El Seis Naciones se viste de rojo
Un estudio hecho público esta semana en las islas asegura que los equipos de rojo tienen más éxito deportivo que los que visten de azul. Seguramente los seguidores del Chelsea, de cinco años a esta parte, no piensen lo mismo pero si del balón oval se trata, este 2008 ha sido totalmente colorado, el de la elástica de Gales, flamante ganador del Seis Naciones de rugby. El XV del Dragón no sólo conquistó su vigésimo cuarto entorchado en el torneo –lo que le coloca a sólo uno de Inglaterra- sino que su victoria ante Francia le permite cerrar la competición invicta, sumando así otro nuevo Grand Slam, el décimo, para su eximio palmarés.
Para certificar esta teoría de los colores, Gales necesitó su dosis de templanza habitual aderezada con una pizca de fortuna. Francia, siempre por detrás en el marcador y obligada a ganar por más de veinte en el Estadio del Milenio para retener el título, había logrado neutralizar los golpes de castigo de Hook (3-0, 6-3 y 9-6) en la primera mitad gracias a Elissalde. Pero en el segundo tiempo y pese al inquietante 9-9 (establecido como no por pateador francés en el minuto 47), se vino abajo ante el poderío físico del quince de Warren Gatland que se vio favorecido por un afortunado ensayo de Shane Williams –el cuadragésimo primero con la elástica red, superando así el primado del mítico Gareth Thomas- a la hora de juego y la posterior transformación de Hook (16-9) para certificar su candidatura al Grand Slam, seis meses después de su fiasco en el Mundial de Francia. Un golpe de castigo ejecutado por el galo Dimitri Yahvili (16-12), no sirvió para añadir más aliciente a un encuentro cerrado con brillantez por el ensayo del perro de presa Martyn Williams y los pateos a palos de Jones, en la victoria más cómoda del equipo galés contra el XV del Gallo en Cardiff desde 1950.
La jornada se cerró con otra sonrojante actuación de Escocia que, si la semana pasada levantaba la Copa de Calcuta tras su victoria ante Inglaterra, permitió a Italia esquivar la cuchara de madera gracias a un drop de Andrea Marcato en el último minuto (23-20). Inglaterra se adjudicó la tercera plaza del torneo tras derrotar a Irlanda por 33-10 en Twickenham en el partido que sirvió de presentación al joven Danny Cipriani como heredero de Jonny Wilkinson. La derrota deja al técnico irlandés, O´Sullivan, contra las cuerdas.
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