ETA llegó a contar con 500 activistas en la década de los noventa
La policía francesa cifra en unos 500 los activistas que tenía ETA en la década de los noventa, tanto clandestinos como 'legales', repartidos entre Francia y España, según detalló el responsable de la Unidad vasca de la sección Antiterrorista de la policía judicial gala, Laurent Hury.
Hury testificó hoy en el Tribunal de lo Penal de París en el juicio contra Ibon Fernández Iradi, alias 'Susper', acusado de pertenencia a banda armada e intento de homicidio de un gendarme en noviembre de 2001.
El responsable antiterrorista galo describió ante los magistrados la estructura de ETA en 2002, la diferente función de los aparatos de la banda, los elementos de la investigación que vincularon a 'Susper' con ETA y el resultado del registro de los diferentes pisos francos hallados en Francia tras la detención de Fernández Iradi, el 19 de diciembre de 2002. 'Susper' logró el 22 de diciembre escaparse de a comisaría de Bayona y fue detenido casi un año más tarde, el 4 de diciembre de 2003, en la localidad gala de Mont de Marsans, en las Landas.
En los refugios clandestinos repartidos por el sur de Francia se halló una cuantiosa documentación que, según el responsable galo, permite confirmar que 'Susper' era en 2001 el máximo responsable del aparato de captación de la banda, al que también pertenecía Antonio Agustín Figal Arranz, alias 'Biskor', ya juzgado en Francia por estos hechos y considerado cómplice de 'Susper' en el intento de homicidio del gendarme francés Gérard Larroudé.
El hallazgo de los llamados 'papeles de Susper' permitió en su momento la detención de casi 150 personas, no sólo miembros de la banda sino aspirantes a serlo, dado que en la documentación incautada aparecieron listados con los nombres de las personas captadas por Susper para incorporarse a ETA.
Según Hury, se comprobó que uno de los pisos había sido convertido en taller clandestino para la fabricación de explosivos mientras que en otro se encontraron cassettes con datos de hoteles y paradores españoles supuestamente en el punto de mira de la campaña de verano de la banda.
El responsable policial galo recordó, asimismo, que tras la segunda detención de 'Susper', en diciembre de 2003, queda demostrado que el etarra ocupaba la cabeza del aparato militar de ETA tras la caída dos meses antes de José Antonio Olarra Guridi y Ainoa Múgica.
Por otra parte, durante la vista del juicio, Figal Arranz pidió la palabra para denunciar que la justicia francesa tiene en cuenta declaraciones de etarras realizadas en España en condiciones de “tortura”. 'Susper' también se quejó ante el tribunal de haber sido golpeado en el momento de su detención.
El presidente del mismo, el magistrado Ives Jacob, le recordó a 'Susper' que en el dossier del caso elaborado por los expertos no figura nada sobre este asunto, poniendo así de relieve la “contradicción” entre sus declaraciones y los hechos. La vista se reanudará mañana con la intervención de las partes civiles personadas en el juicio y la exposición del Ministerio Fiscal.
0