gobierno de La Rioja y el Ayuntamiento de Logroño junto con un grupo diverso de empresas y voluntarios.

Las 45 personas que este domingo compartirán cena han sido entrevistadas previamente, para conocer sus situaciones y gustos. “Estamos tranquilos y contentos de que podamos volver a hacer esto entre muchas personas”, explica Magdalena Pérez mientras ultiman los detalles para esta nueva edición, en la que también hay participantes que repiten la experiencia. “Creo que tenemos una ilusión serena por saber lo bonito que es compartir entre personas y, después de la experiencia del año pasado, sabemos que algo así viene muy bien a todos”. “Se hizo con mucho cuidado, como si fuera en nuestra casa”.

Y es que, como recuerda “salimos con una sensación de conexión, de haber encontrado un motivo en ese encuentro”. En el transcurso de unas horas, “consiguieron conectarse, sentirse acompañadas y poder compartir esa noche, a nosotros nos hace ilusión y nos da esperanza”.

Una red de muchas manos para organizar la velada

Si son 45 personas las que disfrutarán de esta cena, son muchas más las que hay detrás para que esta especial iniciativa salga adelante. Así, Pérez agradece que este año se hayan vuelto a sumar todas aquellas empresas y personas que colaboraron el pasado año, “sin ninguna duda”, más otras nuevas. “Para llegar aquí hay muchas personas que han hecho su trabajo, se han esforzado y han aportado de manera solidaria muchas cosas”. El Grupo Samaniego cede el local para la velada, varios cocineros de Eurotoques prepararán la cena, Tres lisés aportará los patés, Celebona el aceite, Bruno Fadrique dará fruta, el pan correrá a cargo de El Paraiso y los bombones serán de Jeff de Bruges. Además, Santos Ochoa repartirá regalos para los más pequeños, Boal Eventos se encargará del menaje y un grupo de mujeres de Baños de Río Tobía con Silvia y Carlos Villoslada y la floristería Azalea se encargarán de la decoración.

También se encuentran detrás cerca de las 40 personas voluntarias del Teléfono de la Esperanza, de las que doce estarán presentes en la cena. “Esto construye y da esperanza”, agradece Pérez sobre esta red.

En el recuerdo de la pasada edición quedan muchas escenas. De todas ellas, Pérez destaca el cambio que pudo percibirse entre el momento en el que las personas participantes cruzaron el umbral del local y se conocieron, marcado por cierta timidez, hasta el final de la cena, cuando “un gran jaleo” inundó el sitio, con villancicos e incluso una partida de bingo. Una escena que bien podría ser la de cualquier familia celebrando esta especial fecha. “Y sabemos que en Navidad y Nochevieja muchos de ellos volvieron a reunirse para comer”, cuenta agradecida.

Esta noche, esta familia numerosa podrá disfrutar de una rica cena, pero Magdalena Pérez hace hincapié en lo más importante: “Te vas nutrido, pero de lo que realmente importa, de conexión”.