Hector Martínez, nuevo doctor por la UR 'cum laude' con una tesis sobre el control de plagas
Héctor Martínez García ha obtenido el grado de doctor por la Universidad de La Rioja tras la defensa de su tesis Modelización del desarrollo de N. tenuis, M. pygmaeus y O. majusculus para la optimización de su manejo como agentes de control biológico de plagas, por la que ha logrado la calificación de sobresaliente 'cum laude'.
Desarrollada en el Departamento de Agricultura y Alimentación de la Universidad de La Rioja en el marco del programa de Doctorado Enología, Viticultura y Sostenibilidad, esta tesis ha sido dirigida por Ignacio Pérez Moreno y Vicente Marco Mancebón.
La tesis de Héctor Martínez aborda el estudio de tres depredadores -Nesidiocoris tenuis y Macrolophus pygmaeus y del antocórido Orius majusculus- para el control biológico de plagas agrícolas, como son las moscas blancas, ya sea Bemisia tabaci o Trialeurodes vaporariorum; pulgones como Myzus persicae; o polillas como Tuta absoluta o trips como Frankiniella occidentalis.
Estas plagas afectan, fundamentalmente, a cultivos de tomate, pimiento, berenjena, así como algunas plantas cucurbitáceas y ornamentales, tanto en cultivos al aire libre como en invernadero, donde estos enemigos naturales se utilizan para el control de plagas tanto combinados con otros métodos como, en exclusiva, a través del control biológico.
El uso de productos fitosanitarios ha contribuido de forma crucial al desarrollo de la agricultura desde mediados del siglo XX. Su alta eficacia inicial, su fácil aplicación y el desconocimiento o el desuso de otras técnicas de control, los mantuvo como la única técnica fiable para el correcto manejo de plagas, patógenos y malas hierbas en los cultivos.
El avance de la agricultura intensiva y la masificación del uso de estos compuestos han acarreado una serie de efectos secundarios, como la eliminación de gran parte de los organismos beneficiosos que ayudan en el control de plagas, la aparición de resistencias, la potenciación de plagas que antes solo eran secundarias, la rápida resurgencia de sus poblaciones, la generación de residuos en los alimentos, riesgos para los aplicadores y serios problemas ambientales.
En este marco, la Gestión Integrada de Plagas no exime del uso de productos fitosanitarios, pero sí plantea un uso sostenible, a la vez que da prioridad al uso de técnicas de control alternativas y compatibles entre sí y que cumplan unas mínimas exigencias ecológicas, toxicológicas y económicas.
Una de estas técnicas es el control biológico de plagas, que consiste en la utilización deliberada de ciertos organismos vivos, los enemigos naturales (depredadores, parasitoides o entomopatógenos), cuyo fin es mantener las poblaciones de los fitófagos a niveles tolerables.
Una herramienta que capacita para llevar a cabo estos pasos es la modelización del desarrollo de los insectos, que predice con una enorme exactitud la evolución de su desarrollo en el campo conociendo la temperatura a la que se ven sometidos; y permite programar la cría masiva de los enemigos naturales en biofábricas, combinando las necesidades de producción con la optimización de la misma a un nivel de exactitud muy elevado.
Los tres depredadores estudiados en la tesis doctoral de Héctor Martínez García han mostrado una enorme adaptabilidad a un amplio rango térmico, con tasas de supervivencia superiores al 80 por ciento, en la mayor parte del mismo.
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