Estatuas en la XXVIII Feria del Libro Antiguo y de Ocasión

@page { size: 21cm 29.7cm; margin: 2cm } P { margin-bottom: 0.21cm } Más de 40 stands ya están colocados en El Espolón. Allí se guardan tesoros ocultos, libros viejos con historias que todavía no has tenido la ocasión de disfrutar. Ediciones raras y escasas dispuestas a transportarte donde más desees, desde el desierto de Gobi hasta los mares de los tiempos de los bucaneros.

Este año, y ante la disminución del interés por la lectura de los riojanos a partir de 2007, se presentan algunas novedades para esta feria que ya este año cumple sus 28 primaveras. Tal y como ha apuntado Florencio Nicolás, director general de Comercio, el índice de lectura riojano se sitúa en la actualidad en el 55,8 por ciento, lejos del 70 por ciento de la media europea.

¿Incide también la crisis en el mundo del libro? Habría que comprobarlo sabiendo si han aumentado los préstamos de libros en la biblioteca, que salen gratis. “A pesar de la que está cayendo, el mundo del libro aguanta bien”, apunta Miguel Pascual, presidente de Comercio de la FER.

La más importante de las innovaciones de este año es que los que se acerquen a esta feria podrán disfrutar de los cuentos e historias de la mano de grandes personajes literarios. La segunda es que los stands mirarán hacia el centro del Espolón y no hacia la carretera, como en anteriores años. La tercera es que la Agencia del Conocimiento nos aproximará al libro de forma virtual.

Este año, habrá un total de 17 expositores procedentes de La Rioja y de otras comunidades como la valenciana, la madrileña, catalana o la castillo-leonesa. Una feria que suele congregar a multitud de riojanos que disfrutan observando, oliendo y, por qué no, acariciando a los libros.

También tendrá la oportunidad de acercarse a ellos mediante el universo virtual que instala la Agencia del Conocimiento. Allí tendrán lugar concursos para todos los públicos relacionados con la literatura. “Lo importante es tocar el libro, pero lo que no está en la red no existe”, ha sentenciado Conrado Escobar, consejero de Administraciones Públicas.