La responsabilidad del alcalde
La muerte de 21 personas en la conocida ya como tragedia del Love Parade sigue buscando responsables. Si en los últimos días las autoridades alemanas culpaban a los organizadores del festival de lo ocurrido, ahora se señala al alcalde de la ciudad de Duisburgo, Adolf Sauerland, como responsable político de la tragedia. La presión sobre el alcalde es cada vez mayor, sin embargo, por el momento éste se mantiene en su postura de no dimitir.
La última en sumarse a las críticas fue la nueva ministra principal de la región de Renania del Norte-Westfalia, el más poblado del país, Hannelore Kraft, quien considera que Sauerland tiene que asumir la “responsabilidad política” de lo ocurrido.
En una entrevista concedida al diario Rheinische Post, Kraft subraya que “hay que distinguir la cuestión de la culpabilidad individual de la cuestión de responsabilidad política”. Respecto a esta última, añadió, deberían asumirla en último término “el alcalde de la Duisburg” y los responsables de la ciudad.
No obstante, la máxima responsable de Renania del Norte no quiso pronunciarse sobre si Sauerland debería abandonar su cargo. “Es algo que debe decidir por sí mismo”, afirmó. “Tengo la impresión, tras sus últimas declaraciones, de que él cree que sería admitir la culpabilidad si asumiera la responsabilidad política” de lo ocurrido, pero “esto no es así”, aseveró.
En la misma línea se expresó el ministro del Interior regional, Ralf Jaeger. En una entrevista en la cadena ZDF, incidió que en la tragedia de la Love Parade, “hay una responsabilidad política y moral”. En su opinión, Sauerland debería responder “rápidamente” la cuestión de la responsabilidad moral.
Jaeger, que presentó los primeros datos de la investigación preliminar, recordó que éstos muestran que el Ayuntamiento aprobó los planes de seguridad de la organización del festival pese a que los accesos eran “mucho más pequeños y estrechos” de lo estipulado legalmente. “Esto será un problema para la ciudad de Duisburg, ya que avaló” estos planes.
No obstante, reconoció que los principales responsables son los organizadores
, ya que no cumplieron con sus planes y permitieron que el túnel de acceso y la rampa se bloquearan al no aplicar sus medidas previstas para que los asistentes siguieran avanzando hacia la explanada principal. Esta concentración de personas en la entrada fue la que provocó la estampida hacia una escalera de salida, donde murieron las víctimas aplastadas y asfixiadas.
Por otra parte, unas 200 personas se concentraron ayer por la mañana delante del Ayuntamiento de Duisburgo para pedir la dimisión del alcalde. Asimismo, los presentes, custodiados por policías, guardaron un minuto de silencio en memoria de las víctimas.
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