El día de la ilusión y de la salud
-78.294
-Tres millones de euros....
Así sonaba como auténtica música celestial para los agraciados con el premio Gordo de la Lotería de Navidad del año pasado. La lluvia de euros cayó en Madrid y convirtió en millonarios a miles de personas. Los riojanos veían desde sus televisiones las imágenes de hombres y mujeres abrazándose, llorando de alegría, descorchando botellas de champán y mostrando a cámara el boleto premiado, el boleto que haría olvidar la hipoteca, el paro y el agua al cuello de cada mes.
Muchos de esos riojanos se habrán imaginado que son sus rostros los que un año aparecerán en los informativos, sus décimos de loterías, los premiados y cada año, esperan que el milagro ocurra: que la voz de uno de esos niños de San Ildefonso lea el número de la bolita que acaba de recoger del bombo y que ese número coincida con la de los 3.000.000 de euros y que, además, sea el mismo que aparece en su boleto.
Pero para ese milagro también hace falta dinero: cada riojano, el mismo que sueña qué hacer con al menos 50 millones de pesetas, ha gastado durante todo este año 101,24 euros. La Rioja es la comunidad que más dinero se deja en este sorteo, mucho más que catalanes, andaluces, navarros o gallegos. Quizás, también, sea la que más sueña.
Sus combinaciones favoritas: el 7 y el 10. “Tal vez porque este 2010 ha sido tan malo que buscamos esa combinación para ver si sale algo bueno de ella” dice Ángel Alda, presidente de la Asociación de Loteros de La Rioja. Alda reconoce que se han vendido menos décimos que en otros años, sobre todo en los comercios hosteleros. Mucha gente en paro o que va muy justa a final del mes ha evitado pasarse por el bar y no ha comprado lotería. Es una explicación posible. Lo cierto es que las administraciones de loterías han dejado de vender entre un 2 y un 3%.
Y esas cifras negativas son el reflejo de unos meses convulsos para los loteros. El anuncio por parte del Gobierno de España de privatizar parte de la Administración Estatal de Lotería les ha pillado por sorpresa. El Gobierno privatiza el 30% y cambia la legislación dando opción a elegir a los loteros en continuar con una concesión administrativa como ahora -el negocio pasaba de padres a hijos sin que se pudiera vender- o bien crear una sociedad civil a la que podrán poner en venta. “Tengo bastantes esperanzas en esta nueva normativa” dice Alda “veo más espíritu de empresa y de superación en la Dirección General de Loterías y eso es bueno”.
APURAMOS HASTA EL ÚLTIMO DÍA
Los riojanos seguimos apurando hasta el último día. De hecho, el lunes y el martes pasados han sido dos días muy buenos en las ventas de ventanilla. Y los clientes no son exigentes, “aceptan los número que tengamos en el expositor o los que les demos los loteros”.
Además, el perfil del comprador tampoco ha variado por la crisis. Este tipo de juegos, los pasivos como se denomina a la Lotería Nacional, son más propios de gente mayor de 40 años. Aunque juegan también gente joven, sobre todo en décimos que se quedan las peñas o sociedades.
Sea como fuera, Alda coincide con el resto de loteros riojanos y españoles: “nuestro sueño es dar el Gordo de Navidad, eso supone vender casi 2.000 décimos, es hacer feliz a 2.000 familias riojanas”. Y no es sólo un sueño. El Gordo se ha dejado ver dos veces en Logroño y en una en Calahorra.
CURIOSIDADES
Todo lo relativo al premio Gordo de la Lotería Nacional está rodeado de curiosidades. Desde anécdotas como la de dos amigos sevillanos que compraron dos décimos, uno en Madrid y otro en Sevilla. Los dos números fueron agraciados con el primer y segundo premio. Otro ejemplo: el dueño del bar de Soria que vendió el tercer premio en su bar, compró uno de los diez décimos premiados con el “Gordo” que tocó en Sevilla.
Así, mucha suerte a todos. Si toca, disfrútenlo y si no; ya saben: lo importante es tener salud.
0