El Caja3 jugó a ritmo de vértigo y el Naturhouse no aguantó
Caja3 Aragón (17+14): Pablo Hernández; Sorli (3), Grebenar (3), Casanova (1), Maqueda (1), Cartón (4,2p), Val (5), Vigo (4), Humet (4), Masachs (4,2p), Javier García (2) y Postigo.
Naturhouse La Rioja (13+11): Jorge Martínez, Aguinagalde (ps); Rodríguez (3,1p), Velasco (1), Víctor Hugo (3), Garabaya (1), Prce (5,2p), Curuvija (1), Ales (1), Tioumentsev (2), Juárez (3), Vega (2), Dujshebaev y Arrieta (2).
Árbitros: Álvarez Mata y Bustamante López. Excluyeron dos minutos por el Caja3 Aragón a Val (2), Humet, Javier García y Postigo, y por el Naturhouse La Rioja a Víctor Hugo, Prce y Ales. Marcador cada cinco minutos: 1-2, 4-3, 7-7, 11-11, 15-12 y 17-13 -al descanso- 19-14, 20-15, 22-15, 23-18, 27-20 y 31-24. Incidencias: partido correspondiente a la octava jornada de la Liga Asobal disputado en el Pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza ante unos 1.500 espectadores.
CAJA3 - NATURHOUSE LA RIOJA, 32-24
El Caja3 Aragón planteó al Naturhouse La Rioja un partido a una velocidad de vértigo y los riojanos trataron de seguirlo pero en cuanto fallaron un poco más de la cuenta su rival abrió hueco en el marcador y ya no dejó escapar la victoria.
La versión ganadora del Caja3 Aragón volvió a aparecer sobre el parqué del Pabellón Príncipe Felipe y los zaragozanos, lejos de ser el equipo endeble y flojo que es en sus desplazamientos, mostró la cara triunfadora que le sirve para luchar por los puestos altos de la clasificación.
Los naranjas trataron de imprimir al juego un ritmo endiablado al partido desde su inicio con el objetivo de asfixiar a su rival, sin dejarle apenas tiempo para pensar sobre todo en las transiciones ataque defensa.
El problema de los zaragozanos que a esa elevada velocidad unieron en ciertos momentos buenas dosis de precipitación lo que les llevaba a fallar en una buena parte de sus ataques, además de encontrarse bajo los palos primero a Jorge Martínez, hasta que fue sustituido por un encontronazo con Grebenar, y después a Aguinagalde.
Las cosas sin embargo no empezaron como pensaba Mariano Ortega y su rival con un buen acierto en ataque se puso con dos goles de ventaja en el marcador (8-10) lo que le obligó a pedir un tiempo muerto y replantear las cosas.
Tras el descanso, el enfrentamiento se convirtió en un auténtico correcalles en los primeros minutos en los que los dos equipos se mostraron muy fallones, sobre todo los riojanos desde los siete metros ya que marraron seis de los nueve penaltis que tuvieron a su disposición.
Los visitantes comenzaron a acusar la elevada exigencia que le habían planteado los zaragozanos y con claros fallos en ataque vieron como su rival alcanzó hasta ocho goles de renta (23-15) tras un parcial de 3-0 y dejaron sentenciado el encuentro.
El cuarto de hora final los hombres de Mariano Ortega supieron mantener su intensidad sin permitir que su rival pudiese ponerle en apuros.
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