La tímida apuesta de La Rioja por las energías limpias
En estos momentos, alrededor del 65% de la energía que se consume en La Rioja proviene de fuentes renovables y Amigos de la tierra de La Rioja consideran que, “con una buena planificación”, la comunidad podría ser autosuficiente“.
Para Juan Donaire es “incomprensible” que se estén desaprovechando los dos embalses de la cuenca del Iregua, el González la Casa y Pajares. El impacto ambiental ya está hecho, argumenta “y, sin embargo, nos limitamos a utilizar estas dos infraestructuras para garantizar agua a Logroño y, en verano también a los regantes de Aragón y Cataluña sin preocuparnos de producir energía”. El embalse de Leiva es otro ejemplo. “Lleva 25 años abandonado, sin producir un kilovatio de electricidad y aquí no pasa nada”.
Y no pasa nada, asevera, “porque la política energética en La Rioja no existe”. En Aragón se aprobó el pasado verano un Plan Energético regional “mientras que aquí, en La Rioja, no interesa planificar la cantidad de energía que se produce, de qué fuentes proviene y qué cantidad se puede producir en un futuro”. Lo único que se ha hecho en La Rioja sobre esta materia, dice, ha sido la instalación masiva de parques eólicos y la construcción de la central de ciclo combinado de Arrúbal. Una central que requirió una gran inversión “y que al parecer está prácticamente parada”.
Por esta razón, Donaire está convencido de que “con una buena planficación, La Rioja puede producir el 100% de la energía que consume de fuentes renovables”. El Ministerio de Industria realizó un estudio hace unos años según el cual, explica, “se podría aumentar y aprovechar más el González la Casa y Pajares sin grandes impactos ambientales y a través de la colocación de dos turbinas”.
Por todo esto, Donaire reitera la necesidad de “redactar un plan energético regional basado en las energías renovables que incluya la instalación de nuevos parques eólicos de manera consensuada y el aprovechamiento de saltos de agua para producir energía hidroeléctrica”.
De igual forma, esta asociación insta al Gobierno regional a “realizar una política activa para impulsar el sector, política que no beneficiaría solo a los pequeños productores sino también a las empresas instaladoras”. Asimismo, las administraciones públicas, sugiere, deberían adoptar medidas para reducir el consumo. “No se trata únicamente de consumir energía de fuentes renovables, también es importante reducir el consumo y apostar por un consumo más eficiente desde los edificios administrativos hasta los centros escolares”.
Y por último, apunta, “sería conveniente habilitar una línea de ayudas a particulares y comunidades de vecinos para incentivar la colocación de pequeñas instalaciones de generación de energía renovables así como ayudas destinadas a lograr edificios más eficientes desde el punto de vista energético”.
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