Dos golazos le hacen doblar la rodilla al EDF

29 de septiembre de 2019 01:10 h

El EDF bajó del sueño en el que se había instalado después de tres jornadas invicto para ceder en su primer encuentro ante el actual campeón, el Atlético de Madrid, por un 2-0 en el que hubo fases en las que las logroñesas creyeron, de haber estado más acertadas cara a portería, en poder sumar algo frente a un conjunto que acudía a la cita matinal del domingo tras encajar una goleada frente al eterno rival (6-1 contra el Barcelona). Al final, sin embargo, se impuso la calidad por mucho que las riojanas se fajaran durante todo el encuentro.

El EDF salió sin complejos ni miedos al Wanda de Alcalá de Henares. Cierto que en los primeros compases, toca cerrarse, estar ordenadas y evitar que el Atlético de Madrid estuviera cómodo sobre el césped. De ahí que apenas hubiera incursiones en las áreas y que los dos conjuntos estuvieran más atentos de no regalar que de generar, por mucho que las rojiblancas llevaban la iniciativa. Sin embargo, las locales tenían respeto a las riojanas -este domingo de blanco-. Banda es una amenaza con defensas adelantadas y esa parecía ser una de las prioridades de Sánchez Vera, evitar que la delantera pudiera disfrutar de ese tipo de lances.

El tiempo pasaba y el EDF se iba sintiendo a gusto. De ahí que hubiera cierto equilibrio. Entonces vino un error en el pase de Dorine que permitió a Ludmila medirse a Johansen, pero la danesa estuvo felina para evitar el tanto casi cantado. Hubo réplica, casi instantánea, con un tiro raso y fuerte de Banda al primer palo que Van Veenendaal mandó a córner. Las intenciones de las riojanas fueron a más y Raquel tras una falta frontal probó de nuevo a la meta holandesa, que respondió con sobriedad.

Las amenazas de las logroñesas eran claras, lo que provocó que el duelo se enfriara por unos instantes. El Atlético de Madrid no era tan abierto, tomaba sus precauciones. Hasta que en los diez minutos finales del primer tiempo todo cambió. El choque se volvió loco con presencia constantes en las dos áreas. Fue un toma y daca. Primero Sampedro, con un remate a bocajarro, no acabó de concretar el pase de la muerte de Sosa. Pero en la siguiente jugada, Sosa sacaba un córner de lujo y Aleixandri, de cabeza, adelantaba a las suyas.

Gerardo García pedía cabeza, no irse del encuentro. No tirar por tierras el trabajo realizado. El conjunto local vio sangre y fue a por la sentencia. Ludmila chutaba y Johansen se lucía. Entonces con dos arreones, el EDF levantó la cabeza y pudo empatar con dos oportunidades bastante claras. En las dos estuvo presente Banda. Balón largo y la delantera se zafaba de su par, aunque llegaba forzada para superar a Van Veenendaal, que dejaba un rechace muerto al que parecía que Isadora iba con ventaja, no contó con Meseguer que se anticipó (la brasileña pediría penalti y fue amonestada por sus protestas). Aún pudo firmar las tablas antes del descanso, Banda, un incordio constante, recortaba dentro del área y buscaba el tanto por arriba, pero la portera rojiblanca sacaba una gran mano. Todo abierto, pese al 1-0, de cara a la segunda mitad.

Tras el paso por los vestuarios, el Atlético de Madrid gozó de más posesión. La idear era evidente, controlar más la pelota para maniatar a su rival y dejarlo sin capacidad para responder. Lo consiguió. Y eso que Neném apuntaba a algo más de dinamita en la faceta ofensivas. Sin embargo, Meseguer enganchó una volea espectacular que alojó el cuero en la escuadra. Un tanto que condicionó el resto del encuentro. El EDF no se achicó y, siempre que podía, adelantaba su línea de presión, aunque sin encontrar el premio de atosigar a las rojiblancas.

A las riojanas les costaba trenzar jugadas y poner en aprietos a Van Veenendaal pese a que con las sustituciones bajaron el ritmo de un partido en el que el EDF sabía que la empresa estaba complicada, mientras que el Atlético de Madrid, vertical, no frenaba en sus intenciones aunque sí que lo hacía con más calma, sabiendo que era más importante evitar que las logroñesas se reengancharan.