ETA anuncia el cese definitivo de su actividad armada
ETA abandona defintivamente la violencia. Así lo ha anunciado en un comunciado a través del diario GARA, cuya página web se ha colapsado minutos después de publicar el comunicado.
Era un anuncio esperado no solo a nivel nacional sino del que también se hacía eco la prensa exranjera, como ya publicó el diario inglés The Guardian.
ETA emite este comunicado tres días después de la celebración de la Conferencia de Paz de San Sebastián en la que diversos dirigentes internacionales pidieron el fin de la violencia terrorista.
En su comunicado, emitido por la versión digital del diario GARA, cuyo servido se ha visto colapsado, asegura que “ETA en esta declaración histórica, muestra su compromiso claro, firme y definitivo, hace un llamamiento a la sociedad vasca para que se implique en este proceso de soluciones hasta construir un escenario de paz y libertad”.
La banda terrorista hace también un llamamiento a los gobierno de España y Francia para abrir un proceso de diálogo directo destinado a solucionar las consecuencias del conflicto.
ETA ha usado al anunciar su “cese definitivo de la actividad armada” las mismas palabras que figuran en la declaración de la conferencia internacional sobre el final del terrorismo que se celebró el pasado lunes en San Sebastián.
LAS VÍCTIMAS CONSIDERAN EL ANUNCIO COMO UN “FRAUDE”
Las principales asociaciones de víctimas del terrorismo han calificado como un “fraude” el comunicado de ETA en el que anuncia “el cese definitivo de su actividad armada”, ya que esperaban que la banda comunicara su disolución y entregara las armas.
PATXI LÓPEZ: “ETA CONFIRMA SU DERROTA SIN CONSEGUIR SUS OBJETIVOS”
El lehendakari, Patxi López, ha valorado el cese definitivo de la actividad armada de ETA y ha dicho que con su comunicado la organización terrorista “confirma su derrota porque llega a su final sin haber conseguido ninguno de sus objetivos”.
López ha destacado que la paz se ha conseguido “gracias a la resistencia de miles de ciudadanos vascos que se han negado a renunciar a su propia libertad”, gracias a “la firmeza del Estado de Derecho, a la acción judicial y policial, y a la tolerancia cero frente a las posiciones totalitarias justificadoras de la violencia”.
ZAPATERO: “LA NUESTRA SERÁ UNA DEMOCRACIA SIN TERRORISMO, PERO NO SIN HISTORIA”
El presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero asegura que “la nuestra será una historia sin democracia, pero no sin historia”, y ha agradecido al presidente de Francia, Nicolás Sarkozy la ayuda a nuestro país en la derrota a la banda terrorista.
Además, Zapatero ha pedido que “vivamos hoy la legítima satisfacción por la victoria de la democracia”.RAJOY: “LA TRANQUILIDAD COMPLETA SERÁ CUANDO ETA ANUNCIE SU DISOLUCIÓN DEFINITIVA”
El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy ha expresado su satisfacción por lo que considera “una buena noticia”, aunque asegura que “la tranquilidad de los españoles solo será completa cuando se produzca la disolución completa de la banda y la entrega de las armas”.
Por otro lado, el líder popular, ha tenido palabras de apoyo, en primer lugar a las víctimas, y también a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a los jueces y fiscales, así como a la Comunidad Internacional“.
Además, ha dicho, “la sociedad ha sabido resistir de manera ejemplar las coacciones de la banda terrorista”, y ha añadido que “se trata de una buena noticia porque es un anuncio sin concesiones”.
HISTORIA DE ETA
ETA comenzó su actividad criminal en plena dictadura, años en los que cometió el que quizá fue su atentado de mayor repercusión, perpetrado el 20 de diciembre de 1973 en pleno centro de Madrid y en el que perdió la vida el entonces presidente del Gobierno y mano derecha de Franco, el almirante Luis Carrero Blanco.
La muerte del dictador en noviembre de 1975 y la llegada de la democracia no detuvo la actividad terrorista, con una treintena de asesinatos en los dos años siguientes. Tampoco paró el tiro en la nuca la amnistía general decretada por el Gobierno en octubre de 1977, por la que salieron de la cárcel decenas de presos etarras, muchos de los cuales se reincorporaron de nuevo a las filas de la banda. No obstante, los verdaderos “años de plomo”, con atentados casi a diario, no llegaron hasta la década siguiente.
El año 1980 fue el más sangriento, con 98 asesinatos a manos de ETA, escalada terrorista que se mantuvo con altibajos durante la siguiente década hasta 1991, en el que la banda segó la vida de 45 personas. Desde entonces, las estadísticas del terror presentan una línea descendente, con cuatro años en blanco -1999, 2004, 2005 y 2011- y que coinciden con una época muy dura para la banda, con detenciones sucesivas de su cúpula y una actividad terrorista en declive.
El perfil de la víctima mortal de ETA también ha ido cambiando a lo largo de los años. En la medida en que la organización terrorista comenzó, a partir de los 80, a cometer atentados indiscriminados con el uso masivo de coches-bomba, el patrón de la víctima pasó a ser bastante heterogéneo, frente a las primeras épocas, en que la mayoría de los asesinados eran miembros de las Fuerzas de Seguridad o militares.
Buena prueba de que todos los ciudadanos han sido víctimas potenciales de la banda es que un 42,1 por ciento del total de asesinados -361 personas- eran civiles. Según las estadísticas recogidas en el libro “Vidas Rotas”, el segundo colectivo más golpeado por ETA es el de guardias civiles, con 209 muertos -23 por ciento del total-, seguido de la Policía Nacional, con 149 asesinados y los miembros de las Fuerzas Armadas, con 82 fallecidos. La clase política y, en especial cargos electos del PSOE y del PP también han sido duramente castigada por la barbarie terrorista.
El secuestro y posterior asesinato del concejal del PP de Ermua Miguel Ángel Blanco, en julio de 1997, supuso un antes y un después en la repulsa ciudadana al terrorismo tanto en el País Vasco como en el resto de España, en lo que entonces se llamó “El espíritu de Ermua”.
Movilización social sin precedentes que también se produjo con el secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, enterrado en vida en un zulo de Mondragón durante 532 días, hasta su liberación por la Guardia Civil el 1 de julio de 1997, unas semanas antes del asesinato de Miguel Ángel Blanco.
Frente al asesinato “selectivo”, ETA tampoco ha dudado en colocar coches-bomba en cuarteles repletos de niños o en lugares transitados provocando la muerte, heridas o mutilaciones a cientos de civiles que simplemente pasaban por allí.
Fue lo que ocurrió en el que se considera su atentado más sangriento, el de Hipercor de 1987 -21 muertos- y también en la bomba contra la casa-cuartel de la Guardia Civil de Vic (Barcelona), con nueve fallecidos, perpetrado en 1991.
No en vano, 21 de los casi 900 asesinados eran menores de edad, como Fabio Moreno, de dos años, hijo de un guardia civil, muerto en 1991, o su primera víctima mortal, Begoña Urroz, un bebé de veintidós meses que falleció abrasado tras la explosión de una bomba incendiaria en la estación donostiarra de Amara, en junio de 1960.
Precisamente, la recién aprobada Ley de reconocimiento y protección integral a las víctimas del terrorismo, fija ese año de 1960 como el arranque para el cobro de indemnizaciones por atentados, con efectos retroac
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