La calidad de aire en Logroño mejora por la disminución de gases de motores y vehículos

El aire que se respira en La Rioja es bueno y presenta unos índices de contaminación que se sitúan por debajo de los límites establecidos para la protección de la salud, según se desprende del informe de valoración de la calidad del aire correspondiente a 2011. En concreto, si hablamos del mayor núcleo urbano, Logroño, en la capital riojana la calidad es buena o muy buena; y si nos centramos en las zonas rurales, buena.

El director general de Calidad Ambiental, José María Infante, ha subrayado la situación favorable de la que goza la comunidad autónoma durante la presentación del balance correspondiente al ejercicio pasado. “La calidad del aire en La Rioja presenta unos niveles buenos, aunque en periodos secos existe un cierto riesgo de que los niveles de partículas aumenten; y en días soleados y calurosos, puedan hacerlo los niveles de ozono troposférico”.

En este sentido, ha destacado que para preservar e incluso mejorar estos buenos resultados se puso en marcha el Plan de Mejora de la Calidad del Aire de La Rioja 2010-2015, aprobado por el Gobierno de La Rioja con el propósito garantizar una buena calidad del aire para proteger la salud humana y el medio ambiente cumpliendo los niveles recomendados por la OMS.

Esta evaluación de la calidad del aire se realiza a partir de los datos de concentración de contaminantes obtenidos en cada una de las cinco estaciones de vigilancia que la Consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente tiene repartidas por La Rioja, y que recogen de forma continua durante todo el año, además de determinar su influencia en la salud y en el medio ambiente en general.

El conjunto de estaciones de vigilancia de la calidad del aire lo integran tanto la red propia de la Administración (Alfaro, Arrúbal, Galilea, Pradejón y dos en Logroño) como las redes dispuestas para la vigilancia de la contaminación producida por las centrales térmicas ubicadas en Castejón y Arrúbal.

La calidad del aire se determina en función de la presencia de sustancias contaminantes en la atmósfera, que pueden ser gases como óxidos de nitrógeno y azufre, monóxido de carbono, compuestos orgánicos volátiles, ozono, así como partículas y aerosoles.

Ozono troposférico en zonas rurales

Los datos revelan cómo la emisión de contaminantes en Logroño se sitúa muy por debajo de los límites establecidos en todos los parámetros para determinar la calidad del aire (dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno, partículas PM10, ozono troposférico, monóxido de carbono y benceno). El informe pone de manifiesto una disminución en los gases procedentes de la combustión y motores de vehículos, caso del dióxido de nitrógeno, y presentó índices muy bajos de benceno, tolueno y xileno.

Respecto a la incidencia en las zonas rurales, José María Infante ha precisado que “los niveles de ozono no han superado los objetivos de protección de los ecosistemas”. Sin embargo, el ozono troposférico sigue mostrando niveles elevados debido a la alta insolación y a que se mantienen los niveles de emisión de sus precursores sobre todo compuestos orgánicos volátiles.

En este sentido, la situación es similar a la de años anteriores, al registrarse alguna superación de los límites fijados en las estaciones rurales de Arrúbal, Galilea y Pradejón. Las partículas se han mantenido por debajo de los niveles límite en su valor medio anual, incluso en los valores diarios, que permiten superar el valor promedio de 50 µg/m3 durante un máximo de 35 días, en todas las estaciones con excepción de Alfaro. En esta localidad riojana los límites se superaron 53 días, debido principalmente a que ha sido un año especialmente seco y por la incidencia de vientos del suroeste que pudo arrastrar partículas de fuentes próximas a la estación como canteras, plantas de tratamientos de áridos o el tránsito de vehículos por caminos.