El grupo de la muerte, para Holanda, Italia y Francia
Holanda, Italia y Francia, más Rumanía como posible sorpresa, forman el “grupo de la muerte” de la próxima Eurocopa, que se disputará del 7 al 29 de junio en Austria y Suiza, y en el que España jugará contra Rusia y Grecia, a las que ya se enfrentó en el pasado europeo, más Suecia, a la que superó en la fase de clasificación.
La atípica composición de los bombos, en un sorteo en el que, por primera vez, los cabezas de serie eran casi los que menos miedo infundían, ha propiciado un grupo fortísimo, que junta al campeón y subcampeón del mundo, más la selección holandesa, un equipo siempre atractivo, y Rumanía, una de las sorpresas que ya aventajó al equipo de Marco van Basten en la fase de clasificación.
Desde la final del estadio de Berlín, marcada por el cabezazo de Zinedine Zidane a Marco Materazzi, que puso fin a la carrera profesional del genio francés, Italia y Francia parecen condenadas a encontrarse.
Ya lo hicieron en la fase de clasificación continental, en la que Francia se impuso por 3-1 en Saint Denis y empató sin goles en San Siro, y volverán a toparse en Zúrich, el 17 de junio.
Para añadir más morbo a la competición, el Francia-Italia se producirá en la última jornada del grupo C. Ambas podrían llegar ya clasificadas, porque pasan dos a cuartos, pero también jugar una nueva “final”.
Del grupo A, en el que el Suiza-República Checa será el partido inaugural del torneo (el 7 de junio, a las 18.00 horas en Basilea), Portugal vuelve a emerger como la favorita.
El conjunto que dirige el brasileño Luiz Felipe Scolari, que pese a ser el actual subcampeón europeo quedó encuadrado en el bombo 3 del sorteo, parece superior a Suiza, la República Checa y Turquía.
El enfrentamiento de alto riesgo de esta llave es el que protagonizarán suizos y turcos, que vuelven a chocar tras los graves incidentes que protagonizaron en la repesca del anterior Mundial, en la que varios jugadores helvéticos fueron agredidos y la UEFA castigó con dureza a la selección otomana.
Alemania no debería tener problemas, en principio, para imponer su jerarquía en el grupo B, donde ha quedado reunida con países limítrofes (Austria, Croacia y Polonia) y selecciones de su área de influencia.
Polonia, dirigida por el holandés Leo Beenhakker, y la sorprendente Croacia, que eliminó a Inglaterra, deberían jugarse la otra plaza, porque sólo la condición de anfitriona de Austria, una selección que ha ganado uno de sus últimos once partidos de preparación, le da alguna opción.
El grupo D, por último, no es una mala opción para la selección española, que conoce a todos sus rivales. Está la selección griega que el alemán Otto Rehagel convirtió en campeona de Europa, la rusa de Guus Hiddink y Suecia, a la que venció con claridad hace apenas un par de semanas.
0