La difícil decisión de Obama
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, explicaba ayer durante una entrevista en televisión, que la decisión de mandar 30.000 soldados más a Afganistán ha sido la más difícil de su presidencia y que dentro de un año se verá si esta estrategia ha funcionado o no.
Esta decisión, además, resulta impopular tanto entre los países aliados de Estados Unidos como en algunos sectores del Partido Demócrata.
“Cuando visitas Walter Reed -hospital militar- o Arligtin -el cementerio nacional- puedes comprobar el sacrificio que hombres y mujeres jóvenes y sus familias están realizando, no hay nada más profundo. Es una obligación solemne por mi parte como comandante en jefe del Ejército el tomar este tipo de decisiones de forma adecuada”, afirmó Obama en el programa '60 minutes' de la cadena estadounidense CBS.
Una petición del general al cargo de las operaciones en Afganistán
El incremento de soldados en Afganistán se corresponde con una petición del general al cargo de las operaciones en dicho país, Stanley McCrystal, que solicitó 40.000 efectivos más argumentando la necesidad de obtener mayores niveles de seguridad en los principales núcleos de población afganos y combatir la ofensiva talibán, que ha ido cobrando fuerza en los últimos años.
Si aceptar llevar a cabo la estrategia de McCrystal no ha sido la decisión correcta, el Presidente tendrá que replantearse su estrategia.
“Para finales de 2010 sabremos si el nuevo enfoque propuesto por el general McCrystal ha alcanzado sus objetivos y ha funcionado en términos de una mayor seguridad en los núcleos de población afganos”, afirmó Obama.
La retirada de Afganistán, prevista para 2011
Obama recordó que el comienzo de la retirada de las tropas de Afganistán está previsto para mediados de 2011.
Por otro lado, el presidente mostró su desacuerdo con la opinión de algunos analistas que consideran que en el discurso pronunciado ante las tropas el pasado 1 de diciembre en la academia militar de West Point fue demasiado académico, carente de emoción y sin promesas de victoria.
“Probablemente fue el discurso más emocional que jamás haya pronunciado”, afirmó el mandatario. Frente a las acusaciones de falta de referencias a la victoria, Obama afirmó que “uno de los errores que se han cometido durante los últimos ocho años es tener un sentimiento triunfalista sobre la guerra”.
0