Dos equipos, un mecenas y cero euros

Linares y Fundación viven atados a una extraña unidad de destino. Ambos son equipos punteros en sus respectivas categorías, pero dependen económicamente de un mecenas, Delfín Cañas, al que parece habérsele agotado la hucha.

Cañas lleva más de diez años sufragando los gastos del equipo andaluz, con la ayuda de los eventuales patrocinios. Y es también el hombre que ha dado apoyo económico al proyecto creado por Antonio Hidalgo, la supuesta tercera vía para darle solución al supuesto 'problema' del fútbol riojano: crear un equipo al margen del Logroñés y sin sus problemas económicas para optar al regreso a las categorías superiores del fútbol español.

Hasta la presente temporada, Cañas había sido un hombre casi modélico en ese sentido. Ninguno de sus equipos había manifestado síntomas de agotamiento económico. Tanto Linares como Fundación, no obstante, han frustrado las expectativas del que ha sido su sostén económico en repetidas ocasiones. Los andaluces no consiguen dar el salto a Segunda y los logroñeses llevan ya tres proyectos frustrados en la fase de ascenso a la división de bronce.

En la campaña 2007-2008, sin embargo, el bolsillo de Cañas parece haber dicho basta. La plantilla del Linares lleva sin cobrar desde septiembre. Son ya, por tanto, tres los meses que se les adeuda a los jugadores. Para la plantilla, que ocupa el segundo puesto del Grupo IV de Segunda B, el problema empieza a sonar a chufla. No en vano, el 27 de diciembre Cañas facilitó a los jugadores los cheque que, supuestamente, iban a poner al día los sueldos. Hasta hoy.

En el Fundación, los jugadores no han cobrado ni noviembre ni diciembre

. La familia Cañas Fernández, que afirma haber invertido en el Linares más de seis millones de euros, ni siquiera da la cara ante quien ha sido su 'amigo riojano', el presidente del Fundación Antonio Hidalgo.

La situación está complicada para ambos conjuntos, a pesar de que los dos tienen opciones para ascender de categoría. Pese a que Cañas ha pedido comprensión y paciencia, son ya muchas las familias que dependen del cada vez más exiguo hilo económico del ahora desaparecido y polémico empresario.