A las puertas de Navidad, unos días en los que el consumo en los hogares se dispara y en los que las cenas y comidas de empresa y demás reuniones cuelgan el cartel de completo en los distintos establecimientos de la comunidad, es imprescindible recordar la importancia de reciclar. Una amplia mayoría ya sabe qué va y qué no va al contenedor marrón. Ese al menos ha sido el objetivo del Consorcio de Aguas y Residuos de La Rioja con la campaña realizada desde el pasado mes de mayo.
Más de medio año recorriendo La Rioja. En concreto se han visitado 128 municipios riojanos; se han realizado 36 charlas en plazas, piscinas municipales y asociaciones; se han instalado 55 estands informativos en mercadillos y festivales gastronómicos; se han llevado a cabo 161 actividades con vehículo informativo itinerante en calles y plazas riojanas y se han realizado 26 jornadas de información directa en terrazas de bares, plazas y parques. Y todo con un objetivo claro: que los riojanos y riojanas separen los residuos y restos de comida en casa y los depositen en el contenedor correcto. Y es que solo la correcta utilización del contenedor marrón permitirá a La Rioja lograr los retos y objetivos previstos.
Los beneficios de utilizar el contenedor marrón están ahí. Ya no hay excusas ni pretextos porque se ha demostrado que lo que separamos y reciclamos en casa no termina mezclándose en los camiones de basura ni en las planas de clasificación. Tampoco es cierto que separar los residuos en el hogar quite trabajo a los profesionales de las plantas. Y así, uno a uno desde el Consorcio de Aguas y Residuos de La Rioja han desmontado con datos e información veraz todos los bulos que giran en torno al reciclaje. En otros países no se paga por reciclar y las tasas que pagamos a los ayuntamientos no cubren los gastos para recoger, transportar y gestionar los recursos. Y es que el reciclaje es una acción que solo tiene ventajas para la ciudadanía, no es ningún negocio inventado para ganar dinero y no se contamina más en el transporte y en el proceso de reciclaje.
Separar correctamente los residuos orgánicos en los hogares y depositarlos en contenedor marrón es un pequeño gesto, al alcance de todos, que no requiere de un gran esfuerzo y reporta importantes beneficios como la obtención de un estupendo abono natural , reducir la cantidad de residuos que terminan en el vertedero y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Ahí están las cifras. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, cada tonelada de biorresiduos desviada del vertedero y tratada mediante compostaje evita la emisión de entre 200 y 400 kilogramos de CO2. Una familia media europea genera entre 150 y 250 kilogramos de biorresiduos al año. Compostarlos, en vez de tirarlos al contenedor gris, evita la emisión de aproximadamente de entre 50 y 100 kilogramos de CO2 al año, lo que equivale a recorrer 400-800 kilómetros en coche. Estos números demuestran que el tratamiento adecuado de los residuos orgánicos contribuye activamente a la lucha contra el cambio climático.
Y en esta labor de reciclar, además de involucrar a toda la ciudadanía, es necesario concienciar y educar a los futuros adultos. Por esta razón, la campaña 'La orgánica al marrón' ha visitado también las aulas de más de medio centenar de colegios riojanos. Clases en las que se ha insistido en la importancia de separar correctamente los residuos orgánicos y convertirlos en compost. Es importante inculcar entre los futuros adultos hábitos responsables para que los mantengan a lo largo de la vida. Hacerlos partícipes del impacto que sus acciones tienen en el medio ambiente porque los niños y niñas riojanas actúan como multiplicadores en sus hogares, ya que recuerdan a los adultos coÌmo separar los residuos, les animan a mejorar las rutinas de reciclaje y generan cambios positivos en toda la familia.
Este compromiso familiar debe trasladarse igualmente al ámbito empresarial y mucho más en fechas como estas. Un compromiso que la Ley ya exige a los denominados generadores de biorresiduos, esto es, personas o empresas que generan una gran cantidad de residuos orgánicos en su actividad diaria. Se considera generador de biorresiduos aquellos que producen más de 120 litros de biorresiduos al día o más de 500 kilogramos a la semana. Y como decimos, estos negocios están obligados por la Ley 7/2022, de residuos y suelos contaminados para una economía circular. Artículo 25. 3, a separar la materia orgánica y depositarla en los contenedores marrones.
Y en esta labor, desde las administraciones también se han puesto todas las facilidades posibles porque según el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, estos grandes generadores producen hasta el 30 por ciento de todos los biorresiduos municipales. En La Rioja hay un total de 2.300 contenedores marrones, 1.845 repartidos entre los 128 municipios a los que el Consorcio presta el servicio, y otros 454 en la ciudad de Logroño.
Y además de los contenedores marrones distribuidos por el territorio, también se les ha ofrecido cubos marrones gratuitos para que puedan transportar los residuos de una forma más cómoda con dos opciones de tamaño (40 o 120 litros con ruedas) en función de la cantidad de materia orgánica que producen. Asimismo, se les ha proporcionado unas llaves especiales para que la tarea de reciclar sea más fácil y cómoda y puedan abrir la tapa completa del contenedor y depositar directamente las bolsas.
Un sector importante al que en La Rioja se le ha dado prioridad porque aunque no hay un registro detallado, se calcula que hay más de un millar de negocios de este tipo, sin contar con los establecimientos de Logroño. Un amplio abanico que abarca desde restaurantes, cafeterías, bares, empresas a centros educativos, residencias de personas mayores y centros de día, comedores de grandes empresas, incluyendo también supermercados, tiendas de alimentación, fruterías e incluso floristerías.
Y es que solo así se podrá completar el círculo: aprovechar los residuos y que estos residuos se conviertan en recursos. Es el principio de la economía circular: no desperdiciar lo que pueda aprovecharse. Y en eso estamos. De enero a septiembre de 2024 se recogieron en La Rioja casi 4.500 toneladas de residuos orgánicos en el contenedor marrón. Este año, y en las mismas fechas, se han recogido casi 5.200 toneladas, un 17 por ciento más.
Paso a paso las cifras van mejorando con la mirada puesta en 2035. La legislación vigente a nivel europeo marca que dentro de diez años se debe recoger de forma separada un 50 por ciento en peso de todos los residuos. En La Rioja se recogieron el año pasado unas 126.000 toneladas de residuos en total de forma que para cumplir con dichos objetivos se deberían recoger de forma separada unas 60.000 -65.000 toneladas de residuos en los diferentes contenedores de reciclaje.
Este es el reto, este es el objetivo. Comenzamos ya mismo, esta Navidad. ¿Te sumas?