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El alcohol no es excusa

Rioja2

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Unos trescientos médicos de familia se reúnen en Bilbao para debatir cómo detectar antes la violencia doméstica y el consumo excesivo de alcohol, dos aspectos que cada vez cobran más importancia en la tarea asistencial de estos profesionales.

Las mujeres que sufren malos tratos no suelen confesarlo en la consulta del médico de familia, pero sí es más frecuente que informen al profesional de que su marido bebe demasiado. Para Luis Aguilera, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), aunque un consumo excesivo de alcohol no es un factor causal de maltrato, sí que constituye un elemento favorecedor de este tipo de situaciones.“El alcohol incrementa la expresión de una violencia que ya existe de antemano. Por lo que siempre lo debemos considerar un indicador de sospecha o una situación de riesgo a tener en cuenta para detectar un posible caso de maltrato”, añade este experto.

El doctor Aguilera subraya que durante mucho tiempo el abuso de alcohol se ha utilizado como elemento eximente de la violencia de género, “lo que en realidad es una trampa, ya que hay bebedores que no maltratan y personas que no consumen ni una gota de alcohol y agraden a otras. Pero sí que está asociado y así se refleja en todos los estudios que se han realizado, por lo que siempre debe constar en la historia clínica. Al igual que se hace cuando existen antecedentes familiares o un problema de aislamiento o precariedad social, se debe indagar cuando una mujer acude a la consulta y nos cuenta que su marido bebe. Todas ellas son situaciones que denominamos de vulnerabilidad y que, por tanto, incrementan el riesgo de que se de una agresión”.

Además de estas situaciones de vulnerabilidad, también existen señales de alerta que la víctima muestra con determinadas conductas. “Por ejemplo, cuando una mujer es hiperfrecuentadora, presenta ansiedad o acude por trastornos aparentemente orgánicos, y que en realidad no responden a un problema de salud. Deben considerarse llamadas de atención, peticiones de ayuda que como profesionales tenemos que responder y hacer un abordaje psicosocial para saber cómo son las relaciones con su pareja, con sus hijos, etc”.

Teniendo en cuenta que el 90% de las mujeres maltratadas pasa por la consulta de atención primaria en el año siguiente a la agresión, “es imprescindible que el médico de familia conozca aspectos como qué signos alertan de un caso de malos tratos o qué medidas adoptar en este tipo de situaciones”, subraya el doctor Aguilera.

CONSUMO DE DROGAS

La detección precoz del consumo de drogas es una de las prioridades del médico de familia. Según datos procedentes de estudios del Programa de de Actividades de Prevención y Promoción de la Salud (PAPPS) de semFYC, cada día, cerca de 100.000 varones (uno de cada cuatro) que acuden por cualquier motivo al centro de salud se les detecta un consumo excesivo del alcohol. Para José Zarco, director de las Jornadas y responsable del Grupo de Intervención en Drogas de semFYC, “muchos de nuestros pacientes conviven de manera cotidiana con los riesgos derivados del consumo drogas, entre ellas el alcohol. Por lo tanto, como médicos de familia tenemos una importante tarea tanto en la prevención y promoción de hábitos de vida saludables como en la identificación precoz del problema y manejo de los efectos nocivos derivados de su consumo”.

En este contexto, la semFYC y el Plan Nacional sobre Drogas (PNSD) han puesto en marcha la Campaña para el Diagnóstico Precoz e Intervención en el Alcoholismo y en los problemas relacionados con el consumo de otras drogas. A través de esta iniciativa centros de salud de toda España van a disponer de material informativo para impulsar el diagnóstico, determinar el grado de consumo, ofrecer consejos con los que ir rebajando dicho consumo y aplicar un tratamiento adecuado cuando el paciente ya experimenta un síndrome de abstinencia alcohólica.

Según el doctor Zarco, la intervención del profesional de atención primaria debe centrarse en ofrecer orientación a aquellas familias que viven en circunstancias que puedan favorecer el desarrollo de problemas relacionados con los consumos de drogas, procurando lograr una detección precoz del problema. “Las administraciones sanitarias deben utilizar tanto los recursos disponibles en los centros de salud como el conocimiento y habilidades de los médicos de familia en el abordaje de estas situaciones de riesgo, sobre todo entre los más jóvenes. Debemos aprovechar las oportunidades que se presenten para así poder investigar posibles consumos y adecuar el consejo a la situación detectada”

DROGAS LEGALES

En la población general (entre 15 y 64 años), las drogas legales son las más consumidas. El alcohol es el psicoactivo más utilizados en España. Esta sustancia origina más de 8.500 muertes al año. En el 37% de los accidentes de tráfico mortales, el conductor presenta ingesta elevada de alcohol. Se trata de la tercera causa de enfermedad (9.2%), después del tabaco (12%) y la hipertensión arterial (10%). El 33% de los adolescentes que acude a la consulta del médico de familia se ha emborrachado en el último mes.

Los datos disponibles señalan que el 40% de personas con consumo de riesgo disminuyen su ingesta de alcohol después de una intervención del médico de familia. El PAPPS recomienda la exploración sistemática del consumo de alcohol, como mínimo cada dos años, a partir de los 14 años. “Esto debería hacerse al abrir toda historia clínica, al actualizarla o ante cualquier indicio de sospecha”, aclara el doctor Zarco.

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