El sumiller, una figura de creciente importancia
“De la misma forma que pedimos que la merluza esté en buen estado, no nos deben servir el vino de cualquier forma”, argumenta el sumiller madrileño Javier Gila, presente en el jurado de la segunda edición que se encuentra actualmente en marcha.
Gila ha clausurado un curso de su especialidad en la Escuela de Hostelería de Islantilla (Huelva), donde ha explicado que los restaurantes “deberían tener una persona que ayude y asesore” al cliente, mientras ha abogado por evitar conceptos como “el vino de la casa”, donde se pueden dar problemas como “que hay detrás un tema de precio o de distribuidora”.
Se trata de un asunto que puede hacer “que se multiplique el precio por tres y por cuatro, y va a llegar un momento el que no se va a poder tomar vino en los restaurantes”.
Ha señalado que es importante demandar un buen servicio, y ha puesto como ejemplo que una vez en un restaurante de Alicante le pusieron un vino caliente y pidió que se lo refrescaran con agua o hielo y, cuando le dijo el maitre que el vino se sirve a temperatura ambiente, éste le preguntó si se refería al ambiente “del Polo o del Sahara”.
Gila es Maitre Especializado en Servicios Europeos y sumiller por la Cámara de Comercio e Industria de Madrid, y fue nombrado Mejor Sumiller de España en 1999, y en el último Concurso Madrid Fusión.
Resultó ganador del I Concurso Nacional Premio 'Sumiller Rioja' 2007, que organzia el Consejo Regulador con la Unión Española de Catadores y Grupo Peñín para promocionar la figura del sumiller y difundir la cultura del Rioja entre este colectivo.
A su mando, los alumnos han realizado una prueba de excelencia en la que han realizado un curso de cata a ciegas con vinos tintos, blancos, destilados y generosos. Han llevado a cabo además un servicio de vinos espumosos, la decantación de un vino y la corrección de una carta errónea, entre otros ejercicios relacionados con el vino.
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