El Levante cambia de dueño

El que hasta este viernes era el máximo accionista del Levante, Pedro Villarroel, ha vendido por un simbólico euro el 51 por ciento de las acciones de la entidad al actual presidente Julio Romero, con lo que se desbloquea la situación para que el Ayuntamiento de Valencia, la Fundación del Levante y el propio club inicien un plan de saneamiento.

A pesar de desprenderse del 51 por ciento de las acciones, Villarroel todavía tiene a su nombre alrededor de un 19 por ciento de los títulos del Levante. Después de la transacción de acciones que se ha hecho a primera hora de la tarde de en una notaría de Valencia, Julio Romero se ha convertido en el nuevo máximo accionista del Levante, pero con el único objetivo de ser la cabeza visible y el nexo de unión con las administraciones públicas para sanear económicamente al club. Tras la desaparición de Villarroel del mapa accionarial, el ayuntamiento ya ha encontrado un interlocutor válido y fijo para iniciar el plan de viabilidad económico con el que solventar los problemas económicos de la entidad, sobre todo, a corto y medio plazo.

Con esta venta, en la que no ha estado Villarroel que ha dado poderes notariales al consejero Francisco Fenollosa para que firmara en su nombre, se cierra una larga etapa del dirigente 'granota' al frente de la entidad, unas veces, como presidente y otras como consejero, pero en desde que el club fue Sociedad Anónima Deportiva, siempre como máximo accionista. Villarroel se ha desprendido por un euro, de un paquete accionarial que le costó en su momento ocho millones de euros, según ha desvelado el propio Julio Romero que defendió la labor de Villarroel durante su estancia en la entidad.